“El problema de seguridad de Bucaramanga no se resuelve solo con policía”
En lo que va de 2021, en el área metropolitana de Bucaramanga se han registrado 6.000 capturas por diferentes delitos, 3.624 de las cuales son en la capital santandereana. Entrevista con la secretaria del Interior municipal, Melissa Franco.
La crisis de inseguridad que azota al país no es ajena a Bucaramanga. En los primeros siete meses del año se registraron 145 homicidios en la capital santandereana —en hechos relacionados con riñas, sicariato, homicidio intencional e incluso atracos— y se ha registrado un considerable aumento en el hurto a personas, bajo sus modalidades de “raponazo” y “cosquilleo”, y de motocicletas. Solo en julio se registraron 672 delitos asociados al hurto. La Secretaría del Interior municipal ha detectado que las zonas donde más se presentan estos delitos son el Norte, Girardot, Centenario y Mutis, y a diferencia de los hurtos, que por lo general se presentan en la mañana, tanto las riñas como los homicidios se cometen en horario nocturno. La preocupación se traslada a las calles y a los ciudadanos, que sienten que la situación cada vez se está saliendo más de control. De acuerdo con la última encuesta de percepción de seguridad en Bucaramanga, Mi Voz, Mi Ciudad, aplicada por el programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, el 55 % de las 1.745 personas encuestadas en el área metropolitana dijo sentir que la ciudad no es segura, aunque el 62,6 % no ha sido víctima de la delincuencia.
Con este panorama como telón de fondo, esta semana la Contraloría le hizo un llamado a la administración municipal ante la no ejecución de un presupuesto de $24.000 millones destinado para las estrategias de seguridad y convivencia en la ciudad. Según el contralor de Bucaramanga, Rolando Noriega, hay falta de gestión para atender las necesidades de primera mano en materia de seguridad y es necesario que se inicien las gestiones.
Mientras tanto, la Secretaría del Interior de Bucaramanga asegura que está trabajando en campañas operativas con la Policía, que en las cifras demuestran un incremento del 26 % en capturas por delitos y en campañas preventivas para concientizar a las personas sobre la compra de objetos robados, el uso de parqueaderos y la recuperación de espacios públicos ocupados por la criminalidad. En entrevista con El Espectador, la secretaria del Interior municipal, Melissa Franco, habla de esta problemática, el aumento de delitos, las estrategias implementadas en la ciudad y los resultados de los últimos meses.
También puede leer: ¿Qué hay detrás del aumento de la inseguridad en Barranquilla?
¿Cómo están los índices de delitos en Bucaramanga?
Bucaramanga tiene incrementos principalmente en el delito de violencia intrafamiliar. Esto está relacionado con la pandemia y procesos de salud mental. Se han registrado un 29 % más de casos en comparación con años anteriores. El 90 % de las víctimas son mujeres. Otro de los delitos que más afecta al ciudadano es el hurto a personas. En Bucaramanga los que más incremento han tenido son el hurto a motocicletas y el hurto a las personas. En este momento, se están haciendo los comparativos con 2019, dado que 2020 fue un año atípico. Sí hay unos incrementos; sin embargo, no hemos alcanzado las cifras de 2019. Sobre el hurto de automotores, van veinte motos robadas. Seguramente hay un subregistro, y pueden ser más, pero la gente no denuncia, esa es una de las problemáticas.
¿Cuáles son las modalidades de hurto más frecuentes?
Son bastantes, pero el más frecuente es el “raponazo”. En el caso de las motocicletas, hay un factor de oportunidad gigante. Eso quiere decir que las personas dejan su motocicleta parqueada afuera de sus casas, o van a hacer alguna diligencia y no usan los parqueaderos. Ese parqueo en las calles ha permitido que se incremente el hurto.
¿Qué sectores han identificado como los más inseguros de la ciudad?
En lo que tiene que ver con hurto a personas hemos encontrado que Cabecera, San Francisco, Sotomayor, Provenza y el Centro son los sectores donde más se reportan hurtos. La zona más compleja de hurtos a motocicletas es Provenza. En cuanto a riñas y homicidios tenemos que el sector Norte, Campo Madrid, Betania, Alarcón, Girardot, Centenario y Mutis son donde más se presentan estos casos. De igual manera hay que mirar las horas, porque eso también es muy importante; por ejemplo: las riñas y los homicidios son en horas de las 6:00 p.m., hasta las 2:00 a.m. El hurto es lo contrario, de 6:00 a.m. a mediodía.
