Uniformados del Senafront vigilan la cerca de 80 metros, que instalaron en el paso fronterizo al que se ingresa por Capurganá.
Foto: AFP - AFP
La sensación que produce la humedad en un lugar caluroso es una tortura. Si se camina, se siente que el cuerpo se calienta más rápido y por consiguiente se suda más. El instinto incita a beber agua y a quitar del cuerpo cualquier cosa que pueda generar más calor. Si es por la selva, se deben activar más los sentidos: fijarse muy bien en dónde se pisa, porque cualquier movimiento en falso puede ser una caída, una lesión o encontrarse de frente con un animal. Si a esto se le suma que no se sabe cuántos días pueda durar la travesía, porque esto...
Por Mónica Rivera Rueda
Periodista de planeación, hábitat, salud y educación. Estudiante de la maestría de análisis de problemas políticos, económicos e internacionales contemporáneos.@Yomonrivermrivera@elespectador.com