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Caquetá el 1.4% de su presupuesto para reducir la deforestación y mejorar la sostenibilidad del departamento
El Caquetá es un departamento que camina hacia la productividad sostenible y respetuosa de los recursos naturales. No en vano, en agosto de 2023 las cifras de deforestación en las zonas con proyectos de forestería comunitaria del Bajo Caguán, Cartagena del Chairá y Solano disminuyeron en un 86%, según la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.
El departamento del Caquetá tiene uno de los potenciales ambientales, turísticos, forestales y ganaderos más altos de la región Sur del país. Según Corpoamazonía, la ganadería es una de las actividades del sector primario en su economía, con 2.409.028 de hectáreas de pastos, para la crianza de al menos 1.180.470 cabezas de ganado. Sin embargo, el problema al que suele enfrentarse el desarrollo de esas economías extensivas es lograr un equilibro ambiental adecuado, sin afectar las condiciones de vida y el acceso a recursos de los ciudadanos, especialmente de los campesinos.
Por esa razón, el Plan de Desarrollo Departamental, formulado por el gobernador Luis Francisco Ruiz y su equipo de trabajo, está orientado aumentar los niveles de competitividad sostenible del departamento. Su objetivo es construir un modelo nuevo de desarrollo, apalancado en una fuerte inversión social y en la inclusión de las comunidades étnicas, con sus saberes y prácticas culturales tradicionales. Y así, aprovechar la riqueza ambiental, turística y productiva del departamento, sin poner en riesgo la soberanía de la naturaleza, el respeto de los recursos naturales ni las condiciones de vida de los habitantes en los territorios.
Para hacerlo, el departamento cuenta con recursos por el orden de los $1.6 billones, distribuidos en los proyectos a ejecutar en cinco líneas estratégicas. La principal de ellas es la de economía verde, inclusiva y sostenible, que tendrá $22.976 millones para ejecución y se invertirán en aspectos como inclusión de pequeños productores ($10.333 millones); infraestructura de producción y comercialización agrícola ($4.648 millones), ciencia, tecnología e innovación agropecuaria ($2.450 millones); conservación de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos ($2.507 millones).
Esa línea de trabajo es transversal a los sectores del agro, el turismo y el medio ambiente. Tiene la meta de aumentar el potencial de generación de empleo y los ingresos de los ciudadanos, impulsar las cadenas productivas con valor agregado y mejorar las prácticas de producción y sostenibilidad. Esto, en sectores como la ganadería, con la implementación de modelos silvopastoriles que apoyen la lucha del departamento por contener el avance de la deforestación.
Las otras líneas de trabajo también tienen recursos ya destinados. Para el desarrollo integral del tejido humano (donde están incluidos algunos ítems claves como salud, educación y cultura) se invertirá el grueso de los recursos con $1.4 billones. A infraestructura (aspecto clave para complementar la productividad de los territorios), se destinarán $144.854 millones. En cultura de paz, convivencia y respeto de los derechos humanos la partida presupuestal será de $37.352 millones y para gobernanza eficiente serán $32.479 millones más.
De esa forma, Caquetá busca ser un departamento de potencial económico, productivo y ambiental, relevante por su capacidad de generar valor desde la riqueza natural y de biodiversidad que le incluye dentro de la Amazonía colombiana. Y, sobre todo, referente del reconocimiento y la inclusión comunitaria y étnica de sus 428.162 habitantes en la ejecución del plan de desarrollo.
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En los 37 municipios del Huila la seguridad y el agro tecnificado movilizarán el crecimiento económico
Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en 2023 el departamento aportó el 1.68% del Producto Interno Bruto de la nación. Gran parte de sus réditos provienen del sector agropecuario, que tiene una importancia especial.
El departamento del Huila se ubica en un lugar estratégico del país, en el corazón agrícola de Colombia. Productos como la caña y el arroz tienen un lugar clave en su dinámica productiva, no en vano y según cálculos de la cartera de Comercio, estos representaron el 66.7% y el 58.1% de los cultivos permanentes y transitorios en junio de 2024, respectivamente. No obstante, para el fortalecimiento del campo un factor importante es lograr mejores indicadores de seguridad y convivencia.
Justo en esa línea se enfocan gran parte de los esfuerzos del gobernador Rodrigo Villalba, para quien la seguridad y el fortalecimiento de las vocaciones económicas son puntos fundamentales para potenciar la competitividad regional. Su objetivo es hacer del Huila un departamento innovador y tecnificado, mejorar el mercado laboral, la movilidad, proteger el medio ambiente y dignificar el trabajo.