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¿El aumento de pie de fuerza es una estrategia efectiva para abordar el problema?
Es necesario, pero hemos manifestado que definitivamente esto no es una cuestión de policía. Cuando hacemos un análisis de la seguridad y de qué es, claramente hay un enfoque operacional y de policía que son capturas y temas relacionados, pero la seguridad son muchas cosas. Bucaramanga tiene un enfoque de seguridad multidimensional; esto quiere decir que no solamente es la fuerza pública, que obviamente debe estar, pero también son muy importantes las redes ciudadanas, los frentes de seguridad, los gremios y la sociedad.
¿Hay estrategias pensadas en atacar los problemas sociales que pueden estar detrás del aumento de criminalidad?
Desde la Secretaría de Educación estamos haciendo el análisis de deserción escolar, de cuántos no han vuelto al colegio y cuál es su situación. También estamos mirando cómo recuperar los espacios públicos de la criminalidad. Lo que hacemos con el Instituto Municipal de Cultura y con el Inderbu es llevar oferta institucional a los parques y canchas para que la gente vaya y ocupe esos lugares. Bucaramanga cuenta con gestores de convivencia, de los cuales el 80 % son mujeres; ellos apoyan con los barrios y comunas para el aprovechamiento del espacio libre. Esto lo que busca es que sientan una proximidad con sus instituciones y que retomemos esos espacios.
¿Cuáles son los delitos más recurrentes por los cuales se han capturado a personas en los últimos meses?
Hurto y tráfico de estupefacientes. Se han incrementado en un 50 % las capturas por hurto de celulares, pero también se han incrementado en un 54 % los celulares recuperados con respecto a años anteriores. Eso quiere decir que hemos estado trabajando fuerte en las capturas de hurtos a personas. El general Samuel Darío Bernal, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, hablaba de 6.000 capturas en el área metropolitana que se han hecho, eso es un 25 % más y Bucaramanga ya lleva 3.624; así que tenemos un incremento del 26 % de capturas en la ciudad.
¿Cuál es el porcentaje de efectividad de la justicia en estos casos?
Sobre la cifra de cuántos capturados quedan en libertad, tenemos un aproximado del 60 al 70 %. Eso quiere decir que debemos trabajar en reformas a la justicia, porque esos delitos que afectan al ciudadano son los llamados delitos menores, entre los cuales están el “cosquilleo” y el “raponazo”, cuando no utilizan armas; esos son los que mayormente vuelven a las calles y quedan en libertad. Lo que se ve con respecto a los delitos de microtráfico y hurto calificado es que sí se obtiene una medida de aseguramiento.
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¿En qué estrategias trabajan para que no se vuelvan a presentar enfrentamientos entre hinchas alrededor del estadio, como el que ocurrió el pasado 12 de septiembre?
Tenemos en Bucaramanga un proceso de barrismo social, que se llama “Aguante la Barra”, allí lo que estamos trabajando desde la población barrista, no solo las del equipo local, sino también de otros equipos que se encuentran en la ciudad. El enfoque del barrismo social va desde la familia y desde el ser. Es cómo apoyar a estos jóvenes a que tengan empleo y terminen su estudio. Tenemos un grupo de treinta muchachos que están acelerando su proceso de educación. Vamos a apoyarlos para que presenten las pruebas del ICFES, por eso invertimos recursos para que terminen el ciclo educativo. Cada vez que hay un partido se reúne la comisión de fútbol local, se analizan las situaciones pertinentes, si se permite o no la entrada del visitante, si se hace o no cierre de fronteras, se analizan las condiciones de seguridad, de los perímetros que serán fortalecidos.
¿Qué mensaje enviarles a los ciudadanos que, ante el aumento de inseguridad, toman la justicia por mano propia?
Hay que decirle al ciudadano que vuelva a confiar en sus instituciones. Cuando un ciudadano ejerce lesiones personales o daño contra la propiedad él también puede verse en un problema penal. Esto dificulta los procesos de policía, porque en el momento en que un policía aprenda a un infractor en flagrancia, inmediatamente lo tiene en custodia para la legalización de su captura. Si lo golpean, si hay afectaciones de diferentes formas, se cae el proceso de judicialización.
