Hidroituango: así se sobrevive a la tragedia
En los albergues de Valdivia se ven escenas de hacinamiento y en el pueblo ya se habla de escasez de comida.
EPM espera completar el límite superior de la presa, lo que aliviaría los temores de desplome de la estructura.
Camilo Vega / @camilovega0092.
Todo el país tiene su mirada puesta en Hidroituango, el megaproyecto que es la causa de la emergencia social del momento. Comenzó el pasado 7 de mayo, con un derrumbe que taponó uno de los túneles de desviación, lo que obligó a evacuar el agua, pero implicó un peligroso aumento del caudal del río Cauca y afectó principalmente al corregimiento de Puerto Valdivia.
Como si no fuera suficiente, el miércoles 16 de mayo las alarmas se prendieron una vez más debido a un alud que bloqueó los accesos al cuarto de máquinas y que provocó que una fuerte corriente de agua saliera por las galerías de la presa. La emergencia obligó a la evacuación de más de 5.000 personas que habitan en el corregimiento de Puerto Valdivia, la población más cercana a Hidroituango, así como los municipios de Tarazá, Cáceres y Caucasia.
Por el momento, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) mantiene la orden de evacuación preventiva en nueve municipios de Antioquia: Valdivia (y su corregimiento Puerto Valdivia), Tarazá, Cáceres, Caucasia, Nechí, Briceño, Aguas Arriba e Ituango. Asimismo, en Sucre, las autoridades piden a los habitantes de Majagual, Guaranda, San Marcos, Sucre, Caimito y San Benito de Abad que mantengan la alerta. Lo mismo aplica para Ayapel (Córdoba) y Achí, Magangué y San Jacinto del Cauca (Bolívar).
La tragedia social
Valdivia es tal vez el municipio que mejor refleja el drama humano. La enviada especial de El Espectador en la zona, María Alejandra Medina, cuenta que “al mediodía de este viernes (ayer) empezó a llover en el pueblo. El aguacero dejó a pocas personas en la calle, incluidos los cerca de 2.000 evacuados que llegaron del corregimiento Puerto Valdivia a causa de la emergencia. Estar todos juntos en los albergues sólo recordó el hecho de que los espacios no dan abasto”.
El problema es que las autoridades estiman que aún faltan por llegar 1.200 personas, entre las que no han dejado la ribera del Cauca y quienes han decidido retornar. A propósito, el alcalde de Valdivia informó sobre la posibilidad de que el municipio de Yarumal habilite espacios para recibir a 500 de ellas.
Debido al hacinamiento, la Alcaldía informó que se habilitarán tres albergues más, para un total de ocho puntos de refugio. Sin embargo, el pueblo ya muestra síntomas de sobrepoblación, pues trabajadores de expendios de comida manifiestan que empiezan a escasear productos como las carnes. Y la noticia del cierre de la vía Yarumal-Causasia no ayuda, pues esta ruta conecta con la región Caribe.
“En los lugares de refugio, la inconformidad por la escasez o la irregularidad en el reparto de comida y la falta de duchas se mantuvo durante el viernes. Se trata de una situación que las autoridades esperan resolver con la habilitación de nuevos albergues y la reubicación de familias. Durante la mañana (de este viernes) se llevó a cabo el reparto de kits de higiene personal, y necesidades como pañales y pañitos para bebés se han satisfecho. Varios funcionarios del municipio, junto con la parroquia, empezaron a recoger donaciones de ropa que gente del mismo municipio decidió llevar”, señala Medina.
Evitando la peor tragedia
Empresas Públicas de Medellín se encuentra en una carrera para alcanzar el límite superior de la presa, es decir, llegar a la cota 410, la cual espera completar el próximo lunes. Es vital llegar a este nivel, pues Hidroituango es una presa que tiene un núcleo de arcilla, por lo que si el agua comienza salir por encima irá debilitando la estructura, convirtiendo la arcilla en lodo, hasta el punto de que podría generar el desplome total. Este es el principal de los temores, la peor tragedia posible, pues desencadenaría una avalancha de más de 2.700 millones de metros cúbicos de agua (se estima que la avalancha de Armero fue de 90 millones de metros cúbicos).
Sin embargo, el gerente general de EPM, Jorge Londoño, dio este viernes algunos partes de tranquilidad. Por ejemplo, dijo que el caudal del río Cauca se ha reducido cerca de 20 % desde la tarde del jueves, y pasó de entre 2.000 y 2.200 metros cúbicos por segundo a un promedio de 1.500 metros cúbicos por segundo.
Asimismo, Londoño destacó que “en este momento sale más agua de la que entra, lo que ha disminuido la cota unos cuantos centímetros (pasó de 369 a 368,2). Este es el tiempo de embalse del que les hablo, que nos va acorralando para el llenado de la presa. En este momento seguimos mejorando la capacidad logística, adecuamos otras galerías. Pero cuando lleguemos a la cota 410, eso nos daría seguridad con las comunidades y nos permitiría mucha más tranquilidad”.
En efecto, el ingeniero Oswaldo Ordóñez le contó a este diario “que cuando se alcance la cota 410, el agua podrá salir sin problema por el vertedero. Gracias a esto, se podrán empezar las tareas de bombeo para reducir el nivel del agua, y cuando haya bajado lo suficiente se podrán abrir por fin los túneles, que están sellados para terminar de liberar los excesos de agua. Lo que terminaría, por fin, con la emergencia en Hidroituango”.
