“Déjala morir”, la historia de “La niña Emilia” que revive la televisión regional

La serie, que rescata la vida de la cantadora de bullerengue más celebre del país, le ha dado a Telecaribe el raiting que el canal nunca tuvo en 30 años de historia.

María Fernanda Gutiérrez*
22 de marzo de 2017 - 03:01 a. m.
Fotos: Freddy Fortich y Jiovanna Osorio
Fotos: Freddy Fortich y Jiovanna Osorio

Cuando el escritor Andrés Salgado recorrió los pueblos donde vivió La Niña Emilia, sintió como si el tiempo se hubiese detenido.

Telecaribe había aceptado llevar a la televisión la vida de la cantadora colombiana y ahora él y su equipo caminaban por las calles polvorientas, en plena preproducción, buscando las pistas de la historia.

“Estaban como en la época de Emilia: no les había pasado ni un día”, contó, para significar que la riqueza de los lugares y de la gente es lo que justamente ha garantizado del éxito de la serie que, 24 años después de la muerte de Juana Emilia Herrera García, recrea el canal regional.

La miniserie narra la historia de la cantautora de bullerengue más famosa del Caribe colombiano y el sin fin de obstáculos que debió atravesar antes de alcanzar el éxito como cantante. El impacto que ha tenido ha sido tal, que ha logrado quitarle cinco puntos en rating a los canales privados en televisión nacional.

Son diez capítulos dirigidos por Alesandro Bassile,  escrita por Andrés Salgado y protagonizada por la actriz cartagenera Aida Bossa, con unos 25 actores en escena.

Emilia nació en Evitar, Mahates, en el departamento de Bolívar. Lo que se ve en la historia –con algo de ficción y mucho de documental- es que fue rechazada por su padres a muy temprana edad.  Por esto siempre tuvo que salir adelante sola, para mantener a sus cinco hijos: Nelly, Nadin, Marelvis, Emilton, y Reynaldo.

En ese propósito tuvo que probar distintos trabajos, entre ellos,  vender dulces en la calle y hasta hacer de adivina que leía las cartas en los parques.

A los 52 años fue descubierta por Wadi Bedrán, un promotor de talentos que la escuchó  en un velorio y la invitó, a ella y a su prima Irene,  a hacer canciones comerciales.

Ese sería el inicio de una carrera que la llevó a animar carnavales y fiestas patronales en el país con la agrupación Los Soneros de Gamero, grabar con Alfredo Gutierrez, el varias veces rey de la Leyenda Vallenata, y alcanzar la fama nacional que hoy está recordando la miniserie, con  con canciones celebres como: El Coroncoro y Cundé Cundé, entre otras.

La Niña Emilia, que rompió muchos moldes al cantar no solo bullerengue, sino champeta y vallenato, falleció a los 61 años en Barranquilla a causa de una afección hepática.

Fotos: Freddy Fortich y Jiovanna Osorio

Construyendo la historia

“Yo quería hacer una historia muy costeña, muy nuestra, y Salgado venía trabajando el tema de La niña Emilia. Cuando me lo propuso, el Sí fue casi inmediato”, cuenta Juan Manuel Buelvas, director del canal.

Andrés Salgado admite que la idea de la historia viene de la inquietud de no dejar a un personaje tan importante en el olvido, pues para él los colombianos somos expertos en olvidar.

“Me preocupaba mucho que el nombre de Emilia quedara en el abandono y que solamente en carnavales pusieran una canción que se llama “El Coroncoro” pero no tuviéramos ni idea de la maravilla que había detrás”, insiste el también co-creador y libretista de Perro amor, Celia y El Joe, la leyenda.

Lo más importante para Salgado era que el guión capturara la esencia de Emilia, a quien describe como “un personaje absolutamente atractivo no solamente como bullerenguera sino como una mujer muy adelantada a su tiempo”.

Y así lo muestra la serie capítulo por capítulo, que va trascendiendo los distintos obstáculos que tuvo que afrontar desde joven “La Niña Emilia” hasta convertirse en el símbolo musical que hoy se inmortaliza en la pantalla.

Pero  además de ser un contenido entretenido, que rescata el buen humor costeño, la narración está sumamente apegada a la realidad de la vida de la cantautora, pues fue una producción que se apoyó en múltiples entrevistas a personas cercanas a La Niña Emilia que ayudaron a reconstruir la figura que fue en su momento.  Una de ellas, y quizás la mas importante, fue su hija Nelly Herrera quien siempre estuvo incluida en el proceso de creación y actuación de la serie.

