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“A nivel profesional, uno tiene que estar estático, porque lo que nosotros estamos buscando es un cuadro vivo que represente lo que fue un evento de nuestros abuelos, de cómo ellos celebraban sus tradiciones”. Es el testimonio de Edwin Payares, habitante de Galeras, Sucre, quien desde los nueve años, y en cada celebración, se convierte en una estatua durante aproximadamente dos horas para representar la cultura de la sabana de su departamento.
Aunque los cuadros vivos tienen su origen en la Europa medieval y se presume que llegaron a América con los españoles, fueron desapareciendo de forma paulatina. Uno de los pocos lugares donde la tradición se mantuvo vigente fue en Galeras, municipio sucreño ubicado a una hora y media de Sincelejo. Por este motivo, esta expresión artística fue declarada patrimonio cultural inmaterial de Colombia y postulada ante la Unesco para ser patrimonio inmaterial cultural de la humanidad.
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“Sobre todo recibimos miles de turistas por las fiestas de enero. A pesar de que no contamos con hoteles, tenemos la iniciativa de las casas hostales, en las que personas preparan sus propios hogares durante todo el año para recibir a los visitantes”, señaló a El Espectador Remberto Castro, secretario de Cultura, Patrimonio y Turismo de Galeras.
Y es que, desde el puente de reyes, Galeras se convierte en la “galería a cielo abierto más grande del mundo”, como lo reconocen sus pobladores, para recibir el Festival Folclórico de la Algarroba. En esta celebración se llevan a cabo concursos de cuadros vivos y de interpretación de gaita corta, tradicional en el municipio.
“El cuadro vivo tiene una faceta única y es que se aprovecha de lo que está ocurriendo en la actualidad y lo representa a través de escenas”, indicó Remberto Castro, quien recordó que no se limita únicamente a la cultura de Galeras y de Sucre, sino también en acontecimientos de relevancia nacional, como la tragedia en Armero ocurrida en 1985 o la firma del acuerdo de paz con las Farc en 2016.
En la casa de la cultura hay imágenes alrededor de un salón, donde se pueden observar los diferentes cuadros vivos que se han realizado en el municipio. En algunos se retrata la importancia de los festivales, las memorias del conflicto armado, además de hacer un tributo a los saberes de los indígenas zenú y a los líderes sociales y comunales de Galeras.
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La administración municipal espera que, más que un lugar de paso, Galeras se convierta en un atractivo turístico para personas del país y extranjeras. Por ello, han surgido iniciativas como la Casa de Crecimiento Cultural Tierra Colorada, que en 2021 recibió el premio del Programa Nacional de Estímulos, entregado por el Ministerio de Cultura. Allí se iniciaron talleres de cuadros vivos, donde los visitantes pueden aprovechar todo lo que tengan a su alrededor para representar alguna vivencia.
“Es una manifestación cultural que se representa en el slogan ‘yo soy cuadro vivo’. Es elaborado por todo un pueblo que converge alrededor de una manifestación viva, llena de historias, cuentos y leyendas”, sostuvo Hugo Lastre, coordinador de Tierra Colorada. Según explicó, iniciarán una propuesta para difundir los saberes de los cuadros vivos hacia otros municipios.
“Dentro de los cuadros vivos hay dos subdivisiones: el cuadro tradicional y el cuadro experimental. Los experimentales son más utilizados por los jóvenes que han tenido la oportunidad de salir del municipio y de su departamento. Normalmente, incluyen elementos como el manejo de luces”, agregó, a la vez que dijo que en los últimos años se ha popularizado el cuadro vivo con sonido. “Esta división entre cuadros tradicionales y experimentales es necesaria, para que no haya conflicto con los saberes ancestrales”.
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Edwin Payares, líder cultural del municipio, contó la importancia que tienen los elementos tradicionales como la hamaca, las tinajas e incluso el calabazo dentro de los cuadros vivos. “Aunque es algo cotidiano para uno, yo siempre cargo este calabazo que ha pasado de generación en generación. Mis hijas lo tendrán algún día. Este recipiente es un orgullo para mí, ya que es una muestra de que la cultura de nuestro municipio todavía está viva. Este calabazo es de las aguateras, quienes lo utilizaban para buscar agua para tomar y para cocinar”, precisó.
Aunque antes, los cuadros vivos se limitaban a fechas específicas del año, pobladores de la región aseguran que hoy en día hacen parte de todas las festividades: semana santa, semanas culturales y hasta navidad. También coinciden en que, para atraer visitantes, es necesario expandir la oferta turística a otros elementos de la cultura de Galeras y Sucre, como su gastronomía y su experticia en las artesanías hechas con totumo.
*El periodista viajó a la zona por invitación de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO) Nacional, iniciativa apoyada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Fondo Nacional de Turismo (FONTUR) y la Gobernación de Sucre.