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                                                                                                                                “El plebiscito por la paz fue una chambonada inaudita”: Francisco Gutiérrez

                                                                                                                                A propósito del lanzamiento de su libro “¿Un nuevo ciclo de la guerra en Colombia?”, el investigador habla de la situación que vive el país en términos de seguridad y de la urgencia de recomponer el rumbo en momentos en que la violencia se ha exacerbado en varias zonas del país.

                                                                                                                                Marcela Osorio Granados

                                                                                                                                Editora Multimedia
                                                                                                                                Solo en lo que va del año en el país se han registrado más de 60 masacres. / AFP
                                                                                                                                Foto: AFP - LEONARDO CASTRO
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Para hablar de un nuevo ciclo de violencia en el país, que es la base del libro, hay que preguntarse si hubo antes una etapa de calma. ¿Se puede hablar de la existencia de un período de paz tras la firma del Acuerdo con las Farc?

                                                                                                                                La gente piensa a veces que nunca hubo un descenso en el conflicto, pero si uno considera tanto las cifras como los actores involucrados, sí hubo un cambio grande. En el caso reciente, las dos agencias armadas más grandes -que fueron los paramilitares y las Farc- se desmovilizaron y eso significó entre 40 mil y 50 mil personas en armas que volvieron a la vida civil. Eso es una cifra gigantesca y es difícil poder decir que no hubo nada. Y de hecho, todos los que se han preocupado por hacer los conteos y el registro del conflicto armado de manera seria, por ejemplo el Cerac, mostraron que hubo un descenso real. Efectivamente hubo una ruptura con lo que uno puede llamar la guerra contrainsurgente. Y ahora estamos frente a otra dinámica, con otros actores. Lo que hay que entender es que esa paz que hubo tras la salida de las Farc nunca dejó de ser una paz caliente, una paz difícil y con el incumplimiento masivo de la implementación del Acuerdo empezaron a salirse de madre muchas dinámicas.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Creo que es algo muy público, muy difícil de no ver. Lo malo es que comienza con Santos, que incumplió cosas desde el principio, recuerde cuando los exmiembros de las Farc llegaron a los ETCR y se encontraron con unos peladeros, eso fue muy simbólico. Se pueden ver todos los puntos nodales del Acuerdo de Paz. En el tema de tierras, por ejemplo, con datos del mismo Fondo Agrario, se han distribuido creo que 30 mil hectáreas, una cifra absolutamente irrisoria, y eso teniendo en cuenta que además falta saber a quién. El tema de la sustitución de cultivos ilícitos con Iván Duque cayó bajo hachazos, pero antes ya había una combinación de sustitución y erradicación que produjo cosas espantosas, como la masacre de Tumaco. Realmente lo que queda es la entrega de armas, eso fue muy real, y la justicia transicional, aunque el gran programa del gobierno Duque es desmontarla. Realmente solo queda el Acuerdo de Paz como programa para imaginarse un tránsito hacia la paz, pero desde el punto de vista institucional y de políticas públicas queda muy poco.

                                                                                                                                ¿Se puede decir entonces que la paz dejó de ser una política de Estado y se convirtió en un programa de Gobierno?

                                                                                                                                Lo que pasa es que la paz nos dividió mucho y eso, aunque no siempre sucede, tampoco es tan extraordinario. Ha pasado en muchas coyunturas, en muchas sociedades. La paz nos dividió y generó una oposición política feroz. Esa oposición ganó un par de concursos electorales y eso, naturalmente, fracturó mucho la implementación de los Acuerdos. El problema es que la ventana de oportunidad no va a estar abierta toda la vida. De hecho, se está cerrando aceleradamente y muchos de los efectos que se generaron son irreversibles.

                                                                                                                                Francisco Gutiérrez Sanín
                                                                                                                                Foto: Cortesía

                                                                                                                                ¿Hubo división o una polarización?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Usted plantea que desde que existió el Acuerdo comenzaron a hacerse cambios y que el primero fue la refrendación de lo pactado a través del plebiscito. ¿Fue un error?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Cuáles son los costos para el país del incumplimiento del Acuerdo de Paz?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Con los niveles de incumplimiento y lo que está pasando en las regiones, ¿se puede decir que el Acuerdo ya está muerto?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Hay condiciones para seguir adelante, más allá de la voluntad política?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Cómo evitar que se recrudezca esta tercera ola de violencia?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Estos incumplimientos tienen efectos irreversibles. Ya la gente que se va no vuelve, pero sí creo que hay posibilidad de mitigación. Lo que no veo es mucha gente parándole bolas al tema, que de hecho es una de las cosas que motivan haber hecho este libro de coyuntura. Por ejemplo, ¿por qué el presidente Duque no se reunió con la minga y en cambio sí se reunió con los marchantes de las Farc? La única diferencia fue la presión internacional, porque con el asesinato de los excombatientes, que realmente es un escándalo que clama al cielo, los embajadores claves dijeron: “Oiga, ¡pilas!”; entonces la presión internacional tuvo efecto. Pero lo que veo es una combinación muy fregada también como de hostilidad hacia la paz y el retraimiento. Realmente no veo una conexión con lo que está pasando en el país real. Lo que podemos hacer los colombianos es presionar por el cumplimiento, pero también pensar en las condiciones para que ese cumplimiento sea verosímil.