“Procuré todo el tiempo tener de cerca la presencia de Nelly, quien vivió con Emilia buena parte de sus historias y su vida, y fue el primer canal de información fuerte que tuvimos”, dijo Salgado.

La serie fue grabada en Mahates, Evitar y Gamero, los mismos lugares donde Emilia vivió. “Sabíamos que lo que escribíamos iba ser consumido directamente por las personas de la región Caribe, y ello nos dio una libertad a la hora de rescatar expresiones y modismos”, agrego el escritor.

Fotos: Freddy Fortich y Jiovanna Osorio

Un llamado a los canales regionales

El éxito de la serie también se debe al orgullo que sienten los costeños porque es la primera serie que hace Telecaribe en muchos años.

La clave es que “el publico no se siente estereotipado o caricaturizado; ellos sienten que evidentemente sí son así”, dijo Salgado. Lo otro es el respeto por la mima historia.

Aida Bossa, la actriz protagonista, dijo haber ido previamente al rodaje a la población de Evitar, a una hora de la ciudad de Cartagena, para hablar con los familiares de Emilia. “Inclusive fui al cementerio a visitar su tumba y le pedí permiso a ella para interpretarla”.

Aida estuvo conectada con el personaje desde que era niña, pues en su casa “andaban por ahí” los Larga Duración de sus canciones, que el papá conservaba porque participó como bajista en una de las producciones musicales de La Niña Emilia.

Con todo, se trata de una propuesta que refresca la pantalla regional, según indicó Alfredo Sabbagh, profesor de la Universidad del Norte y ex miembro de la Autoridad Nacional de Televisión. Desde hacía mucho tiempo, según expresó,  los habitantes del Caribe estaban esperando un dramatizado realizado por su canal.

“Cuando no existían tantos recursos tecnológicos, aquí se hizo La Mujer del Puerto, Corraleja y Tamarindo; estamos hablando de dramatizados hechos en el Caribe por gente del Caribe cuando en realidad no teníamos las facilidades que se pueden tener ahora y nos faltaba un poco de fortalezas narrativas”, recuerda Sabbagh.

Además, la miniserie cuenta con una estructura bastante interesante. “Hay tres niveles del relato: un nivel del dramatizado propiamente dicho; otro, documental, en el que vemos referencias a cómo se hizo la novela, y también testimonios reales de la hija de Emilia que, combinados con unas animaciones, gráficos y una voz en off que sirven como elementos de relato, van hilando  un momento y otro de la historia”, explicó.

Todo eso, junto, “produce entonces una narración que no es lineal, que llama la atención y ha logrado calar enormemente en el publico costeño, pues uno como espectador lo disfruta y “se encarreta”, agrego el también realizador audiovisual.

Sabbagh coincide con Buelvas y Salgado, en que “Déjala Morir” es un producto que no le envidia nada a ningún otro y que el orgullo de la gente le da un respaldo inmediato.  

De acuerdo con los reportes de audiencia, Telecaribe ha aumentado el raiting en ese horario y  se ve ahora seis veces más de lo que se veía, lo cual no había ocurrido nunca en los 30 años de Telecaribe. “Hemos hecho historia en el canal y hemos generado un impacto cultural positivo”, sostiene.

La miniserie es vista cada noche en 60 países, según los mismos informes

Tras el éxito del proyecto, que es financiado en su integridad por la ANTV, Juan Manuel Buelvas, director de Telecaribe, no descarta que el canal siga incursionando en este género. “Esa es la idea, seguir haciendo mas producciones que tengan que ver con el documental”, dijo.

“Déjala Morir”  es una invitación y un llamado a invertir y creer mas en el poder de los canales regionales, agregó.

“Alessandro Basile, Ramsés Ramos, todo el equipo, los actores y yo queremos dar un mensaje a Telecaribe de que los canales regionales tienen que sumarse a contar historias y a generar este tipo de contenido que también cuentan lo que somos”, retomó Salgado, quien también invitó a que otros escritores y realizadores piensen en los canales regionales como una vía para poder contar las historias.

Y aunque la serie no ha llegado a su final, Salgado le adelantó a El Espectador qué se puede esperar del desenlace: “Será circular y tendrá mucho que ver con las escenas con las que empezó, pues le hará honra al titulo de la serie: vamos a dejar morir a Emilia, vamos a ver cómo ella se deja morir y cómo sana sus resentimientos”.

*Estudiante de la Universidad del Norte, de Barranquilla

Por María Fernanda Gutiérrez*

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