Detalles de la masacre en Landázuri que deja nueve muertos
En las últimas horas, encontraron el cuerpo de la quinta persona acusada de participar en el asesinato de la familia del profesor Álvaro Díaz.
El alcalde del municipio de Landázuri, en Santander, Marlon Ballén, confirmó el asesinato de la quinta persona acusada de participar en la masacre del profesor Álvaro Díaz y de su familia (esposa y dos hijos), quienes fueron torturados, asesinados y calcinados durante el fin de semana, dentro de su vivienda.
Lea: Investigan asesinato de cuatro miembros de una familia en Landázuri (Santander)
“Seguimos lamentando este grave hecho, que enloda la imagen de este bello municipio y que acabó con la vida de Álvaro Gómez Pineda, su esposa Loiden Acuña Pérez, su hija Karen Julieth Díaz Acuña (13 años) y su hijo Juan Sebastián Díaz Acuña”, indicó Ballén.
El crimen ocurrió en zona rural del municipio, en el sector conocido como Miralindo, de la vereda Buenos Aires, en la madrugada del pasado domingo 11 de septiembre, en medio de extrañas circunstancias de las que se manejan diferentes versiones.
Entre las principales está un hecho de intolerancia, ya que según confirmó el secretario del Interior de Santander, Jhon Jaime Ruiz, “el docente estaba departiendo con un grupo de conocidos en su finca. En la reunión se habría desatado una discusión y posteriormente una riña que terminó en tragedia”.
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Las otras dos versiones están relacionadas con dinero. En la primera se habla de un intento de robo, que terminó en el asesinato de la familia ante la negativa de entregar los objetos de valor. En la segunda se habla de una deuda que no habrían pagado Díaz.
Sobre lo que ocurrió, el alcalde Ballén aseguró a Blu Radio que “se produjo una agresión, el profesor, en ningún momento, peleó con ellos. Ellos llegaron borrachos a una tienda pegada a la casa y llegaron a agredirlo. El profesor no era de peleas, era una persona muy alegre. (…) Les había prestado plata, les daba mercado, les había fiado, en fin. Como eran empleados, él les suministraba mercado. Ellos ya tenían previsto robarlo e irse de la zona”.
Lo cierto es que los sujetos atacaron con armas blancas a los cuatro miembros de la familia, los asesinaron y luego intentaron incinerar sus cuerpos para no dejar rastro, pero en el hecho resultó herida la empleada de la familia, quien logró huir y avisó a los vecinos sobre el crimen.
Lo que vino después fue la segunda parte de la tragedia. Según indicó a Vanguardia el comandante de la Policía de Santander, coronel Franklin Cruz, la vereda está a cuatro horas del casco urbano y el acceso es solo posible en moto, por lo que el desplazamiento de los uniformados como de los militares se demoró.
Mientras tanto, la comunidad tomó justicia por mano propia y se desplegó por los diferentes caminos que salen de la vereda, por lo que fácilmente encontraron y lincharon a las cinco personas acusadas de cometer la masacre de la familia Díaz Acuña.
Dos de los cuerpos fueron encontrados a dos kilómetros de Miralindo, en el corregimiento de Plan de Armas, mientras que otros dos, entre ellos una mujer, fueron hallados en la vereda Las Delicias, con tiros de gracia. Del quinto no se conocen los detalles.
El hecho ha generado todo tipo de reacciones. En el municipio se decretó el toque de queda y la ley seca, en respuesta a la solicitud del gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, quien además indicó que a la zona se desplazaría una comisión de investigadores del CTI para hacer el levantamiento y aclarar lo que ocurrió.
Por su parte, el secretario del Interior resaltó que este lunes 12 de septiembre se hará en el municipio un consejo de seguridad para determinar nuevas medidas preventivas, mientras que la procuradora de Santander, Magda Liliana Buendía, exigió celeridad en la investigación de la masacre.
El alcalde del municipio de Landázuri, en Santander, Marlon Ballén, confirmó el asesinato de la quinta persona acusada de participar en la masacre del profesor Álvaro Díaz y de su familia (esposa y dos hijos), quienes fueron torturados, asesinados y calcinados durante el fin de semana, dentro de su vivienda.
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“Seguimos lamentando este grave hecho, que enloda la imagen de este bello municipio y que acabó con la vida de Álvaro Gómez Pineda, su esposa Loiden Acuña Pérez, su hija Karen Julieth Díaz Acuña (13 años) y su hijo Juan Sebastián Díaz Acuña”, indicó Ballén.
El crimen ocurrió en zona rural del municipio, en el sector conocido como Miralindo, de la vereda Buenos Aires, en la madrugada del pasado domingo 11 de septiembre, en medio de extrañas circunstancias de las que se manejan diferentes versiones.
Entre las principales está un hecho de intolerancia, ya que según confirmó el secretario del Interior de Santander, Jhon Jaime Ruiz, “el docente estaba departiendo con un grupo de conocidos en su finca. En la reunión se habría desatado una discusión y posteriormente una riña que terminó en tragedia”.
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Las otras dos versiones están relacionadas con dinero. En la primera se habla de un intento de robo, que terminó en el asesinato de la familia ante la negativa de entregar los objetos de valor. En la segunda se habla de una deuda que no habrían pagado Díaz.
Sobre lo que ocurrió, el alcalde Ballén aseguró a Blu Radio que “se produjo una agresión, el profesor, en ningún momento, peleó con ellos. Ellos llegaron borrachos a una tienda pegada a la casa y llegaron a agredirlo. El profesor no era de peleas, era una persona muy alegre. (…) Les había prestado plata, les daba mercado, les había fiado, en fin. Como eran empleados, él les suministraba mercado. Ellos ya tenían previsto robarlo e irse de la zona”.
Lo cierto es que los sujetos atacaron con armas blancas a los cuatro miembros de la familia, los asesinaron y luego intentaron incinerar sus cuerpos para no dejar rastro, pero en el hecho resultó herida la empleada de la familia, quien logró huir y avisó a los vecinos sobre el crimen.
Lo que vino después fue la segunda parte de la tragedia. Según indicó a Vanguardia el comandante de la Policía de Santander, coronel Franklin Cruz, la vereda está a cuatro horas del casco urbano y el acceso es solo posible en moto, por lo que el desplazamiento de los uniformados como de los militares se demoró.
Mientras tanto, la comunidad tomó justicia por mano propia y se desplegó por los diferentes caminos que salen de la vereda, por lo que fácilmente encontraron y lincharon a las cinco personas acusadas de cometer la masacre de la familia Díaz Acuña.
Dos de los cuerpos fueron encontrados a dos kilómetros de Miralindo, en el corregimiento de Plan de Armas, mientras que otros dos, entre ellos una mujer, fueron hallados en la vereda Las Delicias, con tiros de gracia. Del quinto no se conocen los detalles.
El hecho ha generado todo tipo de reacciones. En el municipio se decretó el toque de queda y la ley seca, en respuesta a la solicitud del gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, quien además indicó que a la zona se desplazaría una comisión de investigadores del CTI para hacer el levantamiento y aclarar lo que ocurrió.
Por su parte, el secretario del Interior resaltó que este lunes 12 de septiembre se hará en el municipio un consejo de seguridad para determinar nuevas medidas preventivas, mientras que la procuradora de Santander, Magda Liliana Buendía, exigió celeridad en la investigación de la masacre.