La crisis de inseguridad que azota al país no es ajena a Bucaramanga. En los primeros siete meses del año se registraron 145 homicidios en la capital santandereana —en hechos relacionados con riñas, sicariato, homicidio intencional e incluso atracos— y se ha registrado un considerable aumento en el hurto a personas, bajo sus modalidades de “raponazo” y “cosquilleo”, y de motocicletas. Solo en julio se registraron 672 delitos asociados al hurto. La Secretaría del Interior municipal ha detectado que las zonas donde más se presentan estos delitos son el Norte, Girardot, Centenario y Mutis, y a diferencia de los hurtos, que por lo general se presentan en la mañana, tanto las riñas como los homicidios se cometen en horario nocturno. La preocupación se traslada a las calles y a los ciudadanos, que sienten que la situación cada vez se está saliendo más de control. De acuerdo con la última encuesta de percepción de seguridad en Bucaramanga, Mi Voz, Mi Ciudad, aplicada por el programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, el 55 % de las 1.745 personas encuestadas en el área metropolitana dijo sentir que la ciudad no es segura, aunque el 62,6 % no ha sido víctima de la delincuencia.
Con este panorama como telón de fondo, esta semana la Contraloría le hizo un llamado a la administración municipal ante la no ejecución de un presupuesto de $24.000 millones destinado para las estrategias de seguridad y convivencia en la ciudad. Según el contralor de Bucaramanga, Rolando Noriega, hay falta de gestión para atender las necesidades de primera mano en materia de seguridad y es necesario que se inicien las gestiones.
Mientras tanto, la Secretaría del Interior de Bucaramanga asegura que está trabajando en campañas operativas con la Policía, que en las cifras demuestran un incremento del 26 % en capturas por delitos y en campañas preventivas para concientizar a las personas sobre la compra de objetos robados, el uso de parqueaderos y la recuperación de espacios públicos ocupados por la criminalidad. En entrevista con El Espectador, la secretaria del Interior municipal, Melissa Franco, habla de esta problemática, el aumento de delitos, las estrategias implementadas en la ciudad y los resultados de los últimos meses.
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¿Cómo están los índices de delitos en Bucaramanga?
Bucaramanga tiene incrementos principalmente en el delito de violencia intrafamiliar. Esto está relacionado con la pandemia y procesos de salud mental. Se han registrado un 29 % más de casos en comparación con años anteriores. El 90 % de las víctimas son mujeres. Otro de los delitos que más afecta al ciudadano es el hurto a personas. En Bucaramanga los que más incremento han tenido son el hurto a motocicletas y el hurto a las personas. En este momento, se están haciendo los comparativos con 2019, dado que 2020 fue un año atípico. Sí hay unos incrementos; sin embargo, no hemos alcanzado las cifras de 2019. Sobre el hurto de automotores, van veinte motos robadas. Seguramente hay un subregistro, y pueden ser más, pero la gente no denuncia, esa es una de las problemáticas.
¿Cuáles son las modalidades de hurto más frecuentes?
Son bastantes, pero el más frecuente es el “raponazo”. En el caso de las motocicletas, hay un factor de oportunidad gigante. Eso quiere decir que las personas dejan su motocicleta parqueada afuera de sus casas, o van a hacer alguna diligencia y no usan los parqueaderos. Ese parqueo en las calles ha permitido que se incremente el hurto.
¿Qué sectores han identificado como los más inseguros de la ciudad?
En lo que tiene que ver con hurto a personas hemos encontrado que Cabecera, San Francisco, Sotomayor, Provenza y el Centro son los sectores donde más se reportan hurtos. La zona más compleja de hurtos a motocicletas es Provenza. En cuanto a riñas y homicidios tenemos que el sector Norte, Campo Madrid, Betania, Alarcón, Girardot, Centenario y Mutis son donde más se presentan estos casos. De igual manera hay que mirar las horas, porque eso también es muy importante; por ejemplo: las riñas y los homicidios son en horas de las 6:00 p.m., hasta las 2:00 a.m. El hurto es lo contrario, de 6:00 a.m. a mediodía.
