Habla el hermano de la monja colombiana secuestrada hace un año en Malí
Hace un año el grupo yahadista plagió en Karangasso a la religiosa de la Comunidad Franciscana de María Inmaculada, El Gaula continúa su búsqueda con apoyo de autoridades francesas y suizas.
Hans Vargas Pardo
En las calles del barrio San Ignacio, en el suroccidente de Pasto, Nariño, se respiraba ayer un aroma a esperanza, el mismo que se avivó el pasado 29 de enero cuando se conoció un video en el que la hermana Gloria Cecilia Narváez Quiceno, de la Comunidad Franciscana de María Inmaculada, secuestrada hace un año por un grupo yihadista en Karangasso, en Malí, solicitaba la intervención del papa Francisco para su liberación.
Este barrio, lugar en donde reside la familia de la religiosa, se ha convertido en el centro de atención. Ayer miércoles, cuando se cumplieron 366 días del plagio, la comunidad en general participó de tres eucaristías, en la mañana y en la tarde, en la capilla de las Hermanas Franciscanas para clamar a Dios por la pronta liberación de la monja Gloria Cecilia. Además, a lo largo del día se realizó una cadena de oración en la que además de las monjas de esa comunidad, tomaron parte los habitantes de Pasto.
Allí estuvo Édgar Narváez, hermano de la religiosa. Es un hombre sereno, con un ritmo lento para hablar, pero que deja entrever la fortaleza en su corazón. Él se ha encargado de informar a propios y extraños sobre el avance de la situación de su hermana. De la misma manera, ha tenido que socavar de su alma el consuelo necesario para su madre y sus dos hermanos. Desde que ocurrió el incidente ha estado al frente del caso, hablando con las autoridades del Gaula y eclesiásticas, quienes le han manifestado su apoyo.
“La esperanza está más viva que nunca. En la familia sentimos el apoyo de toda la comunidad. Sin embargo, necesitamos que las acciones se concreten para que nuestra hermana pueda ser dejada en libertad y así como ella lo pide en el video, le pedimos al papa Francisco que intervenga de inmediato”.
Durante la misa especial se recordó la labor que la hermana Gloria Cecilia realizaba en África desde 2002 y de su especial dedicación a los pobres. En los últimos siete años se había concentrado en capacitar a cerca de 300 mujeres musulmanas y católicas. Esa labor, al parecer, fue la que causó malestar en la región y fue por ello que el frente Al Nusra para el Islam y los Musulmanes (Nusrat Al Islam wal Muslimin), organización vinculada a Al Qaeda, que agrupa ahora a los principales grupos yihadistas activos en el Sahel, ejecutó el plagio.
El estado actual
En los últimos meses se ha especulado que la hermana Gloria Cecilia tiene inconvenientes de salud. “Y es que la zona en la que se encuentra es muy difícil y calurosa. En este último video se ve que la cara la tiene muy quemada, igual sus manos. Eso quiere decir que está expuesta a grandes temperaturas. La veo un poco deteriorada, aunque está más calmada que en el primer video que difundieron en julio del año pasado”, comenta la hermana Luz María Quiceno Rivera, quien fuera la madre superiora de la Comunidad Franciscana de María Inmaculada en Pasto y quien ahora se encarga de la casa de convivencia Santa Clara, en Chachagüí, municipio ubicado a 30 minutos al norte de Pasto.
“En la imagen del video no se alcanza a determinar la zona, pues encendieron unas antorchas a su lado para confundir, creo, a las autoridades. Lo que sí es claro es su determinación de solicitarle al papa que haga hasta lo imposible para liberarla”, dice la religiosa que por estos días se encuentra en Medellín.
“He estado siempre muy cerca de ella, ya son 25 años en los que hemos trabajado juntas por la comunidad. Recuerdo que hace algunos años le dije que ya era hora de regresar a Colombia, de descansar en su tierra. Simplemente me contesto: ‘Mi labor está al lado de los más necesitados’”, agrega Quiceno.