Para lograrlo, la hoja de ruta del Huila propone una alianza entre todos los sectores del departamento, tomando como punto de partida la seguridad y la convivencia pacífica, eje transversal para el desarrollo económico, social y de infraestructura. El resultado que se espera de la inversión en temas como mejoramiento del orden público y aumento de la confianza en las instituciones es el impulso a las vocaciones económicas y las industrias tradicionales del departamento.
A lo anterior se suma el interés por seguir la línea de gestión ambiental que es común a todos los departamentos, desde acciones como la reducción de la carga contaminante arrojada al río Magdalena, a través de la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) con impacto en Neiva, Pitalito y La Plata. También apostar por la generación de energía de fuentes no convencionales, a través de un proyecto en el que se inviertan recursos del Sistema General de Regalías.
En cuanto a los recursos de los que dispone el Huila para sacar adelante las iniciativas, se proyecta la inversión de $4.948 billones. De los ingresos del Sistema General de Participaciones, que son un 55% del total del presupuesto, su destinación será a la inversión en educación, factor clave para impactar en asuntos como la tecnificación del agro. El 3% de los recursos del departamento se destinarán al servicio de la deuda, que cerró el año 2023 en $91.000 millones; teniendo en cuenta que el incremento de los ingresos departamentales se calcula en un 5% para el cuatrienio.
Otros proyectos como la construcción de la calzada sencilla y el mejoramiento de la vía entre Neiva y Santana, el mejoramiento del corredor de La Plata a Popayán (Cauca) y la intervención de la carretera entre esa capital y Pitalito, hacen parte de la inversión en materia de infraestructura vial. Ese es un habilitante de las condiciones para que el agro se siga fortaleciendo en el departamento, igual que otros factores como el desarrollo minero energético, la industrialización, el comercio y la internacionalización del departamento.
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Conectividad digital, vías y vivienda: los tres enclaves de la competitividad en Putumayo
El departamento tiene una alta productividad, especialmente en el sector acuícola. El pirarucú, la cachama y el bagre son las cadenas productivas de más alta incidencia, según el Sistema de Información para la Planificación Rural Agropecuaria. La conexión del departamento es el reto para seguir apalancando su desarrollo.
Putumayo es uno de los departamentos que hacen parte de Arco Amazónico, donde hay una transición natural de los llanos de la Orinoquía a las selvas de la Amazonía. Por esa razón, es también un sitio de especial productividad en sectores como el acuícola, el forestal y el agropecuario. Según el Ministerio de Comercio, en agosto de 2024 los cultivos permanentes de mayor incidencia allí fueron el plátano y la caña (37.7% y 31.1%, respectivamente). En cuanto a los cultivos transitorios, el más importante fue la yuca, que representó el 62.5% de las siembras de ese tipo.
Pese a su alta productividad y un Producto Interno Bruto calculado en $5.795 millones para 2023 el departamento enfrenta tres restos que podrían potenciar su desarrollo competitivo: la conectividad digital (acceso y uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones), transporte y vías (red vial primaria y secundaria, transporte aéreo y fluvial) y la vivienda (soluciones de habitación digna, ordenamiento territorial, desarrollo urbano, servicios públicos y saneamiento básico) para sus 388.716 habitantes.
Justo esos son los temas claves que el gobernador, Carlos Andrés Marroquín, adoptó junto a su equipo de trabajo para la elaboración del Plan de Desarrollo Departamental, y los agrupó en una línea estratégica de trabajo denominada “desarrollo competitivo para la gente”. El objetivo es promover el desarrollo económico rural a través de estrategias de infraestructura vial, equipamientos, movilidad y conectividad, lo que permitirá avanzar en la integración regional y la conexión de los 13 municipios y sus áreas rurales. También intervendrán los aeropuertos regionales, mejorarán los muelles y harán mantenimiento a los canales navegables del departamento.
En cuanto a la conectividad digital, se desarrollarán tres programas de promoción del uso de internet, radiodifusión y producción audiovisual, que se sumarán al diseño de aplicaciones innovadoras. Cabe resaltar que en otros departamentos del sur del país la tecnología se aplicará también en la implementación de modelos robóticos de control de deforestación y protección de la biodiversidad. Finalmente, buscan reducir el déficit cualitativo y cuantitativo de vivienda en el departamento a través de proyectos de mejoramiento y construcción de viviendas de interés social, así como la ampliación de la prestación de servicios públicos a comunidades vulnerables.
