¿En qué van los cuatro macroproyectos del Fondo de Adaptación?
La Mojana, el canal del Dique, el jarillón de Cali y la reconstrucción de Gramalote son las cuatro obras en las que se concentran los esfuerzos de la entidad creada tras la ola invernal de 2010.
Carlos Eduardo Díaz Rincón
En medio de los estragos que ha ocasionado la temporada de lluvias en varias regiones del país, y ante la advertencia de los organismos meteorológicos por la intensidad y prolongación de las precipitaciones por cuenta del fenómeno de La Niña, han surgido varias preguntas respecto a los proyectos de mitigación y adaptación en zonas que históricamente han sido afectadas por las olas invernales.
Es el caso de La Mojana, el canal del Dique o el jarillón de Cali, macroproyectos que están bajo la tutela del Fondo de Adaptación, creado en 2010 en el marco de la emergencia económica, social y ecológica que se decretó en todo el país debido a las afectaciones generadas por el fenómeno de La Niña. El organismo quedó a cargo de la adaptación y reconstrucción de las zonas devastadas por la ola invernal, así como de la reactivación social y económica de esos territorios. El Espectador habló con su gerente, Raquel Garavito, para hacer un balance del estado de los macroproyectos que están en manos del Fondo y que incluyen la reconstrucción de Gramalote, el municipio nortesantandereano que en diciembre de 2010 se vino abajo por cuenta de una falla geológica.
Once años después del desastre de Gramalote, las obras continúan. La falta de acuerdos entre el Fondo de Adaptación y la Unión Temporal Nuevo Gramalote estaba retrasando la finalización del macroproyecto, ¿cómo va esta situación?
Este es un proceso que está en liquidación y nosotros, como Fondo de Adaptación, todavía tenemos unos proyectos que eran parte de esa unión temporal y otros no. Estamos en proceso de adjudicación de estos, en el caso de 128 viviendas que nos quedan pendientes. Si el plan del calendario nos da, las vamos a entregar antes de que finalice el gobierno del presidente Iván Duque.
¿Por qué se ha demorado tanto la construcción del Nuevo Gramalote?
Determinar si se ha tomado mucho tiempo o no depende de cómo se vea. Nos demoramos en hacer la gestión predial y las obras de urbanismo, pero cuando se hace el análisis de todo lo que se ha entregado y de lo que falta, creo que es un gran ejemplo para mostrar no solo en Colombia, sino a escala latinoamericana. Hemos entregado 860 viviendas de 900, 11 km en vías de acceso y el sistema de acueducto, que consta no solo de agua potable, sino de tratamiento de aguas residuales.
¿Cuál ha sido la inversión total realizada en Gramalote?
Este es un proyecto que cuesta alrededor de $576 mil millones. De esos, se han entregado $539 mil millones, y durante el gobierno Duque hemos entregado $354 mil millones. Esto significa que, si bien es un proyecto que lleva 11 años, en cuatro hemos entregado el 66 %. Nos quedan faltando $36.500 millones, que representan 128 viviendas, tres equipamientos adicionales y otras dos edificaciones que darán lugar a la culminación total de Gramalote. Pero además de esto, ya dejamos regularizada la entrega de 11 lotes adicionales de carácter institucional; son obras de infraestructura que no las ejecutó el Fondo de Adaptación por temas de procedimiento, como por ejemplo la iglesia, ya que las entidades del Estado no pueden construir edificaciones de ninguna clase de credo. También van a quedar regularizados los lotes del Banco Agrario y de la policía.
Pasemos al proyecto del canal del Dique. ¿Cuáles son las obras entregadas?
El canal del Dique es un proyecto al cual se le han invertido cerca de $350 mil millones, y esto consta de 19 obras de infraestructura. Las ejecutadas por el Fondo de Adaptación están enfocadas en la protección de los centros poblados. Nosotros estuvimos a cargo de pequeños jarillones o muros de contención que están alrededor de esos centros. Les hacemos verificación permanente.
¿Quién estará a cargo de proyectos como el de restauración de ecosistemas degradados y del mejoramiento del paso de las embarcaciones?