                                                                                                                                En medio de los asesinatos diarios, las masacres y los múltiples hechos de violencia ¿hay posibilidad de mantenerse optimista?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo traté de construir un mensaje que saliera de ese tremendismo, porque es muy fácil caer ahí. Lo que yo estoy diciendo, y de verdad lo creo, es que estamos en una carrera contra el tiempo con consecuencias gigantescas: aprovechar o no la ventana de oportunidad que se abrió. Y si se cierra eso marcará a nuestra generación y a las siguientes. En Colombia ha habido fuerzas pacíficas que se han desplegado con capacidad realmente admirable. Contrario al lugar común, en las grandes ciudades hay una reserva de pasión pacifista, no solo política, sino cultural y social. Lo que se necesita es una fuerza o una coalición de fuerzas que pueda traer eso al lenguaje y a hechos políticos. Existe la fantasía de que como el país cambió y es mucho más urbano, entonces no estamos frente a tanto riesgo. Y lo que yo demuestro es que aunque esa idea no es del todo absurda, en este país urbano podemos tener una guerra con elementos más brutales.

                                                                                                                                Solo en lo que va del año en el país se han registrado más de 60 masacres. / AFP
                                                                                                                                Foto: AFP - LEONARDO CASTRO
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Para hablar de un nuevo ciclo de violencia en el país, que es la base del libro, hay que preguntarse si hubo antes una etapa de calma. ¿Se puede hablar de la existencia de un período de paz tras la firma del Acuerdo con las Farc?

                                                                                                                                La gente piensa a veces que nunca hubo un descenso en el conflicto, pero si uno considera tanto las cifras como los actores involucrados, sí hubo un cambio grande. En el caso reciente, las dos agencias armadas más grandes -que fueron los paramilitares y las Farc- se desmovilizaron y eso significó entre 40 mil y 50 mil personas en armas que volvieron a la vida civil. Eso es una cifra gigantesca y es difícil poder decir que no hubo nada. Y de hecho, todos los que se han preocupado por hacer los conteos y el registro del conflicto armado de manera seria, por ejemplo el Cerac, mostraron que hubo un descenso real. Efectivamente hubo una ruptura con lo que uno puede llamar la guerra contrainsurgente. Y ahora estamos frente a otra dinámica, con otros actores. Lo que hay que entender es que esa paz que hubo tras la salida de las Farc nunca dejó de ser una paz caliente, una paz difícil y con el incumplimiento masivo de la implementación del Acuerdo empezaron a salirse de madre muchas dinámicas.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Creo que es algo muy público, muy difícil de no ver. Lo malo es que comienza con Santos, que incumplió cosas desde el principio, recuerde cuando los exmiembros de las Farc llegaron a los ETCR y se encontraron con unos peladeros, eso fue muy simbólico. Se pueden ver todos los puntos nodales del Acuerdo de Paz. En el tema de tierras, por ejemplo, con datos del mismo Fondo Agrario, se han distribuido creo que 30 mil hectáreas, una cifra absolutamente irrisoria, y eso teniendo en cuenta que además falta saber a quién. El tema de la sustitución de cultivos ilícitos con Iván Duque cayó bajo hachazos, pero antes ya había una combinación de sustitución y erradicación que produjo cosas espantosas, como la masacre de Tumaco. Realmente lo que queda es la entrega de armas, eso fue muy real, y la justicia transicional, aunque el gran programa del gobierno Duque es desmontarla. Realmente solo queda el Acuerdo de Paz como programa para imaginarse un tránsito hacia la paz, pero desde el punto de vista institucional y de políticas públicas queda muy poco.

                                                                                                                                ¿Se puede decir entonces que la paz dejó de ser una política de Estado y se convirtió en un programa de Gobierno?

                                                                                                                                Lo que pasa es que la paz nos dividió mucho y eso, aunque no siempre sucede, tampoco es tan extraordinario. Ha pasado en muchas coyunturas, en muchas sociedades. La paz nos dividió y generó una oposición política feroz. Esa oposición ganó un par de concursos electorales y eso, naturalmente, fracturó mucho la implementación de los Acuerdos. El problema es que la ventana de oportunidad no va a estar abierta toda la vida. De hecho, se está cerrando aceleradamente y muchos de los efectos que se generaron son irreversibles.