Para la ejecución de esos proyectos, el departamento dispondrá de una partida presupuestal de $2.6 billones. La línea de desarrollo competitivo para la gente tiene una asignación de $219.737 millones. Las otras tres en las que se divide la hoja de ruta del Putumayo también tienen recursos asignados: $2.2 billones para calidad y bienestar de la gente; $104.350 millones a participación y gobernabilidad; y $58.747 millones en productividad del campo.
Así, el Putumayo le apuesta a llegar al 2027 consolidado como un departamento referente en conectividad y desarrollo rural, con posicionamiento de los productos amazónicos en nuevos mercados y con un bajo índice de pobreza multidimensional, que sustente la calidad de vida de sus comunidades.
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Territorio con seguridad: la prioridad para los 1.3 millones de habitantes del Tolima
En el primer semestre de 2024 el departamento del Tolima tuvo una reducción importante en la incidencia de delitos como el homicidio, resultado de las políticas de seguridad de la Gobernación. En El Líbano, Honda y Fresno se lograron cifras positivas por encima del 50%, según la administración.
El departamento del Tolima tiene uno de los aparatos productivos más significativos del país, con 116.835 Unidades Productoras Agropecuarias registradas en la última Encuesta Nacional Agropecuaria del DANE, realizada en 2019. La caña y el plátano fueron los cultivos permanentes de mayor incidencia en agosto de 2024, según el Ministerio de Comercio, con participaciones de 53.9% y 13%, respectivamente. En cuanto a los cultivos transitorios, el más importante fue el arroz, que ocupó el 62.7% de su matriz de producción agrícola.
No obstante, una de las condiciones habilitantes para el desarrollo de un agro fuerte y competitivo en el departamento es la seguridad territorial. Por eso, la gobernadora Adriana Magali Matiz y su equipo de trabajo apuestan por el fortalecimiento de las condiciones de seguridad en el departamento, que permitan no solo tener territorios más tranquilos para las poblaciones, sino también para la inversión y la producción del campo. Esa línea de trabajo tiene una participación importante dentro del plan plurianual de inversiones, cuyo monto total es de $4.4 billones de pesos.
El sector de innovación en seguridad, que incluye obras como la construcción y dotación de comandos de Policía en las subregiones del departamento, incluye también temas relacionados con las víctimas del conflicto armado y su reparación integral, que en el Tolima son 222.998, según la Unidad para las Víctimas. Se implementarán estrategias innovadoras de seguridad regional, focalización urbana y rural bajo el enfoque de seguridad, convivencia y desarrollo social.
El dinero necesario para la ejecución de sus proyectos se ejecutará en vigencias anualizadas equitativamente: $1.039.297 millones en 2024, $1.216.314 millones para el 2025, $1.131.290 millones en 2026 y $1.081.898 para el 2027. La principal fuente de ingresos será el Sistema General de Participaciones ($3.069 billones), seguida por los recursos propios de libre destinación y de destinación específica ($621.258 millones) y aportes de la Nación ($282.521 millones).
La consolidación de la seguridad en el departamento permitirá la implementación del segundo bloque estratégico del Plan de Desarrollo Departamental, que se basa en los principios de innovación, inclusión y sostenibilidad para el fomento de corredores productivos estratégicos y la especialización productiva de las seis subregiones del Tolima. Esto permitirá no solo diversificar la productividad, sino también generar las competencias y capacidades para que los índices de calidad del sector agrícola, que es el más fuerte, mejoren e impacten la competitividad.
Lo anterior también facilita la integración de cadenas de valor y promueve la colaboración de actores públicos y privados para el fortalecimiento de las capacidades productivas y el mejoramiento de la calidad de vida de sus 1.380.948 habitantes. Esto, de la mano del aumento de capacidades del gobierno territorial, el apoyo a organismos comunales con herramientas tecnológicas para la competitividad, la transparencia y la eficacia en la administración pública. Así, el Tolima avanzará hacia la productividad con garantías para el campo y para la vida.
*Este es un contenido desarrollado en el marco de la iniciativa Construyendo Regiones de Progreso, de la Federación Nacional de Departamentos, y apoyado por El Espectador.