La obra del canal del Dique como tal, que es la estructuración y el reforzamiento del dique y la construcción de compuertas, va a ser parte de una asociación público-privada (APP) que está haciendo el Estado, de la mano de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Ya estamos en el proceso de estructuración y ha sido un proceso que, si bien técnicamente ha contado con todas las especificaciones que se requieren, ha tomado más tiempo de lo esperado, porque se han tenido que hacer cerca de 19 consultas previas.
En términos de porcentaje, ¿cómo va el macroproyecto?
Lo que pasa es que el proyecto se compone de dos. Entonces ahí no puedo dar porcentajes. Si hablo de las 19 obras, están ejecutadas al 100 %, con respecto al componente que se refiere a la protección de los centros poblados. El reforzamiento del canal del Dique como tal y la regularización de las aguas por medio de compuertas no ha empezado, porque ni siquiera se ha sacado a licitación.
¿Y los proyectos de recuperación de las estructuras y sistemas que se vieron afectadas por las inundaciones del 2010 y el 2011?
Esas obras harían parte seguramente de otro proceso, pero no hacían parte de los componentes que le fueron asignados al Fondo de Adaptación.
El Ideam declaró alerta naranja por el nivel al que llegó el canal del Dique debido a las fuertes lluvias. ¿Qué injerencia tiene esto en las obras entregadas por el Fondo?
Las obras que nosotros hemos hecho no han tenido afectación ni han tenido fisuras. Sin embargo, les hemos enviado cartas a los alcaldes de algunos de los municipios, porque se han visto comportamientos de la comunidad que pueden poner en riesgo las obras. Tenemos algunos tramos en los que los jarillones han sido perforados y en la parte superior hay asentamientos. Esto puede llegar a fracturar la obra, por lo cual estamos en permanente supervisión.
¿Cuándo inicia la construcción del dique en La Mojana?
Hace dos semanas el presidente hizo un anuncio, en el marco de una visita que hizo a La Mojana, donde manifestó que dichas obras de soluciones integrales serán ejecutadas por el Findeter. También mencionó que se le harán distintas intervenciones para lograr la regularización de las aguas. Los estudios y diseños ejecutados por el Fondo de Adaptación le fueron entregados en su totalidad al Findeter. Creo que los tiempos de ejecución los darán a conocer prontamente.
¿Cuál es la magnitud del macroproyecto de La Mojana?
Comprende 11 municipios de cuatro departamentos, y la extensión territorial es inmensa. Estamos hablando de que La Mojana tiene afluencia de tres ríos principales, por lo cual el manejo hídrico es muy complicado. Entonces hay que entender que La Mojana tiene dos situaciones: una es el manejo del dique, y la otra, es todo lo que pasa con las infraestructuras que no necesariamente forman parte del dique.
¿Cuál ha sido la inversión del Fondo de Adaptación para este macroproyecto?
Hemos invertido cerca de un billón de pesos en La Mojana (en concreto, $960 mil millones). El 86 % de esa inversión ha sido en obras de infraestructura, específicamente de reconstrucción, sobre necesidades concretas que tienen esos municipios. Me refiero, sobre todo, a lo que tiene que ver alcantarillado, sedes educativas, hospitales, vivienda y vías. Entonces, aunque esas obras no aportan a la regularización de las aguas, sí ha tocado reconstruirlas porque a la población toca reestablecerle todas esas zonas que en su momento se vieron afectadas.
¿Qué planes integrales se tienen contemplados para La Mojana?
La integralidad dependerá de lo que le arroje al Findeter los estudios que ellos elaboren. Nosotros estamos finiquitando las obras que tenemos en ejecución, que sobre todo son de atención a la población (reactivación económica, salud, etc.). El cómo vayan a ejecutar las obras del manejo del dique y de los canales será una determinación de la entidad que así contrate.
Habitantes de La Mojana aseguran que Hidroituango afecta a la región, dependiendo de si las compuertas están abiertas o cerradas. ¿Qué tanto involucra lo que pasa río arriba en La Mojana?
Las aguas son incontrolables en cualquier río. Hidroituango tiene un manejo de apertura y de cierre de compuertas que funciona de acuerdo con los niveles de agua que ellos son capaces de manejar. ¿Qué está pasando en 2021? Que se juntaron las lluvias del primer semestre con las del segundo semestre. Entonces, echarle la culpa a Hidroituango es desproporcionado hasta cierto punto, ya que el manejo del agua de La Mojana no necesariamente depende del manejo de compuertas de Hidroituango.
