Las millonarias pérdidas del transporte público durante el paro nacional
Durante 2020, y a causa de la pandemia, el servicio de transporte público en Colombia perdió $2,2 billones, según Óscar Ortiz, presidente de Metrocali. A estas pérdidas hay que sumar los actos de vandalismo durante el paro nacional que, por ejemplo, en la capital vallecaucana dejaron reparaciones que costarán alrededor de $80 mil millones.
El sistema de transporte público en Colombia está viviendo uno de sus momentos económicos más complicados. La reducción de pasajeros a costa de la pandemia trajo consigo un hueco difícil de tapar. Según el presidente de Metrocali -entidad encargada del funcionamiento del Masivo Integrado de Occidente (MIO)-, Óscar Ortiz, las empresas perdieron alrededor de $2,2 billones en 2020 a causa del virus. Sin embargo, este año las cosas se complicaron aún más, pues a la pandemia se sumaron los actos vandálicos contra estaciones y buses que fueron atacados durante más de un mes de protesta social en el país. En Cali, Bucaramanga, Pereira, Bogotá, entre otras ciudades, las pérdidas han sido millonarias y la oferta del servicio bajó ante el daño que hubo en los elementos del sistema.
En Cali, uno de los epicentros de las protestas, diariamente llegaban noticias de estaciones a las que les rompían los vidrios e incluso algunas que fueron incineradas. Lo mismo pasó con los buses del MIO, los cuales fueron vandalizados en repetidas ocasiones. Sin ir más lejos, esta semana, en la noche del jueves 17 de junio, encapuchados quemaron dos vehículos del sistema: uno en la calle 70 con carrera 1, en el sector de Paso del Comercio, y otro en la calle 26 con carrera 42.
También puede leer: Reparación de estaciones del MIO en Cali costará $55.000 millones
De las 55 estaciones que tiene el MIO, más del 90 % tuvieron alguna afectación durante las protestas. Trece de ellas fueron incineradas, mientras que otras 17 tuvieron daños en la infraestructura. En cuanto al parque automotor, 19 buses fueron quemados por vándalos en distintas partes de la ciudad. La reparación del sistema estará rondando los $80 mil millones, aunque la cifra puede variar. Una cantidad considerable si se tiene en cuenta que, según el presidente de Metrocali, solo durante la pandemia por el COVID-19 la entidad perdió $150.000 millones.
“Tenemos unos presupuestos estimados de lo que va a costar la reparación total del sistema y estamos intentando que no sean tan altos como los tenemos. En temas de infraestructura, hay un presupuesto de $55 mil millones. La Unión Temporal Recaudo y Tecnología (Utryt) ha dicho que los daños tecnológicos podrían costar entre $12.000 y $15.000 millones. En cuanto a los automóviles, estamos estimando entre los $13 mil y $15 mil millones. Toda esta situación podría estar alrededor de los $80 mil millones”, reveló Óscar Ortiz.
Más allá de las pérdidas económicas, las personas que utilizan frecuentemente el sistema de transporte también se han visto afectadas ante la falta de estaciones y buses en la ciudad. El plan de reparación de todo el MIO ya está en marcha. En este momento hay 33 rutas que están funcionando en todos los corredores de la ciudad, con 185 vehículos disponibles. Sin embargo, en el oriente hay una dificultad porque todavía hay bloqueos en las vías y algunos manifestantes no permiten que pasen los automóviles. El objetivo es que para la próxima semana haya 50 rutas restablecidas, según aseguró Ortiz.
“Mi mamá trabaja en el barrio Santa Fe y nosotros vivimos en Llanogrande, ese es un recorrido de unos 20 minutos sin hacer transbordo ni nada. Desde que se suspendió el MIO nos hemos visto afectadas, porque es muy difícil llegar a los lugares. Acá donde vivimos hay pocos servicios de transporte y son más caros. Tenemos el motorratón, que cuesta unos $12.000 o $15.000, mientras que en el transporte normal eran $2.400. Otro modo de transporte que tenemos es el Jeep, que es una ruta que siempre ha estado y que llega hasta Alfonso López, pero a nosotros nos sirve que nos deje en el Puente de los Mil Días. Ahí a veces no puede seguir por los bloqueos, entonces nos toca caminar. Estamos hablando que un recorrido que duraba 20 minutos ahora es de una hora y media”, le dijo Jennifer Barrero, habitante de Cali y usuaria del MIO, a este medio.