La hermana Gloria Cecilia tiene 57 años de edad y desde hace 33 está en esta comunidad franciscana. ”Aún recuerdo cuando llegó a esta comunidad religiosa. Su personalidad ha hecho que se destaque siempre, de allí que sus acciones en la comunidad han sido de gran importancia.
El hermano de la misionera señala que luego de ver el video, del cual se enteró por una periodista de Bogotá, su corazón se enfrentó a una dualidad: “Nos dio mucha alegría, pero inmediatamente pensamos en las condiciones en las que se encuentra y las falencias de salud a las que se enfrenta. En el video se ve más delgada, pero confiamos en su fortaleza para afrontar las adversidades”.
Entre tanto, el sacerdote de la Diócesis de Pasto Óver López indicó que la prueba de supervivencia procede de un canal yihadista y “desde el momento en que supimos de su secuestro, no hemos parado de orar en el santuario de Maridiaz para que se ablanden los corazones de sus captores. Este es un plagio de orden religioso”.
Las autoridades colombianas suponen que el video fue grabado en diciembre pasado, ya que al momento que la religiosa le pide al papa su intervención, lo saludo y felicita por su gira por América Latina. Asegura, además, que su cautiverio se prolonga en un momento en que los cristianos celebran la Navidad.
El comandante del Gaula de la Policía Nacional, general Fernando Murillo, manifestó en días pasados que ahora se cuenta con la cooperación de la gendarmería del Vaticano, institución que mantiene al tanto al papa Francisco sobre la evolución de este caso de secuestro. Igualmente, desde septiembre pasado “organismos de inteligencia, especialmente la misión internacional destacada en Malí y encabezada por Francia, apoyan las labores de búsqueda de la religiosa”.
Frente a si el secuestro es de carácter extorsivo, Édgar Narváez señala que no es de su conocimiento. “Hemos tenido muchas versiones. Una de las mismas fue entregada por la Cancillería, en la cual declaraba que sí se exigía dinero por su liberación, pero eso no se puede asegurar”. Otras versiones se basan en las afirmaciones de los secuestradores las cuales aseguran al final del video que desean negociar con organizaciones benéficas “independientes a la fuerza colonialista, destacada en la región”.
En las calles del barrio San Ignacio, en el suroccidente de Pasto, Nariño, se respiraba ayer un aroma a esperanza, el mismo que se avivó el pasado 29 de enero cuando se conoció un video en el que la hermana Gloria Cecilia Narváez Quiceno, de la Comunidad Franciscana de María Inmaculada, secuestrada hace un año por un grupo yihadista en Karangasso, en Malí, solicitaba la intervención del papa Francisco para su liberación.
Este barrio, lugar en donde reside la familia de la religiosa, se ha convertido en el centro de atención. Ayer miércoles, cuando se cumplieron 366 días del plagio, la comunidad en general participó de tres eucaristías, en la mañana y en la tarde, en la capilla de las Hermanas Franciscanas para clamar a Dios por la pronta liberación de la monja Gloria Cecilia. Además, a lo largo del día se realizó una cadena de oración en la que además de las monjas de esa comunidad, tomaron parte los habitantes de Pasto.
Allí estuvo Édgar Narváez, hermano de la religiosa. Es un hombre sereno, con un ritmo lento para hablar, pero que deja entrever la fortaleza en su corazón. Él se ha encargado de informar a propios y extraños sobre el avance de la situación de su hermana. De la misma manera, ha tenido que socavar de su alma el consuelo necesario para su madre y sus dos hermanos. Desde que ocurrió el incidente ha estado al frente del caso, hablando con las autoridades del Gaula y eclesiásticas, quienes le han manifestado su apoyo.
“La esperanza está más viva que nunca. En la familia sentimos el apoyo de toda la comunidad. Sin embargo, necesitamos que las acciones se concreten para que nuestra hermana pueda ser dejada en libertad y así como ella lo pide en el video, le pedimos al papa Francisco que intervenga de inmediato”.
