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En dos reiterados capítulos de rivalidad política se siguió desenvolviendo el enfrentamiento entre el gobierno y la oposición. En primer término, el Partido Conservador decidió aumentar su crítica al ejecutivo renunciando a varios nombramientos diplomáticos en el exterior. La directriz fue impartida por el presidente de la colectividad, Rodrigo Lloreda, y abarcó entre otros a los funcionarios acreditados en el exterior Carlos Albán Holguín, Hernando Pastrana Borrero e Ignacio Umaña de Brigard. (Lea: El día que reconstruirían judicialmente el holocausto del Palacio de Justicia)
Por otra parte, en la pelea por la designatura presidencial, el presidente Virgilio Barco sostuvo un diálogo abierto con la comisión política central, organismo que aglutinaba los principales dirigentes del liberalismo para resolver el conflicto. En ese momento, la baraja de candidatos ya se había limitado principalmente a tres puntos: Eduardo Mestre Sarmiento, Hernando Durán Dusán y Diego Uribe Vargas. Sobre el primero seguían recayendo las críticas políticas y los informes de la prensa. (Lea: Estas eran las noticias del 6 de octubre de 1986)
Precisamente ese 8 de octubre se dio a conocer la sociedad a través de la cual Eduardo Mestre Sarmiento había cancelado un crédito de 10 millones de pesos concedido por el Banco de los Trabajadores. Se trataba de la empresa Ursan limitada, constituida en Bucaramanga en mayo de 1980, con participación del propio Mestre y los hermanos Emiro y Antonio Beltrán. La crítica contra el senador liberal estaba centrada en sus relaciones de negocios con el capo del Cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela. (Lea: Hace tres décadas las Farc pedían un granito de arena para la paz)
Por Redacción El Espectador
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