Las lluvias siguen sin dar tregua en el país
Los fuertes aguaceros de los últimos días han puesto en alerta a Cali y Medellín. Las unidades de gestión de riesgo trabajan con las comunidades para evitar nuevas emergencias.
Carlos Eduardo Díaz Rincón
La intensidad de las lluvias de los últimos días ha sido tan fuerte, que el pasado fin de semana en Cali durante tres horas cayó más agua que en todo un mes. La cuestión es que dinámicas similares que se han visto en Bogotá, Medellín y otras ciudades seguirán por lo menos en las próximas semanas, según el Ideam, lo que ha puesto en emergencia y alerta a gran parte del país.
“Junio tendrá lluvias sobre lo normal, aunque en regiones como la Andina debería estar en transición hacia una temporada de menos precipitaciones. Esto sucede por influencia del fenómeno de La Niña”, dijo a El Espectador Yolanda González, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), quien además indicó que la probabilidad de que siga lloviendo es cercana al 58 %.
A esto se suma la temporada de lluvias que se ha extendido y profundizado por otros factores. “Lo que nos ha generado esto es algo que nosotros denominamos una onda Kelvin fría, que está en el océano ecuatorial y ha estado muy fuerte desde mayo. También tiene que ver con el cambio climático y el cambio de uso que le hemos dado al suelo”, argumentó González.
En total, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) calcula que son cerca de 33.000 las familias (más de 90.000 personas) las afectadas por la temporada de lluvias, por lo que los llamados desde todas las entidades de socorro a las alcaldías es a activar sus planes de emergencia.
Valle del Cauca
Las fuertes precipitaciones en los últimos meses en el departamento han causado emergencias en diez municipios, que van desde derrumbes hasta cortes prolongados del servicio de acueducto, debido a la alta sedimentación del agua que impide su consumo, mientras que en Cali se han registrado 9.112 contingencias relacionadas con los aguaceros. “En mayo deberían caer 97 milímetros, en junio 54 y en julio 28. Si nos caen 76 milímetros en una sola noche, eso es casi el triple de lo que debe caer en julio”, señaló Rodrigo Zamorano, secretario de gestión del riesgo de la ciudad.
Se han presentado emergencias en los barrios Siloé, Granada, Chipichape, La Flora, Los Álamos, Belén, Santa Teresita y en el sector de Chipichape, en la carrera 1 con calle 25, donde varios carros quedaron atrapados. También colapsó el canal de aguas residuales en Santa Mónica y se presentaron inundaciones en varias vías. Ante esto, aunque el funcionario desmiente que haya un desbordamiento del río Cali, reconoce que hay un alto riesgo ante la variación climática y un posible aumento del nivel del río Cauca, que está sujeto al Plan Jarillón, con el que se busca hacer sismorresistentes los 26 kilómetros del afluente que bordean la ciudad. “Usualmente junio y julio son secos estacionariamente. Para junio debían llover diez días y para julio ocho. Sin embargo, en lo que llevamos de este mes ha llovido prácticamente todos los días”, precisó.
Ante las circunstancias, el secretario comentó que en Cali ha sido fundamental la declaración de calamidad pública para prevenir emergencias en zonas rurales y de ladera. “El DAGMA ha duplicado su capacidad de manejo para la estabilización de árboles, Emcali redobló las labores para el descolmatado de los canales y sumideros, ya que tenemos más de 80 toneladas de escombros llegando allí y nos estamos encargando de las ayudas humanitarias, además de la franja eléctrica. Afortunadamente, hasta el momento no tenemos muertos ni desaparecidos”, señaló.
Por lo pronto, el Ideam indica que las lluvias se mantendrán hasta en un 60 % por encima de lo normal en julio y mantiene la alerta roja en cinco municipios, así como alerta naranja en otros 18, por lo que la directora del Ideam recomienda a la ciudadanía del Valle del Cauca estar pendiente de crecientes de los ríos Cauca, Calima, Dagua, Anchicayá, Cajambre, Naya y Yumbo. “El Valle tiene una riqueza hidrográfica muy importante y por eso tenemos que estar muy atentos”.
Cundinamarca
La alerta roja que emitió el Ideam, el pasado 5 de junio, por el riesgo de desbordamiento del río Bogotá prendió las alarmas del departamento, ante la alta probabilidad de crecientes súbitas en ríos adyacentes como el Apulo y Lindo, y de las quebradas La Pilama y Cachimbula, por lo que en reunión extraordinaria entre la Secretaría de Gestión del Riesgo, el Ideam y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), se confirmó que 16 municipios están en alerta roja y la cuenca media del río Bogotá se mantendrá en alerta naranja. “Estamos muy atentos a los afluentes del río. Las lluvias provenientes de los Llanos y el occidente del país han incrementado su nivel”, aseguró la directora del Ideam.
Ante esto, Gina Herrera, directora de gestión del riesgo de Cundinamarca, indicó que, a la par, “la CAR ha hecho alertas tempranas y con los bomberos han hecho una medición de las regletas, ya que uno de los aumentos más altos ha sido en Girardot por las lluvias”.
