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Jhon Ascanio, personero de Tibú, Norte de Santander, le confirmó a este diario que no se conocían amenazas en contra de la fiscal que fue asesinada este miércoles en su casa. “Yo hablaba seguido con ella y nunca me dijo nada sobre amenazas. Eso sí, era muy precavida con su seguridad, casi no se le veía en la calle”, dijo Ascanio sobre Esperanza Navas, fiscal especializada que llevaba cinco años en el municipio.
Con la muerte de la fiscal Navas, son ocho las mujeres que han sido asesinadas en este municipio de Norte de Santander desde el 5 de abril. Ascanio manifestó que la Fiscalía investiga la muerte de otras cuatro mujeres en la zona rural del municipio.
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Los hechos habrían ocurrido en la casa de la fiscal, donde residía sola, cuando hombres armados llegaron y le dispararon. El hogar de Navas se encuentra ubicado en el centro de Tibú, a media cuadra de la sede de la Fiscalía. La funcionaria del ente investigador tenía dos hijas que viven en Bucaramanga y Canadá, según indicó el personero.
Aunque no se tienen indicios de quiénes serían los responsables de este asesinado, según la alerta temprana más reciente de la Defensoría del Pueblo, en el municipio y en zonas aledañas hacen presencia cinco grupos armados que se disputan el control de esta zona que se encuentra ubicada muy cerca de la frontera con Venezuela: el Eln, el Epl, el grupo armado Los Ratrojos y dos facciones de las disidencias de las Farc.