Líderes de Sucre sostienen que en el Punto G y en La Boca del Cura podría filtrarse el agua e inundar la cabecera municipal. ¿Qué se puede hacer para solucionarlo?
Ese es un tema que me parece que se podría hablar con la Unidad de Gestión de Riesgo, ya que ellos realizan la atención inmediata en esos puntos. Vale la pena decir que nunca se han hecho intervenciones a largo plazo en esas zonas, y que esos puntos no hacían parte de los 19 establecidos en el megaproyecto.
¿En qué contexto se enmarca el Plan Jarillón?
En dimensión y en cuantía es el proyecto integral más grande que ha tenido Colombia. Históricamente no creo que haya ningún proyecto que tenga esta complejidad. Tiene no solo un componente difícil a nivel de infraestructura, sino también un tema social y de manejo con comunidad muy grande. Estamos hablando de que Cali es una de las principales ciudades del país donde, de no construirse un Jarillón como este, la afectación no es solo sobre familias asentadas, sino sobre la ciudad en general. El desbordamiento del río es sumamente peligroso para la ciudad.
¿Cuál es el balance hasta el momento?
Hasta la fecha hemos construido 22 km de dique, de 26,1 que tenemos como meta. Ya estamos a punto de acabar. Durante el gobierno Duque hemos construido el 60 %. La idea es llegar al 97 % antes de que se acabe el gobierno. Nos va a quedar faltando un pedacito, que por más que corramos no va a ser posible entregar por procesos de ingeniería.
¿Cuál ha sido la inversión destinada a este macroproyecto?
Este es un proyecto que asciende más o menos a un billón de pesos. Cuando uno contempla esta cifra para una ciudad como Cali, entiende su dimensión. Tenemos ejecutado el 70% de un total de 975 mil millones de pesos.
El asentamiento de población en el jarillón ha sido una constante. ¿Cómo va la reubicación de estas familias?
Ya hemos reubicado 3.314 familias, de 4.815 que debemos atender. Tenemos recursos asegurados para 1.500 familias adicionales, a las cuales les vamos a entregar solución de vivienda a 580 en zonas fuera de riesgo.
¿Cómo explicar el regreso de familias que ya habían sido reubicadas al Jarillón?
A la gente le cuesta desprenderse mientras ellos no vean que están realmente afectados. Entonces, así como muchas familias en su momento se movieron, hay otras a las que aún en esta época ha sido muy difícil moverlas. Nosotros no somos autoridad de policía; el Fondo de Adaptación no puede realizar desalojos. Lo que nosotros hacemos es brindar la vivienda, y a partir del momento en que se hace la entrega, se asume que la persona y que la familia se irá para su nuevo hogar. Los procesos de invasión tienen que ser manejados directamente por la Alcaldía y la Policía, que son las autoridades competentes. Lo que sí vale la pena aclarar es lo siguiente: el Plan Jarillón ha tenido muchos rumores, como que la gente se ha visto beneficiada dos veces. Eso no pasa. Nosotros tenemos un registro de los beneficiarios inscritos, pero se crean chismes alrededor de un proyecto de esta magnitud.
En los estudios de diagnóstico se definieron seis puntos críticos del Jarillón. ¿Cómo va la intervención en estos tramos?
Varios de estos tramos ya se han ido entregando, y hay otros que nos quedan pendientes (creo que el tramo 7), pero todos los demás ya se han destrabado. Todos los frentes de trabajo están activos y con rutas de terminación para diciembre de 2021.
La Contraloría aseguró que hay tres contratos que se han suspendido varias veces, ¿qué ocurre con la contratación?
Cuando uno llega a una entidad le toca cargar con su historia. Hubo contratos que sí estuvieron suspendidos en algún momento, pero logramos llegar a acuerdos con los contratistas y ya no tenemos problema con el ente de control.
¿En qué medida la pandemia dificultó la gestión del Plan Jarillón?
Más que la pandemia, hay que recordar que Cali fue una de las ciudades que tuvo más dificultades durante el paro nacional. Tuvimos muchos inconvenientes con los contratistas porque el área del Plan Jarillón estaba muy complicada en materia de marchas. Luego, no había contratista que quisiera sacar maquinaria a trabajar en esos días.
