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La Fiscalía le imputó el delito de homicidio agravado a Johan Andrés Joya Delgado, alias “Cejas”, quien el pasado 10 de marzo apuñaló en varias ocasiones a Delio Hernández Durán, un vendedor de aguacates que de forma accidental golpeó la motocicleta de su atacante, que estaba parqueada sobre una vía de Bucaramanga.
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El hecho se presentó específicamente en la intersección vial de la calle 33 con carrera 15, en donde una cámara de seguridad registró el momento en que el vendedor choca de frente contra el vehículo. Joya Delgado, inmediatamente, se fue de frente contra Hernández Durán, quien intentó explicarle lo ocurrido, pero pocos segundos después fue atacado por la espalda y en el cuello con un arma blanca. Finalmente, alias “Cejas”, con completa tranquilidad, se montó en su vehículo y huyó del lugar.
Las imágenes se hicieron virales en redes sociales, por lo que la indignación con lo ocurrido se generalizó en Bucaramanga. Con esto, se conoció que la víctima vivía muy cerca de la plaza de mercado, aledaña al lugar del crimen, y en ese momento se dirigía a guardar la carreta en una bodega.
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El pasado 18 de marzo, alias “Cejas”, de 24 años, se entregó a las autoridades. En medio de la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía indicó que el joven es de Bucaramanga, vive en el barrio La Juventud y se dedica al mototaxismo. De igual forma, se resaltó que en su contra hay “más de 20 contravenciones de Policía por riñas, daños en bien ajeno y porte de armas cortopunzantes”, así como en 2021 ya habría atacado a otra persona en medio de un hecho de intolerancia.
Sobre el asesinato de Hernández Durán, el ente de investigación indicó en la audiencia que “sin darle oportunidad de defensa le ocasionó la muerte (a Hernández Durán). El homicidio es agravado porque la muerte fue por un motivo de intolerancia, que no tiene sentido, solo por tocarle la moto se abalanzó contra la víctima, no había respeto por la vida. Y, además, la víctima estaba desarmada, incluso en el video se ve que pide disculpas, y aun así, lo intimida y lo agrede de manera mortal en la nuca y en la espalda. No hubo riña, sino un ataque sorpresivo”.
En respuesta, alias Cejas, en su intervención registrada por Vanguardia, señaló que estaba arrepentido, pero que no aceptaba los cargos impuestos. “Le pido muchas disculpas a los familiares que me perdonen. Estoy arrepentido de corazón... y los cargos no los acepto”.
Ante esto, una de sus hijas dijo al juez: “pido que se le aplique toda la ley porque mi papá no tuvo tiempo ni de defenderse. No tuvo tiempo ni de reaccionar. Quedo sin el afecto, sin el calor de mi padre. Por qué usted no pensó. Nadie me va a devolver a mi padre”.
Delio Hernández Durán, de 49 años, era un reconocido vendedor de aguacates, mangos y otras frutas en el centro de Bucaramanga. Tenía tres hijos y, de acuerdo con sus allegados, se caracterizaba por ser una persona tranquila, trabajadora y no conflictiva.