La apuesta en Arauca para combatir la violencia
El colectivo Somos Arauca es el creador del Festival Internacional de Cine del departamento, que busca a través de estos espacios resaltar las riquezas culturales, gastronómicas y artísticas de la región.
El cine ha sido el camino con el que los últimos nueve años Somos Arauca, un colectivo conformado por dos artistas audiovisuales y una psicóloga, buscan cambiar los estereotipos que asocian al departamento con la inseguridad y la violencia, para demostrar que este territorio del oriente colombiano es en verdad un espacio de cultura, arte y oportunidades.
“Iniciamos como un colectivo audiovisual luego de una noticia que apareció, donde decía que Arauca era el séptimo infierno y mencionaba que acá robaban, secuestraban y asesinaban. A raíz de eso, nosotros, unos músicos y unos realizadores audiovisuales, decidimos hacer una campaña donde decíamos que éramos más que eso. En esa ocasión fuimos donde un artista muy conocido, él tocó una melodía y al final decía que en Arauca secuestrábamos, pero melodías, atardeceres, o que robábamos, pero corazones”, recuerda Will Sánchez, un paisa que llegó a Arauca hace una década y fundó el colectivo.
A partir de entonces se han encargado de crear contenido audiovisual que resalte la cultura llanera, los amaneceres de Arauca, la gastronomía de los siete municipios y su diversidad en flora y fauna; además, han convertido los parques, las plazas y los colegios en salas de cine para llevar el séptimo arte nacional y local a los rincones del departamento.
(Lea: Arauca: unas barbaries a superar)
“Hacemos proyecciones itinerantes, tratamos de hacer las crispetas y llevarlas a los chicos, conseguir las sillas prestadas, todos los equipos que se necesitan, que una pantalla, que un video beam. Tratamos de ir a lugares donde tener estos equipos es un privilegio, para ellos ir a un cine es muchísimo más difícil. En ocasiones, cuando inflamos la pantalla, se emocionan porque nunca la habían visto, o han ido a ver un estreno y estas cosas que hacemos es lo más cercano que tienen de esto, por eso buscamos cambiar un poco esa realidad”, agrega Sánchez.
Pese a que económicamente no ha sido fácil sostenerse, a través de las gestiones que han hecho con las secretarías de Cultura y el mismo Ministerio de Cultura, este colectivo ha logrado llevar talleres para enseñar el mundo del cine a Tame, Fortul, Puerto Rondón, Arauca y Arauquita, donde reúnen a por lo menos 20 niños, niñas y jóvenes para recibir clases durante una semana, en las que les enseñan cómo funciona este arte y cómo pueden contar sus historias a través de una cámara.
Otro de los legados que hasta el momento deja el colectivo es el Festival Internacional de Cine de Arauca, que este año llega a su cuarta edición y que nació de la mano de Will y Mauricio Lezama, un gestor cultural, realizador audiovisual, consejero departamental de cinematografía y líder social, que fue asesinado el 9 de mayo de 2019 mientras realizaba el casting de la producción Mayo, una película sobre las víctimas del conflicto en la región.
(Lea también: Ocho menores de edad han muerto por desnutrición en Magdalena: ICBF)
“Nos gustaría que a nuestro festival lo apoyaran muchísimo, porque vemos en este la mejor vitrina para poder mostrar las riquezas del departamento, no solo con los invitados que tratamos de traer cada año, sino porque sabemos lo rápido que pueden mover un grupo de personas que van a un festival de cine y están publicando todo el tiempo el territorio donde se encuentran. Las últimas versiones se han hecho en tres municipios, nos hemos esforzado muchísimo para que en estos lugares tengamos algunos procesos de formación y proyección”, explica Sánchez, quien actualmente es el director del festival, que este año se hará del 7 al 12 de septiembre.
Es así como poco a poco, a través de estas acciones, el colectivo busca arrebatarle espacios a la guerra que ha estado presente en el departamento desde hace más de tres décadas, por cuenta de una disputa territorial que han ejercido grupos armados ilegales, como el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las disidencias de las Farc.
Estos hechos de violencia han generado que incluso sus habitantes pierdan el asombro de las llanuras que acompañan el departamento, por lo que es importante que el cine y el arte ayuden a reafirmar las fortalezas del lugar y hacer de la vida un acto llevadero en un territorio marcado por la violencia, en especial en los últimos meses, en que no solo se han recrudecido los enfrentamientos, sino además los asesinatos de líderes locales y el desplazamiento de poblados rurales.
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“Sería bueno que reconocieran a Arauca por lo que es y por su cultura, porque en muchos lugares dicen el nombre del departamento y se les viene a la mente la guerra, y acá hay muchas cosas bonitas y muchas veces no se mencionan. En mi caso, amo los atardeceres, los amaneceres y el río Arauca “, sostiene Víctor Manuel Lozano, un joven de 18 años, estudiante de artes plásticas y pintor, que desde su arte busca reconstruir la imagen que el resto del país tiene del departamento y que ha participado de los espacios de los talleres gratuitos que brinda el colectivo.
En los últimos años, Somos Arauca le ha apostado a apoyar a los artistas locales y emprendedores del departamento realizándoles contenidos audiovisuales para potenciar sus marcas y sus talentos. En el caso de los cantantes, se han hecho campañas a través de las redes sociales y lugares conocidos de la capital, para que estos artistas conozcan la iniciativa que tiene el colectivo, en las que pueden producirles videos musicales o canciones de distintos géneros musicales, resaltando el valor local.
“En los medios nacionales y hasta locales se han encargado de solo mostrar la parte negativa de la región. Nos preguntábamos por qué no muestran lo bello que es un trabajo de llano, de su cultura, lo trabajadora que es la gente cuando está con su ganadería o con sus hijos. Dijimos: vamos a mostrar esa cantidad de artistas que quieren salir adelante, nuestra idea siempre será mostrar la biodiversidad de Arauca”, concluye Will Sánchez.