En medio de los estragos que ha ocasionado la temporada de lluvias en varias regiones del país, y ante la advertencia de los organismos meteorológicos por la intensidad y prolongación de las precipitaciones por cuenta del fenómeno de La Niña, han surgido varias preguntas respecto a los proyectos de mitigación y adaptación en zonas que históricamente han sido afectadas por las olas invernales.
Es el caso de La Mojana, el canal del Dique o el jarillón de Cali, macroproyectos que están bajo la tutela del Fondo de Adaptación, creado en 2010 en el marco de la emergencia económica, social y ecológica que se decretó en todo el país debido a las afectaciones generadas por el fenómeno de La Niña. El organismo quedó a cargo de la adaptación y reconstrucción de las zonas devastadas por la ola invernal, así como de la reactivación social y económica de esos territorios. El Espectador habló con su gerente, Raquel Garavito, para hacer un balance del estado de los macroproyectos que están en manos del Fondo y que incluyen la reconstrucción de Gramalote, el municipio nortesantandereano que en diciembre de 2010 se vino abajo por cuenta de una falla geológica.
Once años después del desastre de Gramalote, las obras continúan. La falta de acuerdos entre el Fondo de Adaptación y la Unión Temporal Nuevo Gramalote estaba retrasando la finalización del macroproyecto, ¿cómo va esta situación?
Este es un proceso que está en liquidación y nosotros, como Fondo de Adaptación, todavía tenemos unos proyectos que eran parte de esa unión temporal y otros no. Estamos en proceso de adjudicación de estos, en el caso de 128 viviendas que nos quedan pendientes. Si el plan del calendario nos da, las vamos a entregar antes de que finalice el gobierno del presidente Iván Duque.
¿Por qué se ha demorado tanto la construcción del Nuevo Gramalote?
Determinar si se ha tomado mucho tiempo o no depende de cómo se vea. Nos demoramos en hacer la gestión predial y las obras de urbanismo, pero cuando se hace el análisis de todo lo que se ha entregado y de lo que falta, creo que es un gran ejemplo para mostrar no solo en Colombia, sino a escala latinoamericana. Hemos entregado 860 viviendas de 900, 11 km en vías de acceso y el sistema de acueducto, que consta no solo de agua potable, sino de tratamiento de aguas residuales.
¿Cuál ha sido la inversión total realizada en Gramalote?
Este es un proyecto que cuesta alrededor de $576 mil millones. De esos, se han entregado $539 mil millones, y durante el gobierno Duque hemos entregado $354 mil millones. Esto significa que, si bien es un proyecto que lleva 11 años, en cuatro hemos entregado el 66 %. Nos quedan faltando $36.500 millones, que representan 128 viviendas, tres equipamientos adicionales y otras dos edificaciones que darán lugar a la culminación total de Gramalote. Pero además de esto, ya dejamos regularizada la entrega de 11 lotes adicionales de carácter institucional; son obras de infraestructura que no las ejecutó el Fondo de Adaptación por temas de procedimiento, como por ejemplo la iglesia, ya que las entidades del Estado no pueden construir edificaciones de ninguna clase de credo. También van a quedar regularizados los lotes del Banco Agrario y de la policía.
Pasemos al proyecto del canal del Dique. ¿Cuáles son las obras entregadas?
El canal del Dique es un proyecto al cual se le han invertido cerca de $350 mil millones, y esto consta de 19 obras de infraestructura. Las ejecutadas por el Fondo de Adaptación están enfocadas en la protección de los centros poblados. Nosotros estuvimos a cargo de pequeños jarillones o muros de contención que están alrededor de esos centros. Les hacemos verificación permanente.
¿Quién estará a cargo de proyectos como el de restauración de ecosistemas degradados y del mejoramiento del paso de las embarcaciones?
La obra del canal del Dique como tal, que es la estructuración y el reforzamiento del dique y la construcción de compuertas, va a ser parte de una asociación público-privada (APP) que está haciendo el Estado, de la mano de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Ya estamos en el proceso de estructuración y ha sido un proceso que, si bien técnicamente ha contado con todas las especificaciones que se requieren, ha tomado más tiempo de lo esperado, porque se han tenido que hacer cerca de 19 consultas previas.