Durante la misa especial se recordó la labor que la hermana Gloria Cecilia realizaba en África desde 2002 y de su especial dedicación a los pobres. En los últimos siete años se había concentrado en capacitar a cerca de 300 mujeres musulmanas y católicas. Esa labor, al parecer, fue la que causó malestar en la región y fue por ello que el frente Al Nusra para el Islam y los Musulmanes (Nusrat Al Islam wal Muslimin), organización vinculada a Al Qaeda, que agrupa ahora a los principales grupos yihadistas activos en el Sahel, ejecutó el plagio.
El estado actual
En los últimos meses se ha especulado que la hermana Gloria Cecilia tiene inconvenientes de salud. “Y es que la zona en la que se encuentra es muy difícil y calurosa. En este último video se ve que la cara la tiene muy quemada, igual sus manos. Eso quiere decir que está expuesta a grandes temperaturas. La veo un poco deteriorada, aunque está más calmada que en el primer video que difundieron en julio del año pasado”, comenta la hermana Luz María Quiceno Rivera, quien fuera la madre superiora de la Comunidad Franciscana de María Inmaculada en Pasto y quien ahora se encarga de la casa de convivencia Santa Clara, en Chachagüí, municipio ubicado a 30 minutos al norte de Pasto.
“En la imagen del video no se alcanza a determinar la zona, pues encendieron unas antorchas a su lado para confundir, creo, a las autoridades. Lo que sí es claro es su determinación de solicitarle al papa que haga hasta lo imposible para liberarla”, dice la religiosa que por estos días se encuentra en Medellín.
“He estado siempre muy cerca de ella, ya son 25 años en los que hemos trabajado juntas por la comunidad. Recuerdo que hace algunos años le dije que ya era hora de regresar a Colombia, de descansar en su tierra. Simplemente me contesto: ‘Mi labor está al lado de los más necesitados’”, agrega Quiceno.
La hermana Gloria Cecilia tiene 57 años de edad y desde hace 33 está en esta comunidad franciscana. ”Aún recuerdo cuando llegó a esta comunidad religiosa. Su personalidad ha hecho que se destaque siempre, de allí que sus acciones en la comunidad han sido de gran importancia.
El hermano de la misionera señala que luego de ver el video, del cual se enteró por una periodista de Bogotá, su corazón se enfrentó a una dualidad: “Nos dio mucha alegría, pero inmediatamente pensamos en las condiciones en las que se encuentra y las falencias de salud a las que se enfrenta. En el video se ve más delgada, pero confiamos en su fortaleza para afrontar las adversidades”.
Entre tanto, el sacerdote de la Diócesis de Pasto Óver López indicó que la prueba de supervivencia procede de un canal yihadista y “desde el momento en que supimos de su secuestro, no hemos parado de orar en el santuario de Maridiaz para que se ablanden los corazones de sus captores. Este es un plagio de orden religioso”.
Las autoridades colombianas suponen que el video fue grabado en diciembre pasado, ya que al momento que la religiosa le pide al papa su intervención, lo saludo y felicita por su gira por América Latina. Asegura, además, que su cautiverio se prolonga en un momento en que los cristianos celebran la Navidad.
El comandante del Gaula de la Policía Nacional, general Fernando Murillo, manifestó en días pasados que ahora se cuenta con la cooperación de la gendarmería del Vaticano, institución que mantiene al tanto al papa Francisco sobre la evolución de este caso de secuestro. Igualmente, desde septiembre pasado “organismos de inteligencia, especialmente la misión internacional destacada en Malí y encabezada por Francia, apoyan las labores de búsqueda de la religiosa”.
Frente a si el secuestro es de carácter extorsivo, Édgar Narváez señala que no es de su conocimiento. “Hemos tenido muchas versiones. Una de las mismas fue entregada por la Cancillería, en la cual declaraba que sí se exigía dinero por su liberación, pero eso no se puede asegurar”. Otras versiones se basan en las afirmaciones de los secuestradores las cuales aseguran al final del video que desean negociar con organizaciones benéficas “independientes a la fuerza colonialista, destacada en la región”.