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La población de Caloto (Cauca) sigue atemorizada por lo que podría ser una amenaza de paro armado en el municipio. Letreros alusivos a las Farc en buses de servicio han afectado el transporte público desde Caloto hasta otras ciudades. De acuerdo con información preliminar, los vehículos fueron pintados en un retén de grupos armados en el corregimiento El Palo.
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Estos hechos ocurrieron horas después de un ataque con explosivos el pasado 9 de febrero, dirigido a la Hacienda La Emperatriz, donde suelen ubicarse varias unidades de Policía. Aunque el atentado no dejó ninguna víctima, permanece el temor por los constantes hostigamientos de ilegales que, a inicios de febrero, cobraron la vida del líder campesino José Euclides González.
Adicionalmente, el secretario de gobierno, Joaquín Castañeda, descartó ayer la presencia de un carro bomba abandonado en cercanías a la hacienda.
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A todo esto se suma otro atentado contra la fuerza pública el pasado 2 de febrero en el casco urbano de Caloto. En esa ocasión, hombres motorizados lanzaron una granada de fragmentación contra la estación de Policía, hiriendo a un civil que transitaba por la zona y causando daños en una institución educativa.
En Caloto hay presencia de la Columna Móvil Dagoberto Gómez de las disidencias de las Farc, el Eln y el Clan del Golfo. La Defensoría del Pueblo emitió alertas tempranas en 2018 y 2021; en esta última informó sobre el riesgo inminente al que están expuestos sus habitantes por los enfrentamientos que sostienen las disidencias de las Farc y el batallón de operaciones terrestres N°12 del Ejército Nacional.
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El documento hace énfasis en la zona rural del municipio, particularmente en los sectores de El Palo, El Vergel, El Pedregal, La Cuchilla, El Placer, Venadillo y las comunidades indígenas que habitan los Resguardos indígenas de Huellas, López Adentro y Toe. También advierte que más de 8 mil personas estarían en riesgo.