En términos de porcentaje, ¿cómo va el macroproyecto?
Lo que pasa es que el proyecto se compone de dos. Entonces ahí no puedo dar porcentajes. Si hablo de las 19 obras, están ejecutadas al 100 %, con respecto al componente que se refiere a la protección de los centros poblados. El reforzamiento del canal del Dique como tal y la regularización de las aguas por medio de compuertas no ha empezado, porque ni siquiera se ha sacado a licitación.
¿Y los proyectos de recuperación de las estructuras y sistemas que se vieron afectadas por las inundaciones del 2010 y el 2011?
Esas obras harían parte seguramente de otro proceso, pero no hacían parte de los componentes que le fueron asignados al Fondo de Adaptación.
El Ideam declaró alerta naranja por el nivel al que llegó el canal del Dique debido a las fuertes lluvias. ¿Qué injerencia tiene esto en las obras entregadas por el Fondo?
Las obras que nosotros hemos hecho no han tenido afectación ni han tenido fisuras. Sin embargo, les hemos enviado cartas a los alcaldes de algunos de los municipios, porque se han visto comportamientos de la comunidad que pueden poner en riesgo las obras. Tenemos algunos tramos en los que los jarillones han sido perforados y en la parte superior hay asentamientos. Esto puede llegar a fracturar la obra, por lo cual estamos en permanente supervisión.
¿Cuándo inicia la construcción del dique en La Mojana?
Hace dos semanas el presidente hizo un anuncio, en el marco de una visita que hizo a La Mojana, donde manifestó que dichas obras de soluciones integrales serán ejecutadas por el Findeter. También mencionó que se le harán distintas intervenciones para lograr la regularización de las aguas. Los estudios y diseños ejecutados por el Fondo de Adaptación le fueron entregados en su totalidad al Findeter. Creo que los tiempos de ejecución los darán a conocer prontamente.
¿Cuál es la magnitud del macroproyecto de La Mojana?
Comprende 11 municipios de cuatro departamentos, y la extensión territorial es inmensa. Estamos hablando de que La Mojana tiene afluencia de tres ríos principales, por lo cual el manejo hídrico es muy complicado. Entonces hay que entender que La Mojana tiene dos situaciones: una es el manejo del dique, y la otra, es todo lo que pasa con las infraestructuras que no necesariamente forman parte del dique.
¿Cuál ha sido la inversión del Fondo de Adaptación para este macroproyecto?
Hemos invertido cerca de un billón de pesos en La Mojana (en concreto, $960 mil millones). El 86 % de esa inversión ha sido en obras de infraestructura, específicamente de reconstrucción, sobre necesidades concretas que tienen esos municipios. Me refiero, sobre todo, a lo que tiene que ver alcantarillado, sedes educativas, hospitales, vivienda y vías. Entonces, aunque esas obras no aportan a la regularización de las aguas, sí ha tocado reconstruirlas porque a la población toca reestablecerle todas esas zonas que en su momento se vieron afectadas.
¿Qué planes integrales se tienen contemplados para La Mojana?
La integralidad dependerá de lo que le arroje al Findeter los estudios que ellos elaboren. Nosotros estamos finiquitando las obras que tenemos en ejecución, que sobre todo son de atención a la población (reactivación económica, salud, etc.). El cómo vayan a ejecutar las obras del manejo del dique y de los canales será una determinación de la entidad que así contrate.
Habitantes de La Mojana aseguran que Hidroituango afecta a la región, dependiendo de si las compuertas están abiertas o cerradas. ¿Qué tanto involucra lo que pasa río arriba en La Mojana?
Las aguas son incontrolables en cualquier río. Hidroituango tiene un manejo de apertura y de cierre de compuertas que funciona de acuerdo con los niveles de agua que ellos son capaces de manejar. ¿Qué está pasando en 2021? Que se juntaron las lluvias del primer semestre con las del segundo semestre. Entonces, echarle la culpa a Hidroituango es desproporcionado hasta cierto punto, ya que el manejo del agua de La Mojana no necesariamente depende del manejo de compuertas de Hidroituango.
