Lanzan alerta por aumento de violencia sexual contra migrantes en el Darién

La violencia sexual contra los migrantes que atraviesan el tapón del Darién es un tema que va en aumento y preocupa a las organizaciones que los atienden. De acuerdo con Médicos sin Fronteras, cada tres horas podría estar siendo una violada una persona en la selva, por lo que hicieron un llamado a las autoridades.

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“Decían: ‘ah, sí tiene’ y las violaban. Vi que muchas fueron violadas. Las vi salir desnudas y golpeadas. Te agarran entre una, dos y tres personas y te violan y atrás viene el otro y te vuelve a violar y, si gritas, te golpean”, narró a la organización una venezolana, quien señaló que la golpearon con un bate en las piernas porque no tenía cómo pagarles la extorsión.

“Dicen que es su tierra, que hay que respetarla, y que el que pasa por allí debe pagar. Y si pagas o no pagas, igual lo hacen. Abusan de quien quieren. Incluso tienen hombres violados”, continúa la mujer.

Este hecho no es fortuito. Un informe de Human Rights Watch da cuenta de relatos similares en los que hasta hombres han sido víctimas de abuso. Por ejemplo, en el caso del venezolano Ernesto Borja, el hecho se presentó en Comegallinas, donde un grupo de sujetos armados los emboscaron y les exigieron dinero. A Ernesto lo golpearon con piedras y le dieron patadas cuando estaba en el suelo, así como señala que a todos los agredieron sexualmente.

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Este año, Médicos sin Fronteras ha atendido 397 migrantes víctimas de violencia sexual, de los cuales el 95% eran mujeres, mientras que en el 6 % de los casos se trató de menores de edad entre los 11 y los 16 años. Sumado a esto, en una semana de agosto se registraron 59 casos, por lo que se hicieron llamados a las autoridades para atender esta situación dentro de la selva.

“Médicos Sin Fronteras alerta de un subregistro, pues no todas las personas que viven una agresión sexual lo reportan por miedo al estigma o por el temor a procesos administrativos revictimizantes que retrasan su camino hacia el norte del continente”, indicó la coordinadora médica de la misión Colombia-Panamá de MSF, Carmenza Gálvez.

Dentro de las recomendaciones, piden a los gobiernos de Colombia y Panamá a hacer presencia en la selva, así como solicitan que se les dé las garantías a las víctimas de acceder a justicia, así como a la atención en salud para evitar embarazos no deseados, contagios de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. “Sumado a esto, solicitamos que se desarrollen campañas de sensibilización y prevención con comunidades locales, personal de entidades públicas y organizaciones en la zona para la atención de estos casos”.

Entre enero y octubre de este año, transitaron por la selva del Darién 458.228, de acuerdo con reportes de Migración Panamá. De estos, 294.598 eran venezolanos, 51.129 ecuatorianos y 41.489 haitianos.

La violencia sexual contra los migrantes que atraviesan el tapón del Darién es un tema que va en aumento y preocupa a las organizaciones que los atienden. De acuerdo con Médicos sin Fronteras, cada tres horas podría estar siendo una violada una persona en la selva, por lo que hicieron un llamado a las autoridades.

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“Decían: ‘ah, sí tiene’ y las violaban. Vi que muchas fueron violadas. Las vi salir desnudas y golpeadas. Te agarran entre una, dos y tres personas y te violan y atrás viene el otro y te vuelve a violar y, si gritas, te golpean”, narró a la organización una venezolana, quien señaló que la golpearon con un bate en las piernas porque no tenía cómo pagarles la extorsión.

“Dicen que es su tierra, que hay que respetarla, y que el que pasa por allí debe pagar. Y si pagas o no pagas, igual lo hacen. Abusan de quien quieren. Incluso tienen hombres violados”, continúa la mujer.

Este hecho no es fortuito. Un informe de Human Rights Watch da cuenta de relatos similares en los que hasta hombres han sido víctimas de abuso. Por ejemplo, en el caso del venezolano Ernesto Borja, el hecho se presentó en Comegallinas, donde un grupo de sujetos armados los emboscaron y les exigieron dinero. A Ernesto lo golpearon con piedras y le dieron patadas cuando estaba en el suelo, así como señala que a todos los agredieron sexualmente.

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Este año, Médicos sin Fronteras ha atendido 397 migrantes víctimas de violencia sexual, de los cuales el 95% eran mujeres, mientras que en el 6 % de los casos se trató de menores de edad entre los 11 y los 16 años. Sumado a esto, en una semana de agosto se registraron 59 casos, por lo que se hicieron llamados a las autoridades para atender esta situación dentro de la selva.

“Médicos Sin Fronteras alerta de un subregistro, pues no todas las personas que viven una agresión sexual lo reportan por miedo al estigma o por el temor a procesos administrativos revictimizantes que retrasan su camino hacia el norte del continente”, indicó la coordinadora médica de la misión Colombia-Panamá de MSF, Carmenza Gálvez.

Dentro de las recomendaciones, piden a los gobiernos de Colombia y Panamá a hacer presencia en la selva, así como solicitan que se les dé las garantías a las víctimas de acceder a justicia, así como a la atención en salud para evitar embarazos no deseados, contagios de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. “Sumado a esto, solicitamos que se desarrollen campañas de sensibilización y prevención con comunidades locales, personal de entidades públicas y organizaciones en la zona para la atención de estos casos”.

Entre enero y octubre de este año, transitaron por la selva del Darién 458.228, de acuerdo con reportes de Migración Panamá. De estos, 294.598 eran venezolanos, 51.129 ecuatorianos y 41.489 haitianos.