Hallan los cadáveres de dos mineros que estaban desaparecidos en Buriticá (Ant.)
Después de 18 días de búsqueda por parte del salvamento minero y otros rescatistas, hallaron los cuerpos de dos mineros desaparecidos en una mina de Buriticá, Antioquia.
Gracias al Salvamento Minero y otros organismos de socorro fueron encontrados, bajo el lodo en uno de los túneles de la mina, los cuerpos de Jesús González, originario de Antioquia; y de Víctor Peña, de Venezuela.
Los dos mineros habían desaparecido el 12 de agosto, cuando se reportó una inundación de lodo en unos socavones de la mina Yaraguá, lo que provocó que Jesús González y Víctor Pea quedaran bajo tierra.
(Le puede interesar: Buriticá (Antioquia) no es la excepción)
Los cuerpos serán sacados del socavón por miembros del Salvamento Minero hasta un punto en donde puedan ser recogidos e iniciar el debido proceso con medicina legal y el CTI. Se espera que hoy se pueda hacer la respectiva necropsia y los trámites de su defunción.
Finalmente, los familiares de las victimas hacen responsable a la multinacional china Zijin Continetal Gold, pues en sus denuncias sostienen que el taponamiento y la inundación de los socavones fue provocada por la misma empresa privada, que en varias oportunidades han desmentido estas versiones.
Los mineros
Víctor Enrique Peña nació en Venezuela, y su hermana Rubetsi Peña dijo que su familia pidió que, una vez el cuerpo de Víctor sea encontrado, este sea repatriado a su país de origen para así darle una debida sepultura. Sin embargo, afirma que no ha tenido respuesta por parte de las autoridades a las que ha pedido apoyo.
“Yo hice la solicitud para ver si me pueden hacer el favor de colaborarme para trasladar a mi hermano desde aquí hasta la casa que esta allá en Venezuela, pero no he tenido seguridad”, manifestó Rubetsi.
Ella vivía en Barranquilla y se empleaba en el servicio doméstico. Tras recibir la noticia de la desaparición de su hermano, decidió viajar hasta Buriticá sin tener alimentación u hospedaje fijos para así estar pendiente de las labores de rescate.
(Le sugerimos leer: “Colombia no puede ser el país de las masacres”: Gustavo Petro)
Hace ocho años, Rubetsi y Víctor llegaron a Colombia. Él vivía desde hace tres en Buriticá, y fue allí donde se dedicó a trabajar en la minería, principalmente en la artesanal. Era soltero y no tenía hijos, diferente a la realidad de Jesús Arturo, el otro minero informal que quedó atrapado en el socavón de la Zijin.
Jesús González, por su parte, tenía 29 años y un hijo de 8. Fue desplazado forzadamente de San Pedro de Urabá, municipio donde nació, y luego pasó 15 años en Segovia (Antioquia), en el nordeste antioqueño. Allí se empleó en oficios como la minería y la soldadura, hasta que llegó a Buriticá.
Allí la historia es difícil de contar, sobre todo la relacionada con la minería. Según María Maya, antropóloga e integrante del grupo “Recursos estratégicos, región y dinámicas socio ambientales (Rersa)”, de la Universidad de Antioquia, en Buriticá no había una tradición minera “estrictamente hablando”. En la década de los noventa, por ejemplo, no existía una explotación minera como la que se ve hoy en día sino una concentrada en lugares muy específicos, y por lo general de manera artesanal.
En 2008 comenzó el verdadero cambio: un flujo de mineros informales del nordeste antioqueño -específicamente de los municipios Remedios y Segovia- se desplazaron hasta Buriticá, y en ese momento, la Continental Gold –que luego pasaría a ser Zijin Continental Gold- se estableció en el territorio.
($50 millones: la recompensa para esclarecer asesinato de dos periodistas en M/lena)
Gracias al Salvamento Minero y otros organismos de socorro fueron encontrados, bajo el lodo en uno de los túneles de la mina, los cuerpos de Jesús González, originario de Antioquia; y de Víctor Peña, de Venezuela.
Los dos mineros habían desaparecido el 12 de agosto, cuando se reportó una inundación de lodo en unos socavones de la mina Yaraguá, lo que provocó que Jesús González y Víctor Pea quedaran bajo tierra.
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Finalmente, los familiares de las victimas hacen responsable a la multinacional china Zijin Continetal Gold, pues en sus denuncias sostienen que el taponamiento y la inundación de los socavones fue provocada por la misma empresa privada, que en varias oportunidades han desmentido estas versiones.
Los mineros
Víctor Enrique Peña nació en Venezuela, y su hermana Rubetsi Peña dijo que su familia pidió que, una vez el cuerpo de Víctor sea encontrado, este sea repatriado a su país de origen para así darle una debida sepultura. Sin embargo, afirma que no ha tenido respuesta por parte de las autoridades a las que ha pedido apoyo.
“Yo hice la solicitud para ver si me pueden hacer el favor de colaborarme para trasladar a mi hermano desde aquí hasta la casa que esta allá en Venezuela, pero no he tenido seguridad”, manifestó Rubetsi.
Ella vivía en Barranquilla y se empleaba en el servicio doméstico. Tras recibir la noticia de la desaparición de su hermano, decidió viajar hasta Buriticá sin tener alimentación u hospedaje fijos para así estar pendiente de las labores de rescate.
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Jesús González, por su parte, tenía 29 años y un hijo de 8. Fue desplazado forzadamente de San Pedro de Urabá, municipio donde nació, y luego pasó 15 años en Segovia (Antioquia), en el nordeste antioqueño. Allí se empleó en oficios como la minería y la soldadura, hasta que llegó a Buriticá.
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En 2008 comenzó el verdadero cambio: un flujo de mineros informales del nordeste antioqueño -específicamente de los municipios Remedios y Segovia- se desplazaron hasta Buriticá, y en ese momento, la Continental Gold –que luego pasaría a ser Zijin Continental Gold- se estableció en el territorio.
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