                                                                                                                                Francisco Gutiérrez Sanín
                                                                                                                                Foto: Cortesía

                                                                                                                                ¿Hubo división o una polarización?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Usted plantea que desde que existió el Acuerdo comenzaron a hacerse cambios y que el primero fue la refrendación de lo pactado a través del plebiscito. ¿Fue un error?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                ¿Cuáles son los costos para el país del incumplimiento del Acuerdo de Paz?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Con los niveles de incumplimiento y lo que está pasando en las regiones, ¿se puede decir que el Acuerdo ya está muerto?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Hay que ser realista y a la vez optimista, porque si no a uno le dan ganas de meterse a un hueco. A mí las cuentas y las cifras que hay sobre el porcentaje de avance de la implementación de los Acuerdos cada vez me parecen más un acto de numerología y no de estadística. Hay además una confusión muy fuerte entre actividades y objetivos cumplidos. Se pueden hacer talleres contra la violencia, pero al día siguiente matan a dos líderes sociales. Eso no funciona así, y es de hecho una especie de canto a la ineficiencia. Respecto al Acuerdo, no diría apague y vámonos, entre otras cosas porque el Acuerdo en todo caso propone un programa que la sociedad debe pensar en temas de cultivos, tierras y relación con el Estado. En ese sentido creo que el Acuerdo está vivo, pero en términos de cumplimientos creo que este Gobierno lo destruyó a hachazos, y de manera muy taimada, porque lo que querían era tener aceptación internacional, pero por otra parte desmontarlo.

                                                                                                                                ¿Hay condiciones para seguir adelante, más allá de la voluntad política?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El argumento del Gobierno sobre la falta de plata para implementar el Programa de Sustitución de Cultivos, por ejemplo, es mínimo y es mezquino. La razón es muy sencilla, y es que el propio Gobierno -y en eso este Gobierno no tiene nada de particular- está diciendo que el tema de los cultivos ilícitos en Colombia es no solo un problema de seguridad nacional, sino el problema de seguridad nacional. Y entonces si eso tiene tanta centralidad, si estamos frente a la oportunidad realmente de ir desmontando -porque además las cifras han mostrado que los campesinos cumplen masivamente- por qué no meterle el hombro. Y las fuentes de financiación de hecho se podrían conseguir, entre otras cosas, con temas como el Predial. Es decir, había fuentes para hacer una política de Estado, aumentar el alcance territorial del Estado, afincar la sustitución en una presencia real del Estado y encubrir eso con el predial que para los grandes propietarios en Colombia es bajísimo. Eso nunca ni se consideró y sin embargo, había una oportunidad abierta. Es un problema de financiación, pero en el fondo hay un tema de política pública, de opciones, de capacidades administrativas y también de acciones distributivas.

                                                                                                                                ¿Cómo evitar que se recrudezca esta tercera ola de violencia?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Estos incumplimientos tienen efectos irreversibles. Ya la gente que se va no vuelve, pero sí creo que hay posibilidad de mitigación. Lo que no veo es mucha gente parándole bolas al tema, que de hecho es una de las cosas que motivan haber hecho este libro de coyuntura. Por ejemplo, ¿por qué el presidente Duque no se reunió con la minga y en cambio sí se reunió con los marchantes de las Farc? La única diferencia fue la presión internacional, porque con el asesinato de los excombatientes, que realmente es un escándalo que clama al cielo, los embajadores claves dijeron: “Oiga, ¡pilas!”; entonces la presión internacional tuvo efecto. Pero lo que veo es una combinación muy fregada también como de hostilidad hacia la paz y el retraimiento. Realmente no veo una conexión con lo que está pasando en el país real. Lo que podemos hacer los colombianos es presionar por el cumplimiento, pero también pensar en las condiciones para que ese cumplimiento sea verosímil.

                                                                                                                                En medio de los asesinatos diarios, las masacres y los múltiples hechos de violencia ¿hay posibilidad de mantenerse optimista?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Yo traté de construir un mensaje que saliera de ese tremendismo, porque es muy fácil caer ahí. Lo que yo estoy diciendo, y de verdad lo creo, es que estamos en una carrera contra el tiempo con consecuencias gigantescas: aprovechar o no la ventana de oportunidad que se abrió. Y si se cierra eso marcará a nuestra generación y a las siguientes. En Colombia ha habido fuerzas pacíficas que se han desplegado con capacidad realmente admirable. Contrario al lugar común, en las grandes ciudades hay una reserva de pasión pacifista, no solo política, sino cultural y social. Lo que se necesita es una fuerza o una coalición de fuerzas que pueda traer eso al lenguaje y a hechos políticos. Existe la fantasía de que como el país cambió y es mucho más urbano, entonces no estamos frente a tanto riesgo. Y lo que yo demuestro es que aunque esa idea no es del todo absurda, en este país urbano podemos tener una guerra con elementos más brutales.

                                                                                                                                Por Marcela Osorio Granados

                                                                                                                                Especializada en temas de política, paz y posconflicto. Magíster en Estudios Políticos del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia. Periodista con 16 años de experiencia en prensa, periodismo digital y creación y presentación de productos audiovisuales.@marcelaosorio24mosorio@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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