Por ello, se ha coordinado con las unidades operativas de Defensa Civil, Bomberos y unidades de gestión del riesgo monitoreos de los puntos críticos. “Hay seguimiento en las zonas ribereñas y hemos hablado con bastantes familias para que sean unos aliados de información cuando ocurran crecientes de los afluentes o emergencias en las zonas de peligro”. Además, se han invertido $10.000 millones en maquinaria amarilla y kits humanitarios para atender emergencias como la avalancha en Viotá, que terminó con la vida de cinco personas de una misma familia.
Entre tanto, el Ideam señaló que las lluvias se mantendrán en el departamento con una probabilidad de del 20 al 40 %, por lo que se mantendrá la alerta roja por deslizamientos en siete municipios y naranja en otros 74.
Antioquia
Además de cerca de 20.000 damnificados, la temporada de lluvias deja un saldo de 38 personas muertas y 33 municipios en calamidad pública por cuenta de deslizamientos, crecientes súbitas e inundaciones, que han afectado principalmente al suroeste y la subregión del Urabá, donde municipios como Murindó quedaron incomunicados por una palizada y pérdidas de la capa asfáltica. “En Antioquia tenemos alerta roja por deslizamiento en ocho municipios, especialmente en el sureste. También tenemos 61 municipios en alerta naranja en el centro y occidente del departamento”, dijo Yolanda González.
Además, en Medellín, las fuertes lluvias de los últimos días han provocado el aumento del caudal del río Medellín, colapso en vías y la suspensión del servicio del metro por más de 60 descargas eléctricas. “Una de las estrategias que contemplamos es el programa de asistencia técnica a los municipios, para fortalecer sus planes de gestión del riesgo y su capacidad de prevención y respuesta”, indicó Jaime Gómez, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (DAGRAN). Además, hacen el monitoreo cuenca arriba del río Cauca para avisar a la comunidad sobre posibles crecientes.
Por su parte, Yolanda González afirmó: “También estamos pendientes de los ríos Medellín, Nare, Nechí y Porce”, mientras que el DAGRAN hace el reforzamiento de jarillones y la recuperación de la capacidad hidráulica de los afluentes. “Estamos instalando sensores hidrometeorológicos que miden la cantidad de agua, y unos sensores que miden el nivel de los ríos y quebradas. Todo esto asociado a una alarma comunitaria para evitar que se pierdan vidas”.
Por lo pronto, se espera que desde las administraciones locales se activen los planes de prevención y si bien, desde los departamentos se trabaja de la mano de las comunidades, las alertas están encaminadas a tomar acciones a largo plazo, ya que las previsiones indican que las lluvias seguirán la mayor parte del año.
La intensidad de las lluvias de los últimos días ha sido tan fuerte, que el pasado fin de semana en Cali durante tres horas cayó más agua que en todo un mes. La cuestión es que dinámicas similares que se han visto en Bogotá, Medellín y otras ciudades seguirán por lo menos en las próximas semanas, según el Ideam, lo que ha puesto en emergencia y alerta a gran parte del país.
“Junio tendrá lluvias sobre lo normal, aunque en regiones como la Andina debería estar en transición hacia una temporada de menos precipitaciones. Esto sucede por influencia del fenómeno de La Niña”, dijo a El Espectador Yolanda González, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), quien además indicó que la probabilidad de que siga lloviendo es cercana al 58 %.
A esto se suma la temporada de lluvias que se ha extendido y profundizado por otros factores. “Lo que nos ha generado esto es algo que nosotros denominamos una onda Kelvin fría, que está en el océano ecuatorial y ha estado muy fuerte desde mayo. También tiene que ver con el cambio climático y el cambio de uso que le hemos dado al suelo”, argumentó González.
En total, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) calcula que son cerca de 33.000 las familias (más de 90.000 personas) las afectadas por la temporada de lluvias, por lo que los llamados desde todas las entidades de socorro a las alcaldías es a activar sus planes de emergencia.
Valle del Cauca
Las fuertes precipitaciones en los últimos meses en el departamento han causado emergencias en diez municipios, que van desde derrumbes hasta cortes prolongados del servicio de acueducto, debido a la alta sedimentación del agua que impide su consumo, mientras que en Cali se han registrado 9.112 contingencias relacionadas con los aguaceros. “En mayo deberían caer 97 milímetros, en junio 54 y en julio 28. Si nos caen 76 milímetros en una sola noche, eso es casi el triple de lo que debe caer en julio”, señaló Rodrigo Zamorano, secretario de gestión del riesgo de la ciudad.
Se han presentado emergencias en los barrios Siloé, Granada, Chipichape, La Flora, Los Álamos, Belén, Santa Teresita y en el sector de Chipichape, en la carrera 1 con calle 25, donde varios carros quedaron atrapados. También colapsó el canal de aguas residuales en Santa Mónica y se presentaron inundaciones en varias vías. Ante esto, aunque el funcionario desmiente que haya un desbordamiento del río Cali, reconoce que hay un alto riesgo ante la variación climática y un posible aumento del nivel del río Cauca, que está sujeto al Plan Jarillón, con el que se busca hacer sismorresistentes los 26 kilómetros del afluente que bordean la ciudad. “Usualmente junio y julio son secos estacionariamente. Para junio debían llover diez días y para julio ocho. Sin embargo, en lo que llevamos de este mes ha llovido prácticamente todos los días”, precisó.
