La primera trans en un cargo de elección popular en el Caribe

Taliana Gómez Oliveros es una mujer trans, sueña con conformar una familia y piensa con frecuencia en su papá, a quien los paramilitares asesinaron hace dos décadas. Tiene 35 años, y el 1° de enero de 2020 se estrenó en la política, aunque por la elocuencia con la que habla parece una veterana de las urnas. El pasado 27 de octubre ganó como edil de Santa Marta con más de 900 votos, convirtiendóse así en la primera mujer trans electa por votación popular en la región Caribe, donde fueron asesinadas 177 personas LGBTI en la última década, 36,2 % de ellas mujeres trans como Taliana, según un informe de Caribe Afirmativo. (Lea aquí: La política diversa: el encuentro de LGBT electos)

Taliana Gómez Oliveros es una mujer trans, sueña con conformar una familia y piensa con frecuencia en su papá, a quien los paramilitares asesinaron hace dos décadas. Tiene 35 años, y el 1° de enero de 2020 se estrenó en la política, aunque por la elocuencia con la que habla parece una veterana de las urnas. El pasado 27 de octubre ganó como edil de Santa Marta con más de 900 votos, convirtiendóse así en la primera mujer trans electa por votación popular en la región Caribe, donde fueron asesinadas 177 personas LGBTI en la última década, 36,2 % de ellas mujeres trans como Taliana, según un informe de Caribe Afirmativo. (Lea aquí: La política diversa: el encuentro de LGBT electos)

La elección de Taliana Gómez es importante desde la arista de los derechos humanos, pues históricamente las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas han sido excluidas de los espacios de participación política por cuenta de los prejuicios sociales que descalifican las capacidades profesionales de esta población. Pero, pese a esta estigmatización arraigada, en las pasadas elecciones regionales resultaron electas, al igual que Gómez, otras 22 personas lesbianas, gais y trans en los departamentos de Cundinamarca, Antioquia, Valle, Magdalena, Nariño, Putumayo, Risaralda, Sucre y La Guajira. (Madonna, la trans del desierto)

La nueva edil de la localidad Rodrigo de Bastidas es la mayor de cuatro hijos y nació en un hogar conservador asentado en el barrio Pescaíto, al que sus habitantes piden declarar Patrimonio Cultural. Los recuerdos de su infancia están llenos de palos de mamón, almendras y partidos de fútbol, que disputaba su papá y que observaba desde las gradas. “Pescaíto es alegre, lleno de emociones y no creo que me mude ni con todos los millones del mundo. Pescaíto es donde llegas y la gente te recibe con comida. Este barrio es como la Bombonera en Argentina. Aquí tenemos a Radamel Falcao, al Pibe Valderrama y a Bolañitos, es cuna de estrellas del fútbol colombiano”, asegura Gómez. (7 minutos para recordar a la primera reina gay de Sincelejo, asesinada en 2016)

El mar siempre ha sido su segundo hogar, y cuando habla de las emociones que en ella provoca las lágrimas afloran. Cuando quiere liberar la rabia que se acumula con cada acto de discriminación de la que es víctima o cuando extraña la presencia de su papá, camina 15 minutos desde su casa, se encuentra de frente con el mar y le grita. “Taganga es mi baúl de secretos”, agrega Gómez, quien estuvo en Bogotá recientemente en el tercer Encuentro de Liderazgos Políticos LGBTI, organizado por Caribe Afirmativo y Victory Institute, apoyado por el Instituto Nacional Demócrata (NDI), el Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), Friedrich Ebert Stiftung (Fescol) y la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (RedLad).

En este espacio de capacitación, Taliana Gómez compartió su experiencia en campaña y su proyecto político. “Inicialmente quería aspirar al Concejo, pero vi más posibilidades como edil, porque es la base para que la gente conozca mi gestión. Mi meta es ser senadora de la República, y este es apenas el comienzo de mi carrera política”, asegura la edil electa de Santa Marta por el Partido Alianza Verde. Su agenda durante el próximo año se concentrará en propuestas que propendan por un turismo sostenible y en la oposición a la construcción de un puerto multipropósito en Taganga. “Nos oponemos porque ese sitio tiene un valor ancestral para las comunidades indígenas y de pescadores. No podemos dejar que este capitalismo agresivo segregue nuestra cultura, nuestra idiosincrasia”, dice Gómez, católica e hincha del Unión Magdalena. (Así fue el histórico perdón que el Estado le pidió a una lesbiana)

Antes de llegar a la Junta de Acción Local, Taliana trabajó en la oficina del Sisbén en la alcaldía de Rafael Martínez y lideró un proyecto de diversidad sexual en la Universidad del Magdalena, donde cursa séptimo semestre de antropología. “Ya es hora de que una mujer trans llegue al Congreso, sea yo o cualquiera. Las mujeres transgénero tenemos problemas de anafalbetismo e inserción en espacios laborales, porque nos excluyen de todo. Y nosotras, como todos los ciudadanos, tenemos derecho a la educación, que es el primer paso”, explica Gómez, quien además es víctima de la violencia y tiene una hermana con discapacidad auditiva.

El día más triste en su vida lo vivió a sus 16 años, cuando hombres del Bloque Resistencia Tayrona asesinaron a quemarropa con 64 tiros a su padre, quien se negó a pagar extorsiones de los paramilitares. La familia se desplazó y Taliana tuvo que trabajar para ayudar a su mamá. El pasado 26 de noviembre cumplió 35 años, la edad en la que, según las estadísticas, terminaría su vida. ¿Qué pasará a los 36? ¿Y a los 37? Se atreve a preguntarse ahora la edil de Santa Marta, quien ya sueña con casarse y conformar una familia con hijos.