Y si la situación en Cali es complicada, en otras ciudades los problemas no son menores. En Pereira, por ejemplo, hasta principios de junio el Megabús tenía varias estaciones afectadas por hechos vandálicos y se había reportado la quema de dos buses durante las protestas. “Tenemos en el tema de estaciones un promedio de $1.200 millones, a nuestro recaudador Refisa un promedio de $850 millones y a nuestra empresa de seguridad un promedio de $85 millones. Sumando todo ese proceso en nuestras estaciones, va un acumulado de $2.200 millones”, explicó Darío Acosta, gerente de Megabús, sobre los costos de la reparación.
Le puede interesar: Noche de disturbios y enfrentamientos en Cali
Bucaramanga también tuvo afectaciones, aunque en menor medida que en la capital del Valle del Cauca. En total fueron 19 estaciones de Metrolínea, sistema de transporte de la capital de Santander y su área metropolitana, las que fueron vandalizadas. Según la empresa, hasta el momento los gastos superan los $2.000 millones. Los buses también fueron foco de ataques por parte de algunos vándalos. Durante las protestas del 14 de mayo de 2021, un grupo de personas rompió los vidrios de un automóvil que iba con pasajeros e intentaron prenderle fuego. En estos hechos resultó herido el conductor.
“Esto ha sido un problema, toda una odisea. Hemos tenido muchas vías bloqueadas y además las rutas las cambian de un momento para otro por estas situaciones. Para los que frecuentamos este servicio ha sido muy complicada esta situación. Yo voy de Piedecuesta a Bucaramanga y muchas veces he llegado tarde a mi destino. Muchos hemos decidido tomar otras alternativas de transporte. Muchos días no había flujo de buses hacia la capital. A veces se demoraban 30 minutos en despachar una ruta, cuando en condiciones normales salen tres vehículos cada 10 minutos”, aseguró Wilson Francisco Vargas, habitante de Piedecuesta y usuario de Metrolínea.
El sistema de transporte público en Colombia está viviendo uno de sus momentos económicos más complicados. La reducción de pasajeros a costa de la pandemia trajo consigo un hueco difícil de tapar. Según el presidente de Metrocali -entidad encargada del funcionamiento del Masivo Integrado de Occidente (MIO)-, Óscar Ortiz, las empresas perdieron alrededor de $2,2 billones en 2020 a causa del virus. Sin embargo, este año las cosas se complicaron aún más, pues a la pandemia se sumaron los actos vandálicos contra estaciones y buses que fueron atacados durante más de un mes de protesta social en el país. En Cali, Bucaramanga, Pereira, Bogotá, entre otras ciudades, las pérdidas han sido millonarias y la oferta del servicio bajó ante el daño que hubo en los elementos del sistema.
En Cali, uno de los epicentros de las protestas, diariamente llegaban noticias de estaciones a las que les rompían los vidrios e incluso algunas que fueron incineradas. Lo mismo pasó con los buses del MIO, los cuales fueron vandalizados en repetidas ocasiones. Sin ir más lejos, esta semana, en la noche del jueves 17 de junio, encapuchados quemaron dos vehículos del sistema: uno en la calle 70 con carrera 1, en el sector de Paso del Comercio, y otro en la calle 26 con carrera 42.
También puede leer: Reparación de estaciones del MIO en Cali costará $55.000 millones
De las 55 estaciones que tiene el MIO, más del 90 % tuvieron alguna afectación durante las protestas. Trece de ellas fueron incineradas, mientras que otras 17 tuvieron daños en la infraestructura. En cuanto al parque automotor, 19 buses fueron quemados por vándalos en distintas partes de la ciudad. La reparación del sistema estará rondando los $80 mil millones, aunque la cifra puede variar. Una cantidad considerable si se tiene en cuenta que, según el presidente de Metrocali, solo durante la pandemia por el COVID-19 la entidad perdió $150.000 millones.
