La UP marcha para recordar su genocidio durante conflicto armado
La movilización hace parte de una serie de actividades que se extenderán hasta el sábado y que buscan honrar la memoria de estas víctimas.
Redacción Nacional
Unos doscientos militantes del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP) marcharon este jueves por el centro de Bogotá para recordar el genocidio que sufrieron miles de sus integrantes a manos de paramilitares y otros grupos armados que operaron en Colombia en los años ochenta y noventa.
Al grito de "somos los sobrevivientes", los integrantes de esta comitiva abrieron los actividades para honrar la memoria de estas víctimas desde hoy hasta el próximo sábado.
Los militantes de la UP recordarán a la sociedad la persecución que sufrieron desde 1986, cuando obtuvieron sus primeros cargos políticos en las urnas y, con ellos, la oposición de grupos paramilitares e incluso agentes de seguridad del Estado.
Por estos hechos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reconoció como "genocidio" el asesinato de miles de sus militantes, un crimen que distintas fuentes calculan costó la vida a más 5.000.
"Así como logramos llevar una demanda ante la CIDH pues nosotros queremos que el país no olvide, y que los jóvenes también conozcan y que esto haga parte de este país, que todavía no figura en ningún libro de Historia", dijo a Efe la líder de la UP, Aída Avella.
Avella, que encabezó la marcha, acaba de participar en la tercera delegación de víctimas del conflicto que intervino en los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pues pasó 17 años exiliada en Suiza tras sufrir un atentado cuando era concejal en Bogotá, en 1996.
"No se habla del genocidio político y tiene que hablarse porque esta es una vergüenza nacional. No solamente tiene que decir la Justicia lo que pasó sino que nuestros jóvenes tienen que conocer la historia para que nunca más se repita", añadió.
El estigma que durante años persiguió a la UP de ser cómplices con las FARC, debido a que nacieron en 1985 como una herramienta para hacer política sin armas en un momento en que la guerrilla negociaba un fallido proceso de paz, no ha desaparecido, opinó Avella.
A su juicio, es "absolutamente imposible" que alguien se declare abiertamente de izquierdas por el espectacular aumento de las amenazas registradas en las últimas semanas contra defensores de derechos humanos, opositores y periodistas.
Según datos referidos al tercer trimestre del año de la ONG Somos Defensores, entre junio y septiembre de este año se registraron en Colombia 186 casos de agresiones contra defensores de derechos humanos, lo que supone un aumento del 170 % con respecto al mismo período de 2013.
"Aparecen unos brotes muy extraños, que a mí me parece que obedecen a un plan de desestabilización del país, que va contra el proceso de paz", comentó Avella sobre esta situación.
Los manifestantes, que portaron varias pancartas en las que se exige justicia para los miembros de la UP, llegaron hasta la céntrica Plaza de Bolívar bajo una intensa lluvia que no frenó en ningún momento sus cánticos.
Allí, realizaron una ofrenda floral a la estatua del prócer latinoamericano, e invitaron a los asistentes a participar en varias mesas de diálogo que a lo largo de hoy redactarán varias cartas que serán entregadas a la Presidencia.
Unos doscientos militantes del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP) marcharon este jueves por el centro de Bogotá para recordar el genocidio que sufrieron miles de sus integrantes a manos de paramilitares y otros grupos armados que operaron en Colombia en los años ochenta y noventa.
Al grito de "somos los sobrevivientes", los integrantes de esta comitiva abrieron los actividades para honrar la memoria de estas víctimas desde hoy hasta el próximo sábado.
Los militantes de la UP recordarán a la sociedad la persecución que sufrieron desde 1986, cuando obtuvieron sus primeros cargos políticos en las urnas y, con ellos, la oposición de grupos paramilitares e incluso agentes de seguridad del Estado.
Por estos hechos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reconoció como "genocidio" el asesinato de miles de sus militantes, un crimen que distintas fuentes calculan costó la vida a más 5.000.
"Así como logramos llevar una demanda ante la CIDH pues nosotros queremos que el país no olvide, y que los jóvenes también conozcan y que esto haga parte de este país, que todavía no figura en ningún libro de Historia", dijo a Efe la líder de la UP, Aída Avella.
Avella, que encabezó la marcha, acaba de participar en la tercera delegación de víctimas del conflicto que intervino en los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pues pasó 17 años exiliada en Suiza tras sufrir un atentado cuando era concejal en Bogotá, en 1996.
"No se habla del genocidio político y tiene que hablarse porque esta es una vergüenza nacional. No solamente tiene que decir la Justicia lo que pasó sino que nuestros jóvenes tienen que conocer la historia para que nunca más se repita", añadió.
El estigma que durante años persiguió a la UP de ser cómplices con las FARC, debido a que nacieron en 1985 como una herramienta para hacer política sin armas en un momento en que la guerrilla negociaba un fallido proceso de paz, no ha desaparecido, opinó Avella.
A su juicio, es "absolutamente imposible" que alguien se declare abiertamente de izquierdas por el espectacular aumento de las amenazas registradas en las últimas semanas contra defensores de derechos humanos, opositores y periodistas.
Según datos referidos al tercer trimestre del año de la ONG Somos Defensores, entre junio y septiembre de este año se registraron en Colombia 186 casos de agresiones contra defensores de derechos humanos, lo que supone un aumento del 170 % con respecto al mismo período de 2013.
"Aparecen unos brotes muy extraños, que a mí me parece que obedecen a un plan de desestabilización del país, que va contra el proceso de paz", comentó Avella sobre esta situación.
Los manifestantes, que portaron varias pancartas en las que se exige justicia para los miembros de la UP, llegaron hasta la céntrica Plaza de Bolívar bajo una intensa lluvia que no frenó en ningún momento sus cánticos.
Allí, realizaron una ofrenda floral a la estatua del prócer latinoamericano, e invitaron a los asistentes a participar en varias mesas de diálogo que a lo largo de hoy redactarán varias cartas que serán entregadas a la Presidencia.