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Querido papá:
¡Feliz Día del Padre! Como siempre te escribo sintiendo un poco de tristeza ya que me encuentro lejos. Quería mandarte un saludo y recordarte lo mucho que yo y mi familia, aquí en Estados Unidos, te extrañamos y queremos. Espero que sepas lo orgullosos que estamos de ti. Siempre nos has dado un ejemplo excelente de esmero, de esfuerzo y de amor a Colombia.
Mis primeros recuerdos son de pasar tiempo en el estudio de televisión, aprendiendo todo el trabajo que es necesario para crear un programa. Durante esos años empecé a apreciar lo importante que era para ti que todos los detalles salieran bien. Me enseñaste que las cosas se tienen que hacer con calidad, especialmente, cuando el trabajo incluye nuestro nombre.
También me enseñaste el amor de patria, cuando me llevabas en tus viajes a diferentes regiones. Recuerdo mucho un recorrido en Puerto Carreño, en la esquina noreste de Colombia, donde se grababa un concierto del Show de las Estrellas: la tarima se armó en barcas flotando sobre el río Orinoco y aun en una región remota del país, la comunidad respondía con tanta emoción y calor.
Tu conexión con las personas y la gente de Colombia es otro de los recuerdos que tendré para siempre. Así estuviéramos de prisa o no fuera un buen momento, te disponías a tomar una foto o darle un autógrafo a quienes se acercaban para saludarte. Nos recordabas que eran los colombianos los que hacían tu trabajo posible y que era importante reconocer y responder a su cariño.
Aunque la mayoría de la gente de Colombia te conoce como una personalidad de la televisión desde hace más de 45 años, lo que tal vez no ven es tu ternura cuando estamos en familia. Esto ha sido todavía más claro ahora que tienes nietos (mis hijos) y veo la atención que les das.
Gracias por todo lo que nos has dado a mí y a mis hermanos, pero especialmente por el ejemplo como papá. Espero que pases un feliz día.