“Tenemos unos presupuestos estimados de lo que va a costar la reparación total del sistema y estamos intentando que no sean tan altos como los tenemos. En temas de infraestructura, hay un presupuesto de $55 mil millones. La Unión Temporal Recaudo y Tecnología (Utryt) ha dicho que los daños tecnológicos podrían costar entre $12.000 y $15.000 millones. En cuanto a los automóviles, estamos estimando entre los $13 mil y $15 mil millones. Toda esta situación podría estar alrededor de los $80 mil millones”, reveló Óscar Ortiz.
Más allá de las pérdidas económicas, las personas que utilizan frecuentemente el sistema de transporte también se han visto afectadas ante la falta de estaciones y buses en la ciudad. El plan de reparación de todo el MIO ya está en marcha. En este momento hay 33 rutas que están funcionando en todos los corredores de la ciudad, con 185 vehículos disponibles. Sin embargo, en el oriente hay una dificultad porque todavía hay bloqueos en las vías y algunos manifestantes no permiten que pasen los automóviles. El objetivo es que para la próxima semana haya 50 rutas restablecidas, según aseguró Ortiz.
“Mi mamá trabaja en el barrio Santa Fe y nosotros vivimos en Llanogrande, ese es un recorrido de unos 20 minutos sin hacer transbordo ni nada. Desde que se suspendió el MIO nos hemos visto afectadas, porque es muy difícil llegar a los lugares. Acá donde vivimos hay pocos servicios de transporte y son más caros. Tenemos el motorratón, que cuesta unos $12.000 o $15.000, mientras que en el transporte normal eran $2.400. Otro modo de transporte que tenemos es el Jeep, que es una ruta que siempre ha estado y que llega hasta Alfonso López, pero a nosotros nos sirve que nos deje en el Puente de los Mil Días. Ahí a veces no puede seguir por los bloqueos, entonces nos toca caminar. Estamos hablando que un recorrido que duraba 20 minutos ahora es de una hora y media”, le dijo Jennifer Barrero, habitante de Cali y usuaria del MIO, a este medio.
Y si la situación en Cali es complicada, en otras ciudades los problemas no son menores. En Pereira, por ejemplo, hasta principios de junio el Megabús tenía varias estaciones afectadas por hechos vandálicos y se había reportado la quema de dos buses durante las protestas. “Tenemos en el tema de estaciones un promedio de $1.200 millones, a nuestro recaudador Refisa un promedio de $850 millones y a nuestra empresa de seguridad un promedio de $85 millones. Sumando todo ese proceso en nuestras estaciones, va un acumulado de $2.200 millones”, explicó Darío Acosta, gerente de Megabús, sobre los costos de la reparación.
Le puede interesar: Noche de disturbios y enfrentamientos en Cali
Bucaramanga también tuvo afectaciones, aunque en menor medida que en la capital del Valle del Cauca. En total fueron 19 estaciones de Metrolínea, sistema de transporte de la capital de Santander y su área metropolitana, las que fueron vandalizadas. Según la empresa, hasta el momento los gastos superan los $2.000 millones. Los buses también fueron foco de ataques por parte de algunos vándalos. Durante las protestas del 14 de mayo de 2021, un grupo de personas rompió los vidrios de un automóvil que iba con pasajeros e intentaron prenderle fuego. En estos hechos resultó herido el conductor.
“Esto ha sido un problema, toda una odisea. Hemos tenido muchas vías bloqueadas y además las rutas las cambian de un momento para otro por estas situaciones. Para los que frecuentamos este servicio ha sido muy complicada esta situación. Yo voy de Piedecuesta a Bucaramanga y muchas veces he llegado tarde a mi destino. Muchos hemos decidido tomar otras alternativas de transporte. Muchos días no había flujo de buses hacia la capital. A veces se demoraban 30 minutos en despachar una ruta, cuando en condiciones normales salen tres vehículos cada 10 minutos”, aseguró Wilson Francisco Vargas, habitante de Piedecuesta y usuario de Metrolínea.