Ante las circunstancias, el secretario comentó que en Cali ha sido fundamental la declaración de calamidad pública para prevenir emergencias en zonas rurales y de ladera. “El DAGMA ha duplicado su capacidad de manejo para la estabilización de árboles, Emcali redobló las labores para el descolmatado de los canales y sumideros, ya que tenemos más de 80 toneladas de escombros llegando allí y nos estamos encargando de las ayudas humanitarias, además de la franja eléctrica. Afortunadamente, hasta el momento no tenemos muertos ni desaparecidos”, señaló.
Por lo pronto, el Ideam indica que las lluvias se mantendrán hasta en un 60 % por encima de lo normal en julio y mantiene la alerta roja en cinco municipios, así como alerta naranja en otros 18, por lo que la directora del Ideam recomienda a la ciudadanía del Valle del Cauca estar pendiente de crecientes de los ríos Cauca, Calima, Dagua, Anchicayá, Cajambre, Naya y Yumbo. “El Valle tiene una riqueza hidrográfica muy importante y por eso tenemos que estar muy atentos”.
Cundinamarca
La alerta roja que emitió el Ideam, el pasado 5 de junio, por el riesgo de desbordamiento del río Bogotá prendió las alarmas del departamento, ante la alta probabilidad de crecientes súbitas en ríos adyacentes como el Apulo y Lindo, y de las quebradas La Pilama y Cachimbula, por lo que en reunión extraordinaria entre la Secretaría de Gestión del Riesgo, el Ideam y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), se confirmó que 16 municipios están en alerta roja y la cuenca media del río Bogotá se mantendrá en alerta naranja. “Estamos muy atentos a los afluentes del río. Las lluvias provenientes de los Llanos y el occidente del país han incrementado su nivel”, aseguró la directora del Ideam.
Ante esto, Gina Herrera, directora de gestión del riesgo de Cundinamarca, indicó que, a la par, “la CAR ha hecho alertas tempranas y con los bomberos han hecho una medición de las regletas, ya que uno de los aumentos más altos ha sido en Girardot por las lluvias”.
Por ello, se ha coordinado con las unidades operativas de Defensa Civil, Bomberos y unidades de gestión del riesgo monitoreos de los puntos críticos. “Hay seguimiento en las zonas ribereñas y hemos hablado con bastantes familias para que sean unos aliados de información cuando ocurran crecientes de los afluentes o emergencias en las zonas de peligro”. Además, se han invertido $10.000 millones en maquinaria amarilla y kits humanitarios para atender emergencias como la avalancha en Viotá, que terminó con la vida de cinco personas de una misma familia.
Entre tanto, el Ideam señaló que las lluvias se mantendrán en el departamento con una probabilidad de del 20 al 40 %, por lo que se mantendrá la alerta roja por deslizamientos en siete municipios y naranja en otros 74.
Antioquia
Además de cerca de 20.000 damnificados, la temporada de lluvias deja un saldo de 38 personas muertas y 33 municipios en calamidad pública por cuenta de deslizamientos, crecientes súbitas e inundaciones, que han afectado principalmente al suroeste y la subregión del Urabá, donde municipios como Murindó quedaron incomunicados por una palizada y pérdidas de la capa asfáltica. “En Antioquia tenemos alerta roja por deslizamiento en ocho municipios, especialmente en el sureste. También tenemos 61 municipios en alerta naranja en el centro y occidente del departamento”, dijo Yolanda González.
Además, en Medellín, las fuertes lluvias de los últimos días han provocado el aumento del caudal del río Medellín, colapso en vías y la suspensión del servicio del metro por más de 60 descargas eléctricas. “Una de las estrategias que contemplamos es el programa de asistencia técnica a los municipios, para fortalecer sus planes de gestión del riesgo y su capacidad de prevención y respuesta”, indicó Jaime Gómez, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (DAGRAN). Además, hacen el monitoreo cuenca arriba del río Cauca para avisar a la comunidad sobre posibles crecientes.
Por su parte, Yolanda González afirmó: “También estamos pendientes de los ríos Medellín, Nare, Nechí y Porce”, mientras que el DAGRAN hace el reforzamiento de jarillones y la recuperación de la capacidad hidráulica de los afluentes. “Estamos instalando sensores hidrometeorológicos que miden la cantidad de agua, y unos sensores que miden el nivel de los ríos y quebradas. Todo esto asociado a una alarma comunitaria para evitar que se pierdan vidas”.
Por lo pronto, se espera que desde las administraciones locales se activen los planes de prevención y si bien, desde los departamentos se trabaja de la mano de las comunidades, las alertas están encaminadas a tomar acciones a largo plazo, ya que las previsiones indican que las lluvias seguirán la mayor parte del año.