Invasores incendiaron bosque de la hacienda Japio, que fue desalojada en el Cauca
Además, habrían sido atacadas las viviendas de trabajadores de los cañaduzales.
Tras el desalojo en la hacienda Japio, en Santander de Quilichao, en el norte del Cauca, gremios y empresarios denunciaron que hubo represalias y desconocidos incendiaron un bosque que hace parte de una reserva de la zona, de donde además los invasores estaban aprovechándose de la madera.
En la zona se encontraban, al parecer, comuneros de la comunidad “Nietos de Quintín Lame”, a quienes las autoridades sacaron de la hacienda en cumplimiento a una orden judicial, que pide respetar la propiedad privada. Horas más tarde se registraron por lo menos diez puntos en los que prendieron fuego dentro de la reserva.
A la par, se conocieron videos en los que se ven las afectaciones que presuntamente las personas desalojadas provocaron en las viviendas de los trabajadores de caña, en el sector.
Ante esto, los gremios condenaron las acciones y señalaron que no es la primera vez que se presentan acciones similares en la zona. “En agosto pasado, en un intento de invasión, fueron agredidos los estudiantes, profesores, personal administrativo y trabajadores de la Escuela Rural Mixta Niña María que se encuentra en este predio. Asimismo, rechazamos las constantes afectaciones irreparables al medio ambiente, que se evidencian en la tala y quema de esta reserva forestal, registrada por Parques Naturales Nacionales de Colombia”.
Por su parte, la ambientalista María Luisa Camacho denominó los hechos como terrorismo ecológico. “No podemos seguir sometiendo a los ecosistemas a un daño sistemático, que lleva a que las interacciones de los ecosistemas pierdan y a que nosotros perdamos biodiversidad, que es un delito”.
Por último, Gerardo Arroyo, presidente del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, pidió que las autoridades busquen a los responsables del ataque. “Tenemos conocimiento de que estas comunidades han destruido el bosque seco, generando quemas, con la tala de árboles con los que construyeron las casas artesanales, pero que además estaban comercializando, y lo más grave es que se esté atacando la tierra con herbicidas”.
En el último año se han registrado tres intentos de toma de la hacienda Japio. La primera fue en agosto de 2022, cuando cerca de 100 indígenas con banderas del CRIC, intentaron entrar sin éxito. La segunda se dio un mes después, pero por parte del grupo “Nietos de Quintín Lame”, quienes también fueron contenidos por el Esmad.
El último se dio el 19 de septiembre, que los ocupas instalaron cambuches y comenzaron a construir cabañas dentro de la zona. Al tratarse de zona protegida y privada, un juez ordenó el desalojo de las personas en el lugar.
Tras el desalojo en la hacienda Japio, en Santander de Quilichao, en el norte del Cauca, gremios y empresarios denunciaron que hubo represalias y desconocidos incendiaron un bosque que hace parte de una reserva de la zona, de donde además los invasores estaban aprovechándose de la madera.
En la zona se encontraban, al parecer, comuneros de la comunidad “Nietos de Quintín Lame”, a quienes las autoridades sacaron de la hacienda en cumplimiento a una orden judicial, que pide respetar la propiedad privada. Horas más tarde se registraron por lo menos diez puntos en los que prendieron fuego dentro de la reserva.
A la par, se conocieron videos en los que se ven las afectaciones que presuntamente las personas desalojadas provocaron en las viviendas de los trabajadores de caña, en el sector.
Ante esto, los gremios condenaron las acciones y señalaron que no es la primera vez que se presentan acciones similares en la zona. “En agosto pasado, en un intento de invasión, fueron agredidos los estudiantes, profesores, personal administrativo y trabajadores de la Escuela Rural Mixta Niña María que se encuentra en este predio. Asimismo, rechazamos las constantes afectaciones irreparables al medio ambiente, que se evidencian en la tala y quema de esta reserva forestal, registrada por Parques Naturales Nacionales de Colombia”.
Por su parte, la ambientalista María Luisa Camacho denominó los hechos como terrorismo ecológico. “No podemos seguir sometiendo a los ecosistemas a un daño sistemático, que lleva a que las interacciones de los ecosistemas pierdan y a que nosotros perdamos biodiversidad, que es un delito”.
Por último, Gerardo Arroyo, presidente del Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, pidió que las autoridades busquen a los responsables del ataque. “Tenemos conocimiento de que estas comunidades han destruido el bosque seco, generando quemas, con la tala de árboles con los que construyeron las casas artesanales, pero que además estaban comercializando, y lo más grave es que se esté atacando la tierra con herbicidas”.
En el último año se han registrado tres intentos de toma de la hacienda Japio. La primera fue en agosto de 2022, cuando cerca de 100 indígenas con banderas del CRIC, intentaron entrar sin éxito. La segunda se dio un mes después, pero por parte del grupo “Nietos de Quintín Lame”, quienes también fueron contenidos por el Esmad.
El último se dio el 19 de septiembre, que los ocupas instalaron cambuches y comenzaron a construir cabañas dentro de la zona. Al tratarse de zona protegida y privada, un juez ordenó el desalojo de las personas en el lugar.