El liderazgo de Miller Correa, el indígena asesinado en el Cauca
El hombre de 40 años, que era autoridad indígena en el resguardo de Tacueyó, fue asesinado el pasado 14 de marzo.
Una caravana de cientos de indígenas, con globos blancos, acompañaron la siembra (entierro) de José Miller Correa hasta la vereda Damian, donde hace 40 años nació. El líder indígena de Tacueyó fue asesinado el pasado lunes 14 de marzo en la vía que comunica a Popayán con el municipio de El Tambo, lo que produjo protestas de la comunidad como reacciones de organizaciones internacionales, que rechazaron el crimen.
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Una caravana de cientos de indígenas, con globos blancos, acompañaron la siembra (entierro) de José Miller Correa hasta la vereda Damian, donde hace 40 años nació. El líder indígena de Tacueyó fue asesinado el pasado lunes 14 de marzo en la vía que comunica a Popayán con el municipio de El Tambo, lo que produjo protestas de la comunidad como reacciones de organizaciones internacionales, que rechazaron el crimen.
No es para menos. Correa era un reconocido líder de las comunidades del norte del Cauca, que desde muy joven se interesó por los procesos organizativos indígenas, pese a tener origen mestizo. Estudio en el colegio Quintín Lame de la comunidad de Tacueyó y de allí pasó a integrar el Movimiento Juvenil Álvaro Ulcué Chocué, donde comenzó su ascenso como líder.
Creció en una familia donde su mamá fue la cabeza del hogar. A su padre lo asesinaron en 1991 y desde entonces ella fue la encargada de sacar adelante a Miller y a Rubén Darío, su hermano. “De él se pueden decir muchas cosas, como que era muy amable, sociable y muy buen líder. Con él nunca hubo conflicto, aunque tenía un carácter especial, que es resultado de una buena formación familiar, social y de liderazgo”, señala Jaime Díaz, Thuthenas (consejero) de Tacueyó.
Cómo líder, fue coordinador de familia de un proyecto de la comunidad, gobernador indígena y luego secretario de Gobierno y de Educación de Toribío. A la par, fue considerado, en 2011, autoridad indígena y con ello, desde el 2019, coordinador del proyecto Nasa y consejero de las asociaciones de gobierno.
“Algo muy importante de su forma de ser en la política indígena es que a pesar de que soy mayo 19 años y de que él hacía parte del movimiento cívico y yo soy tradición, él me ayudaba y me aconsejaba, porque para él había que poner por encima la hermandad indígena”, dijo Díaz.
En su comunidad, desde 2017, Miller se propuso la tarea de reconstruir el gobierno indígena local. “No era cambiar solo el nombre, sino devolver las raíces para reconstruir el gobierno propio, que se hace desde el sentir y no desde el pensar, es decir, desde la recuperación de la lengua materna (nasa yuwe)”, manifestó Díaz.
El asesinato
En la noche del pasado lunes, las autoridades encontraron el cuerpo de Miller sobre la vía que conduce de Popayán al municipio de El Tambo. Había salido de una reunión en la capital del Cauca y se dirigía para su casa. Junto a él no se encontraron ni sus papeles, celular, ni la camioneta que le había dado la Unidad Nacional de Protección.
Para las autoridades indígenas esto no fue un hecho fortuito. El pasado 7 de marzo, el nombre de Miller apareció en un panfleto firmado por las Águilas Negras Bloque Suroccidente de Colombia, mientras que este miércoles 16 de marzo apareció otro en el que se responsabilizaban de su asesinato y nombran a otros líderes de la región a los que dicen “dar de baja”.
“Creemos que es un crimen político en la medida en que las circunstancias y las evidencias alrededor de la escena de los hechos indican que no se trata de un simple robo. Estamos convencidos de que se trata de una retaliación por lo sucedido el fin de semana pasado por el liderazgo que ha dado el movimiento indígena caucano en torno a los resultados que motivó las amenazas”, indicó Mauricio Capaz Lectamo, Consejero Mayor del CRIC de la zona norte, refiriéndose a la masiva participación de la comunidad en las más recientes votaciones.
Mientras la comunidad despedía a Correa. Las autoridades anunciaron la captura de un hombre que estaba en el lugar donde fue encontrada la camioneta que hurtaron al líder indígena. A la espera, las embajadas de Alemania, España, Francia e Italia, entre otras 12 delegaciones, así como la Delegación de la Unión Europea, las Naciones Unidas, la Misión de Verificación de la ONU y la Oficina del Alto Comisionado para la ONU, pidieron una pronta investigación del asesinato, así como acciones que garanticen la protección de las comunidades indígenas.
“En diferentes ocasiones participamos en reuniones con el defensor Correa y con líderes y lideresas del Pueblo Indígena Nasa del norte del Cauca, quienes nos informaron sobre la violencia que sufren en sus territorios y las amenazas recurrentes en contra de la vida de sus líderes”, indicaron en comunicado las organizaciones internacionales.
En la zona hay incertidumbre de lo que ahora pueda ocurrir, por lo que también hacen un llamado a las autoridades para garantizar su protección y a las organizaciones de derechos humanos a darle seguimiento a los procesos que se desarrollan en la zona. “Somos las raíces, tenemos más de 500 años de historia en las que ha habido abandono y desprecio. Por eso lo que reiteramos es que como indígenas también merecemos una vida digna”, concluyó Díaz.