Por esto, el experto recalca la importancia de que el clima ayude y que no se produzcan fuertes aguaceros, mientras se logra la cota 410. Vienen días claves y, con suerte, después del lunes se podrá decir si el país logró sobrevivir a la tragedia social.
Todo el país tiene su mirada puesta en Hidroituango, el megaproyecto que es la causa de la emergencia social del momento. Comenzó el pasado 7 de mayo, con un derrumbe que taponó uno de los túneles de desviación, lo que obligó a evacuar el agua, pero implicó un peligroso aumento del caudal del río Cauca y afectó principalmente al corregimiento de Puerto Valdivia.
Como si no fuera suficiente, el miércoles 16 de mayo las alarmas se prendieron una vez más debido a un alud que bloqueó los accesos al cuarto de máquinas y que provocó que una fuerte corriente de agua saliera por las galerías de la presa. La emergencia obligó a la evacuación de más de 5.000 personas que habitan en el corregimiento de Puerto Valdivia, la población más cercana a Hidroituango, así como los municipios de Tarazá, Cáceres y Caucasia.
Por el momento, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) mantiene la orden de evacuación preventiva en nueve municipios de Antioquia: Valdivia (y su corregimiento Puerto Valdivia), Tarazá, Cáceres, Caucasia, Nechí, Briceño, Aguas Arriba e Ituango. Asimismo, en Sucre, las autoridades piden a los habitantes de Majagual, Guaranda, San Marcos, Sucre, Caimito y San Benito de Abad que mantengan la alerta. Lo mismo aplica para Ayapel (Córdoba) y Achí, Magangué y San Jacinto del Cauca (Bolívar).
La tragedia social
Valdivia es tal vez el municipio que mejor refleja el drama humano. La enviada especial de El Espectador en la zona, María Alejandra Medina, cuenta que “al mediodía de este viernes (ayer) empezó a llover en el pueblo. El aguacero dejó a pocas personas en la calle, incluidos los cerca de 2.000 evacuados que llegaron del corregimiento Puerto Valdivia a causa de la emergencia. Estar todos juntos en los albergues sólo recordó el hecho de que los espacios no dan abasto”.
El problema es que las autoridades estiman que aún faltan por llegar 1.200 personas, entre las que no han dejado la ribera del Cauca y quienes han decidido retornar. A propósito, el alcalde de Valdivia informó sobre la posibilidad de que el municipio de Yarumal habilite espacios para recibir a 500 de ellas.
Debido al hacinamiento, la Alcaldía informó que se habilitarán tres albergues más, para un total de ocho puntos de refugio. Sin embargo, el pueblo ya muestra síntomas de sobrepoblación, pues trabajadores de expendios de comida manifiestan que empiezan a escasear productos como las carnes. Y la noticia del cierre de la vía Yarumal-Causasia no ayuda, pues esta ruta conecta con la región Caribe.
“En los lugares de refugio, la inconformidad por la escasez o la irregularidad en el reparto de comida y la falta de duchas se mantuvo durante el viernes. Se trata de una situación que las autoridades esperan resolver con la habilitación de nuevos albergues y la reubicación de familias. Durante la mañana (de este viernes) se llevó a cabo el reparto de kits de higiene personal, y necesidades como pañales y pañitos para bebés se han satisfecho. Varios funcionarios del municipio, junto con la parroquia, empezaron a recoger donaciones de ropa que gente del mismo municipio decidió llevar”, señala Medina.
Evitando la peor tragedia
Empresas Públicas de Medellín se encuentra en una carrera para alcanzar el límite superior de la presa, es decir, llegar a la cota 410, la cual espera completar el próximo lunes. Es vital llegar a este nivel, pues Hidroituango es una presa que tiene un núcleo de arcilla, por lo que si el agua comienza salir por encima irá debilitando la estructura, convirtiendo la arcilla en lodo, hasta el punto de que podría generar el desplome total. Este es el principal de los temores, la peor tragedia posible, pues desencadenaría una avalancha de más de 2.700 millones de metros cúbicos de agua (se estima que la avalancha de Armero fue de 90 millones de metros cúbicos).
Sin embargo, el gerente general de EPM, Jorge Londoño, dio este viernes algunos partes de tranquilidad. Por ejemplo, dijo que el caudal del río Cauca se ha reducido cerca de 20 % desde la tarde del jueves, y pasó de entre 2.000 y 2.200 metros cúbicos por segundo a un promedio de 1.500 metros cúbicos por segundo.
Asimismo, Londoño destacó que “en este momento sale más agua de la que entra, lo que ha disminuido la cota unos cuantos centímetros (pasó de 369 a 368,2). Este es el tiempo de embalse del que les hablo, que nos va acorralando para el llenado de la presa. En este momento seguimos mejorando la capacidad logística, adecuamos otras galerías. Pero cuando lleguemos a la cota 410, eso nos daría seguridad con las comunidades y nos permitiría mucha más tranquilidad”.
En efecto, el ingeniero Oswaldo Ordóñez le contó a este diario “que cuando se alcance la cota 410, el agua podrá salir sin problema por el vertedero. Gracias a esto, se podrán empezar las tareas de bombeo para reducir el nivel del agua, y cuando haya bajado lo suficiente se podrán abrir por fin los túneles, que están sellados para terminar de liberar los excesos de agua. Lo que terminaría, por fin, con la emergencia en Hidroituango”.
Por esto, el experto recalca la importancia de que el clima ayude y que no se produzcan fuertes aguaceros, mientras se logra la cota 410. Vienen días claves y, con suerte, después del lunes se podrá decir si el país logró sobrevivir a la tragedia social.