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Esta semana hubo gran atención sobre las sesiones en el Concejo de Santa Marta, no por los temas que se debatieron, sino por la ropa que utilizó el cabildante Miguel Martínez Olano (Alianza Democrática Amplia), quien fue criticado por asistir en camiseta, bermudas y chanclas.
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La pelea fue en específico entre Martínez y el concejal Anselmo Gual, ambos del mismo partido. Este último aseguró que ese no era el tipo de vestimenta, a lo que Martínez respondió señalando que “los samarios que votaron por mí me conocen y saben que mi personalidad es extrovertida, alegre, caribe, corroncho”.
Para el concejal su vestimenta es parte de su manera de ser y que si bien el reglamento interno del Concejo no permite el uso de ropa deportiva o trajes de baño, su ropa se ajusta a las normas del Concejo. “No me quita, ni me pone, ni me hace menos, ni más que nadie”.
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Martínez también recordó que ya había realizado una denuncia contra la gobernación del Magdalena por no permitirle entrar al recinto y otras dependencias departamentales usando bermudas; en esa ocasión le dieron la razón. Además, añadió que en ningún momento ha criticado a otros concejales o su compañero de partido, como Anselmo Gual, por llegar “enguayabados” a las sesiones del Concejo.
Gual indicó que “en el orden interno del Concejo, sin excepción ninguna persona podrá portar armas de fuego, también estará prohibido ingerir bebidas alcohólicas o sustancias alucinógenas, como también el ingresar en ropa deportiva, entre paréntesis pantaloneta”.
Para Martínez, la norma de vestimenta del Concejo viola la Sentencia T595 del 2017 de la Corte Constitucional, que se refiere al desarrollo de la personalidad. “La decisión personal e íntima sobre la elección de la imagen, deviene de una manifestación específica de la identidad humana”.
Gual respondió asegurando que en el Concejo se viene a trabajar y no a pasear, razón por la cual resaltó la necesidad de ser formales tanto en la manera de hablar como en la forma en que se presentan los concejales samarios.
Ante los cuestionamientos de Gual, Martínez aseveró que no piensa cambiar su manera de vestir solo por los señalamientos que le hizo su colega. “El que no me quiera ver, que no me vea”, concluyó.