Empresarios podrían salvar los Parques Nacionales
Si no se actúa a tiempo, en 20 años desaparecerían reservas como Tinigua y La Macarena, en el Meta, o Tuparro en el Amazonas. La ganadería extensiva y la tala están disminuyéndolas.
Angélica María Cuevas Guarnizo
El llamado es de urgencia. Una cosa es ponerlo en cifras y decir que entre 2011 y 2012 Colombia perdió 295.892 hectáreas de bosque natural. Otra es comparar los números con algo imaginable: esas hectáreas de árboles equivalente a 1,6 veces el área total del departamento del Quindío.
Ahí la cosa comienza a tomar otro tinte. Pero cuando la directora de Parques Nacionales, Julia Miranda, se para en frente de un auditorio y advierte que la deforestación podría desaparecer, en menos de 20 años, la totalidad de áreas protegidas como Tuparro (Amazonas) y Tinigua (Meta), la pérdida de los bosques colombianos tendría que llamar la atención no solo de las autoridades ambientales y de las ONG interesadas sino de todo el país, teniendo en cuenta que 17 millones de
“Claro que nos preocupa que en (el parque) La Macarena las hectáreas de coca hayan aumentado en 1.400, pero es que hay 43 mil hectáreas que fueron arrasadas para sembrar pastos para vacas. Si Colombia no hace nada adicional en menos de 20 años perderemos estos parques. La esperanza es la restauración”, dijo Julia Miranda durante el lanzamiento del programa ‘Bio Guarda’.
Con esta iniciativa —que nace de una alianza entre el Fondo Patrimonio Natural, Parques Nacionales y la compañía Contreebute—, se espera que los empresarios del país enfoquen sus proyectos de responsabilidad social en la restauración de las reservas naturales que no solo proveen de agua y energía a sus compañías sino que permite regar la mitad de los cultivos sembrados en el país y entregan el 20% de la energía hidroeléctrica que produce Colombia.
“Los parques le están entregando a la economía mucho más de lo que la economía está retribuyendoles. Este es un proceso retador. Con estas alianzas se fortalece el trabajo de entidades públicas, a la vez que se genera un valor agregado a las empresas privadas”, dice Alberto Galán, director del Fondo Patrimonio Natural.
A través de Bio Guarda cualquier empresa podrá “adoptar” y financiar la reparación de un mínimo de 10 hectáreas de bosque. Los recursos serán administrados por Patrimonio Natural que coordinará con Parques Nacionales las acciones que se adelantarán con los pobladores de los parques en cada una de las reservas. Se construirán cercados para el establecimiento de estructuras vegetales y se realizará un monitoreo de estas hectáreas, explica Juan Luis Botero, el gerente de Contreebute, compañía que se encargará de entregarle a cada empresa asociada a Bio Guarda un informe sobre la evolución de las intervenciones.
Las empresas que participen de este proyecto se beneficiarán de una exención de impuestos del 30%, contemplado en el artículo 125 del Estatuto Tributario.
Aunque la mayoría de las áreas protegidas del país están amenzados por la tala de bosques para venta de madera ilegal, los incendios y la ganadería, tras este llamado de urgencia, el Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, una de las reservas insignias de los colombianos, será el primero en implementar este proyecto de restauración.
La Sierra es la cuna de los Tayrona, considerada la más monumental civilización indígena del país y en 1979 fue declarada por la Unesco como Reserva de la Biosfera, del Hombre y de la Humanidad. Y aunque dentro del Parque viven alrededor de 30,000 integrantes de las etnias Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa, la reserva necesita que los “hombres blancos” se interesen por conservar los ecosistemas de los que se benefician sin saberlo.
acuevas@elespectador.com
@angelicamcuevas
El llamado es de urgencia. Una cosa es ponerlo en cifras y decir que entre 2011 y 2012 Colombia perdió 295.892 hectáreas de bosque natural. Otra es comparar los números con algo imaginable: esas hectáreas de árboles equivalente a 1,6 veces el área total del departamento del Quindío.
Ahí la cosa comienza a tomar otro tinte. Pero cuando la directora de Parques Nacionales, Julia Miranda, se para en frente de un auditorio y advierte que la deforestación podría desaparecer, en menos de 20 años, la totalidad de áreas protegidas como Tuparro (Amazonas) y Tinigua (Meta), la pérdida de los bosques colombianos tendría que llamar la atención no solo de las autoridades ambientales y de las ONG interesadas sino de todo el país, teniendo en cuenta que 17 millones de
“Claro que nos preocupa que en (el parque) La Macarena las hectáreas de coca hayan aumentado en 1.400, pero es que hay 43 mil hectáreas que fueron arrasadas para sembrar pastos para vacas. Si Colombia no hace nada adicional en menos de 20 años perderemos estos parques. La esperanza es la restauración”, dijo Julia Miranda durante el lanzamiento del programa ‘Bio Guarda’.
Con esta iniciativa —que nace de una alianza entre el Fondo Patrimonio Natural, Parques Nacionales y la compañía Contreebute—, se espera que los empresarios del país enfoquen sus proyectos de responsabilidad social en la restauración de las reservas naturales que no solo proveen de agua y energía a sus compañías sino que permite regar la mitad de los cultivos sembrados en el país y entregan el 20% de la energía hidroeléctrica que produce Colombia.
“Los parques le están entregando a la economía mucho más de lo que la economía está retribuyendoles. Este es un proceso retador. Con estas alianzas se fortalece el trabajo de entidades públicas, a la vez que se genera un valor agregado a las empresas privadas”, dice Alberto Galán, director del Fondo Patrimonio Natural.
A través de Bio Guarda cualquier empresa podrá “adoptar” y financiar la reparación de un mínimo de 10 hectáreas de bosque. Los recursos serán administrados por Patrimonio Natural que coordinará con Parques Nacionales las acciones que se adelantarán con los pobladores de los parques en cada una de las reservas. Se construirán cercados para el establecimiento de estructuras vegetales y se realizará un monitoreo de estas hectáreas, explica Juan Luis Botero, el gerente de Contreebute, compañía que se encargará de entregarle a cada empresa asociada a Bio Guarda un informe sobre la evolución de las intervenciones.
Las empresas que participen de este proyecto se beneficiarán de una exención de impuestos del 30%, contemplado en el artículo 125 del Estatuto Tributario.
Aunque la mayoría de las áreas protegidas del país están amenzados por la tala de bosques para venta de madera ilegal, los incendios y la ganadería, tras este llamado de urgencia, el Parque Nacional Sierra Nevada de Santa Marta, una de las reservas insignias de los colombianos, será el primero en implementar este proyecto de restauración.
La Sierra es la cuna de los Tayrona, considerada la más monumental civilización indígena del país y en 1979 fue declarada por la Unesco como Reserva de la Biosfera, del Hombre y de la Humanidad. Y aunque dentro del Parque viven alrededor de 30,000 integrantes de las etnias Kogui, Arhuaco, Kankuamo y Wiwa, la reserva necesita que los “hombres blancos” se interesen por conservar los ecosistemas de los que se benefician sin saberlo.
acuevas@elespectador.com
@angelicamcuevas