Líderes de Sucre sostienen que en el Punto G y en La Boca del Cura podría filtrarse el agua e inundar la cabecera municipal. ¿Qué se puede hacer para solucionarlo?
Ese es un tema que me parece que se podría hablar con la Unidad de Gestión de Riesgo, ya que ellos realizan la atención inmediata en esos puntos. Vale la pena decir que nunca se han hecho intervenciones a largo plazo en esas zonas, y que esos puntos no hacían parte de los 19 establecidos en el megaproyecto.
¿En qué contexto se enmarca el Plan Jarillón?
En dimensión y en cuantía es el proyecto integral más grande que ha tenido Colombia. Históricamente no creo que haya ningún proyecto que tenga esta complejidad. Tiene no solo un componente difícil a nivel de infraestructura, sino también un tema social y de manejo con comunidad muy grande. Estamos hablando de que Cali es una de las principales ciudades del país donde, de no construirse un Jarillón como este, la afectación no es solo sobre familias asentadas, sino sobre la ciudad en general. El desbordamiento del río es sumamente peligroso para la ciudad.
¿Cuál es el balance hasta el momento?
Hasta la fecha hemos construido 22 km de dique, de 26,1 que tenemos como meta. Ya estamos a punto de acabar. Durante el gobierno Duque hemos construido el 60 %. La idea es llegar al 97 % antes de que se acabe el gobierno. Nos va a quedar faltando un pedacito, que por más que corramos no va a ser posible entregar por procesos de ingeniería.
¿Cuál ha sido la inversión destinada a este macroproyecto?
Este es un proyecto que asciende más o menos a un billón de pesos. Cuando uno contempla esta cifra para una ciudad como Cali, entiende su dimensión. Tenemos ejecutado el 70% de un total de 975 mil millones de pesos.
El asentamiento de población en el jarillón ha sido una constante. ¿Cómo va la reubicación de estas familias?
Ya hemos reubicado 3.314 familias, de 4.815 que debemos atender. Tenemos recursos asegurados para 1.500 familias adicionales, a las cuales les vamos a entregar solución de vivienda a 580 en zonas fuera de riesgo.
¿Cómo explicar el regreso de familias que ya habían sido reubicadas al Jarillón?
A la gente le cuesta desprenderse mientras ellos no vean que están realmente afectados. Entonces, así como muchas familias en su momento se movieron, hay otras a las que aún en esta época ha sido muy difícil moverlas. Nosotros no somos autoridad de policía; el Fondo de Adaptación no puede realizar desalojos. Lo que nosotros hacemos es brindar la vivienda, y a partir del momento en que se hace la entrega, se asume que la persona y que la familia se irá para su nuevo hogar. Los procesos de invasión tienen que ser manejados directamente por la Alcaldía y la Policía, que son las autoridades competentes. Lo que sí vale la pena aclarar es lo siguiente: el Plan Jarillón ha tenido muchos rumores, como que la gente se ha visto beneficiada dos veces. Eso no pasa. Nosotros tenemos un registro de los beneficiarios inscritos, pero se crean chismes alrededor de un proyecto de esta magnitud.
En los estudios de diagnóstico se definieron seis puntos críticos del Jarillón. ¿Cómo va la intervención en estos tramos?
Varios de estos tramos ya se han ido entregando, y hay otros que nos quedan pendientes (creo que el tramo 7), pero todos los demás ya se han destrabado. Todos los frentes de trabajo están activos y con rutas de terminación para diciembre de 2021.
La Contraloría aseguró que hay tres contratos que se han suspendido varias veces, ¿qué ocurre con la contratación?
Cuando uno llega a una entidad le toca cargar con su historia. Hubo contratos que sí estuvieron suspendidos en algún momento, pero logramos llegar a acuerdos con los contratistas y ya no tenemos problema con el ente de control.
¿En qué medida la pandemia dificultó la gestión del Plan Jarillón?
Más que la pandemia, hay que recordar que Cali fue una de las ciudades que tuvo más dificultades durante el paro nacional. Tuvimos muchos inconvenientes con los contratistas porque el área del Plan Jarillón estaba muy complicada en materia de marchas. Luego, no había contratista que quisiera sacar maquinaria a trabajar en esos días.