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¿El aumento de pie de fuerza es una estrategia efectiva para abordar el problema?
Es necesario, pero hemos manifestado que definitivamente esto no es una cuestión de policía. Cuando hacemos un análisis de la seguridad y de qué es, claramente hay un enfoque operacional y de policía que son capturas y temas relacionados, pero la seguridad son muchas cosas. Bucaramanga tiene un enfoque de seguridad multidimensional; esto quiere decir que no solamente es la fuerza pública, que obviamente debe estar, pero también son muy importantes las redes ciudadanas, los frentes de seguridad, los gremios y la sociedad.
¿Hay estrategias pensadas en atacar los problemas sociales que pueden estar detrás del aumento de criminalidad?
Desde la Secretaría de Educación estamos haciendo el análisis de deserción escolar, de cuántos no han vuelto al colegio y cuál es su situación. También estamos mirando cómo recuperar los espacios públicos de la criminalidad. Lo que hacemos con el Instituto Municipal de Cultura y con el Inderbu es llevar oferta institucional a los parques y canchas para que la gente vaya y ocupe esos lugares. Bucaramanga cuenta con gestores de convivencia, de los cuales el 80 % son mujeres; ellos apoyan con los barrios y comunas para el aprovechamiento del espacio libre. Esto lo que busca es que sientan una proximidad con sus instituciones y que retomemos esos espacios.
¿Cuáles son los delitos más recurrentes por los cuales se han capturado a personas en los últimos meses?
Hurto y tráfico de estupefacientes. Se han incrementado en un 50 % las capturas por hurto de celulares, pero también se han incrementado en un 54 % los celulares recuperados con respecto a años anteriores. Eso quiere decir que hemos estado trabajando fuerte en las capturas de hurtos a personas. El general Samuel Darío Bernal, comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, hablaba de 6.000 capturas en el área metropolitana que se han hecho, eso es un 25 % más y Bucaramanga ya lleva 3.624; así que tenemos un incremento del 26 % de capturas en la ciudad.
¿Cuál es el porcentaje de efectividad de la justicia en estos casos?
Sobre la cifra de cuántos capturados quedan en libertad, tenemos un aproximado del 60 al 70 %. Eso quiere decir que debemos trabajar en reformas a la justicia, porque esos delitos que afectan al ciudadano son los llamados delitos menores, entre los cuales están el “cosquilleo” y el “raponazo”, cuando no utilizan armas; esos son los que mayormente vuelven a las calles y quedan en libertad. Lo que se ve con respecto a los delitos de microtráfico y hurto calificado es que sí se obtiene una medida de aseguramiento.
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¿En qué estrategias trabajan para que no se vuelvan a presentar enfrentamientos entre hinchas alrededor del estadio, como el que ocurrió el pasado 12 de septiembre?
Tenemos en Bucaramanga un proceso de barrismo social, que se llama “Aguante la Barra”, allí lo que estamos trabajando desde la población barrista, no solo las del equipo local, sino también de otros equipos que se encuentran en la ciudad. El enfoque del barrismo social va desde la familia y desde el ser. Es cómo apoyar a estos jóvenes a que tengan empleo y terminen su estudio. Tenemos un grupo de treinta muchachos que están acelerando su proceso de educación. Vamos a apoyarlos para que presenten las pruebas del ICFES, por eso invertimos recursos para que terminen el ciclo educativo. Cada vez que hay un partido se reúne la comisión de fútbol local, se analizan las situaciones pertinentes, si se permite o no la entrada del visitante, si se hace o no cierre de fronteras, se analizan las condiciones de seguridad, de los perímetros que serán fortalecidos.
¿Qué mensaje enviarles a los ciudadanos que, ante el aumento de inseguridad, toman la justicia por mano propia?
Hay que decirle al ciudadano que vuelva a confiar en sus instituciones. Cuando un ciudadano ejerce lesiones personales o daño contra la propiedad él también puede verse en un problema penal. Esto dificulta los procesos de policía, porque en el momento en que un policía aprenda a un infractor en flagrancia, inmediatamente lo tiene en custodia para la legalización de su captura. Si lo golpean, si hay afectaciones de diferentes formas, se cae el proceso de judicialización.