El cine ha sido el camino con el que los últimos nueve años Somos Arauca, un colectivo conformado por dos artistas audiovisuales y una psicóloga, buscan cambiar los estereotipos que asocian al departamento con la inseguridad y la violencia, para demostrar que este territorio del oriente colombiano es en verdad un espacio de cultura, arte y oportunidades.
“Iniciamos como un colectivo audiovisual luego de una noticia que apareció, donde decía que Arauca era el séptimo infierno y mencionaba que acá robaban, secuestraban y asesinaban. A raíz de eso, nosotros, unos músicos y unos realizadores audiovisuales, decidimos hacer una campaña donde decíamos que éramos más que eso. En esa ocasión fuimos donde un artista muy conocido, él tocó una melodía y al final decía que en Arauca secuestrábamos, pero melodías, atardeceres, o que robábamos, pero corazones”, recuerda Will Sánchez, un paisa que llegó a Arauca hace una década y fundó el colectivo.
A partir de entonces se han encargado de crear contenido audiovisual que resalte la cultura llanera, los amaneceres de Arauca, la gastronomía de los siete municipios y su diversidad en flora y fauna; además, han convertido los parques, las plazas y los colegios en salas de cine para llevar el séptimo arte nacional y local a los rincones del departamento.
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“Hacemos proyecciones itinerantes, tratamos de hacer las crispetas y llevarlas a los chicos, conseguir las sillas prestadas, todos los equipos que se necesitan, que una pantalla, que un video beam. Tratamos de ir a lugares donde tener estos equipos es un privilegio, para ellos ir a un cine es muchísimo más difícil. En ocasiones, cuando inflamos la pantalla, se emocionan porque nunca la habían visto, o han ido a ver un estreno y estas cosas que hacemos es lo más cercano que tienen de esto, por eso buscamos cambiar un poco esa realidad”, agrega Sánchez.
Pese a que económicamente no ha sido fácil sostenerse, a través de las gestiones que han hecho con las secretarías de Cultura y el mismo Ministerio de Cultura, este colectivo ha logrado llevar talleres para enseñar el mundo del cine a Tame, Fortul, Puerto Rondón, Arauca y Arauquita, donde reúnen a por lo menos 20 niños, niñas y jóvenes para recibir clases durante una semana, en las que les enseñan cómo funciona este arte y cómo pueden contar sus historias a través de una cámara.
Otro de los legados que hasta el momento deja el colectivo es el Festival Internacional de Cine de Arauca, que este año llega a su cuarta edición y que nació de la mano de Will y Mauricio Lezama, un gestor cultural, realizador audiovisual, consejero departamental de cinematografía y líder social, que fue asesinado el 9 de mayo de 2019 mientras realizaba el casting de la producción Mayo, una película sobre las víctimas del conflicto en la región.
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“Nos gustaría que a nuestro festival lo apoyaran muchísimo, porque vemos en este la mejor vitrina para poder mostrar las riquezas del departamento, no solo con los invitados que tratamos de traer cada año, sino porque sabemos lo rápido que pueden mover un grupo de personas que van a un festival de cine y están publicando todo el tiempo el territorio donde se encuentran. Las últimas versiones se han hecho en tres municipios, nos hemos esforzado muchísimo para que en estos lugares tengamos algunos procesos de formación y proyección”, explica Sánchez, quien actualmente es el director del festival, que este año se hará del 7 al 12 de septiembre.
Es así como poco a poco, a través de estas acciones, el colectivo busca arrebatarle espacios a la guerra que ha estado presente en el departamento desde hace más de tres décadas, por cuenta de una disputa territorial que han ejercido grupos armados ilegales, como el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y las disidencias de las Farc.
Estos hechos de violencia han generado que incluso sus habitantes pierdan el asombro de las llanuras que acompañan el departamento, por lo que es importante que el cine y el arte ayuden a reafirmar las fortalezas del lugar y hacer de la vida un acto llevadero en un territorio marcado por la violencia, en especial en los últimos meses, en que no solo se han recrudecido los enfrentamientos, sino además los asesinatos de líderes locales y el desplazamiento de poblados rurales.
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“Sería bueno que reconocieran a Arauca por lo que es y por su cultura, porque en muchos lugares dicen el nombre del departamento y se les viene a la mente la guerra, y acá hay muchas cosas bonitas y muchas veces no se mencionan. En mi caso, amo los atardeceres, los amaneceres y el río Arauca “, sostiene Víctor Manuel Lozano, un joven de 18 años, estudiante de artes plásticas y pintor, que desde su arte busca reconstruir la imagen que el resto del país tiene del departamento y que ha participado de los espacios de los talleres gratuitos que brinda el colectivo.
En los últimos años, Somos Arauca le ha apostado a apoyar a los artistas locales y emprendedores del departamento realizándoles contenidos audiovisuales para potenciar sus marcas y sus talentos. En el caso de los cantantes, se han hecho campañas a través de las redes sociales y lugares conocidos de la capital, para que estos artistas conozcan la iniciativa que tiene el colectivo, en las que pueden producirles videos musicales o canciones de distintos géneros musicales, resaltando el valor local.
“En los medios nacionales y hasta locales se han encargado de solo mostrar la parte negativa de la región. Nos preguntábamos por qué no muestran lo bello que es un trabajo de llano, de su cultura, lo trabajadora que es la gente cuando está con su ganadería o con sus hijos. Dijimos: vamos a mostrar esa cantidad de artistas que quieren salir adelante, nuestra idea siempre será mostrar la biodiversidad de Arauca”, concluye Will Sánchez.