Desplazaron al exalcalde de un municipio de Santander por amenazas del Eln

William Herrera, exalcalde del municipio de Gámbita, en el departamento de Santander, tuvo que abandonar su vivienda en Mistrató, Risaralda, tras amenazas del Eln, y se desplazó a Bucaramanga junto a su familia.

En una entrevista, Herrera le contó a Blu Radio que las amenazas comenzaron desde noviembre de 2021. Según él, al principio eran llamadas extorsivas de personas que afirmaban ser integrantes del Eln. “Mi ayudante recibió una llamada en la que le pidieron siete millones de pesos”, afirmó.

Asimismo, Herrera acudió a diferentes entidades para denunciar lo que estaba pasando. Fue a interponer una denuncia ante el Gaula en Pereira, pero la solicitud no fue recibida porque, según las autoridades, la extorsión no se materializó. El exfuncionario también informó a la Personería de Mistrató sobre lo que estaba pasando, pero tampoco tuvo respuesta.

Además, la Alcaldía de ese mismo municipio dijo que “por temas de orden público” la Policía no podía hacer presencia en la zona donde Herrera estaba recibiendo las presuntas extorsiones. “Está restringido el desplazamiento de policías a la zona rural en especial hacia el territorio de San Antonio del Chamí”, se lee en un documento oficial publicado por Blu Radio.

A pesar de que el exalcalde intentó permanecer con normalidad en su territorio, posteriormente denunció que las iniciales del Eln fueron dibujadas en la fachada de su casa. “Había letreros del ELN que decían muerte a sapos y políticos del Centro Democrático”, afirmó.

Herrera fue alcalde de Gámbita para el periodo 2012-2015. Actualmente, se desempeña como funcionario de la Contraloría General de la República, y hace casi dos años la Fiscalía le imputó cargos a él y a dos funcionarios de su pasada administración por hechos que sucedieron el 1 de enero de 2016, fecha en la que Herrera presuntamente emitió 12 actos administrativos para que reembolsaran gastos a favor suyo y de un tercero.

“El ente acusador le imputó cargos al exalcalde por los delitos de prevaricato por acción en concurso homogéneo y sucesivo, y en concurso heterogéneo con prevaricato por omisión”, declaró la Fiscalía en un comunicado a la opinión pública.

Desde el 18 de marzo, Herrera se encuentra en Bucaramanga junto a su familia, pero aún no se siente seguro y afirma temer por su vida y la de sus seres queridos.

William Herrera, exalcalde del municipio de Gámbita, en el departamento de Santander, tuvo que abandonar su vivienda en Mistrató, Risaralda, tras amenazas del Eln, y se desplazó a Bucaramanga junto a su familia.

En una entrevista, Herrera le contó a Blu Radio que las amenazas comenzaron desde noviembre de 2021. Según él, al principio eran llamadas extorsivas de personas que afirmaban ser integrantes del Eln. “Mi ayudante recibió una llamada en la que le pidieron siete millones de pesos”, afirmó.

Asimismo, Herrera acudió a diferentes entidades para denunciar lo que estaba pasando. Fue a interponer una denuncia ante el Gaula en Pereira, pero la solicitud no fue recibida porque, según las autoridades, la extorsión no se materializó. El exfuncionario también informó a la Personería de Mistrató sobre lo que estaba pasando, pero tampoco tuvo respuesta.

Además, la Alcaldía de ese mismo municipio dijo que “por temas de orden público” la Policía no podía hacer presencia en la zona donde Herrera estaba recibiendo las presuntas extorsiones. “Está restringido el desplazamiento de policías a la zona rural en especial hacia el territorio de San Antonio del Chamí”, se lee en un documento oficial publicado por Blu Radio.

A pesar de que el exalcalde intentó permanecer con normalidad en su territorio, posteriormente denunció que las iniciales del Eln fueron dibujadas en la fachada de su casa. “Había letreros del ELN que decían muerte a sapos y políticos del Centro Democrático”, afirmó.

Herrera fue alcalde de Gámbita para el periodo 2012-2015. Actualmente, se desempeña como funcionario de la Contraloría General de la República, y hace casi dos años la Fiscalía le imputó cargos a él y a dos funcionarios de su pasada administración por hechos que sucedieron el 1 de enero de 2016, fecha en la que Herrera presuntamente emitió 12 actos administrativos para que reembolsaran gastos a favor suyo y de un tercero.

“El ente acusador le imputó cargos al exalcalde por los delitos de prevaricato por acción en concurso homogéneo y sucesivo, y en concurso heterogéneo con prevaricato por omisión”, declaró la Fiscalía en un comunicado a la opinión pública.

Desde el 18 de marzo, Herrera se encuentra en Bucaramanga junto a su familia, pero aún no se siente seguro y afirma temer por su vida y la de sus seres queridos.