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Las tensiones que dificultan la vida en Putumayo

Tras el asesinato de 18 jóvenes en enfrentamientos entre grupos armados, se dio el desplazamiento de por lo menos 32 familias en el municipio de Puerto Guzmán. Además de la falta de presencia de las autoridades, temen por el reclutamiento y viven bajo la zozobra de presenciar la violencia a diario.

23 de noviembre de 2022 - 12:19 p. m.
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Los constantes enfrentamientos entre el “Frente Carolina Ramírez” y los “Comandos de la Frontera” dejaron el fin de semana macabras imágenes de 18 jóvenes muertos, en medio de enfrentamientos que fueron trasladados en un camión hasta el centro poblado de José María, sobre el río Caquetá.

Lea: ¿Cuáles son las disidencias de Putumayo y por qué se enfrentan?

Esto habría generado el desplazamiento de por lo menos 32 familias, según lo indicó el sacerdote del municipio de Puerto Guzmán, mientras las tensiones se mantienen a ambos lados del río, pues al enfrentamiento de los grupos armados, que completa casi tres años, se le suma la falta de oportunidades y el constante reclutamiento en la zona.

“Están saliendo comunidades que incluso se van a otros departamentos porque dicen que no hay garantías ni en Mocoa. Entre estas hay indígenas y personas que no aceptan entrar a ningún grupo, porque en Puerto Guzmán está el Carolina Ramírez y los Comandos de Frontera, mientras que en la Hormiga, parte de Villa Pinzón y Orito está Sinaloa”, dice un líder de la zona.

La situación ha sido reseñada en por lo menos siete alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo en la región desde 2018. La más reciente es la 002 de 2022, enfocada en Puerto Leguízamo, en la que el ente de control llama la atención sobre el alto riesgo de reclutamiento de menores y de migrantes que llegan a este punto para pasar a Ecuador y Perú, así como se destacan las amenazas a líderes sociales que impulsan los programas de sustitución de cultivos de uso ilícito.

Esto se evidencia a diario. Tan solo este martes 22 de noviembre se registró un ataque armado contra un grupo de personas en Puerto Asís, que dejó cuatro muertos y tres heridos, mientras que habitantes de la zona resaltan que hace 15 días fueron asesinados el presidente y el fiscal de una Junta de Acción Comunal.

“Hace 10 días cogieron a unos guardias indígenas en Villa Pinzón, que estaban haciendo un trabajo cinematográfico y que creyeron que estaban grabando lo que hacen las disidencias. Además, hace como dos meses, hubo un enfrentamiento en La Rosa, en el que murieron 16 personas, pero de eso no se habló”, dice un habitante de Puerto Asís.

La disputa por el control es por los corredores fluviales: los ríos Caquetá y Putumayo, que atraviesan el departamento y son importantes puntos de logística ante la falta de vías para comunicarse con el Cauca, hacia el occidente, y con los llanos orientales y la Amazonia, hacia el oriente, puntos estratégicos para el tránsito de droga.

Esta importancia siempre fue reconocida por las guerrillas. Históricamente, la zona fue controlada por el bloque Sur de las Farc, conformado por los frentes 15, 32 y 48, por lo que tras la firma del Acuerdo de Paz, las comunidades campesinas, indígenas y afros creyeron en que su implementación iba a alejarlos del conflicto y del cultivo de la coca, pero en los últimos cuatro años la reorganización de los grupos armados les demostró que la situación no cambiaría como esperaban.

Los grupos armados ofrecen entre $1,5 millones y $2 millones a los jóvenes para integrar sus filas, ante la falta de oportunidades, así como prohíben el tránsito después de las seis de la tarde en Villa Garzón, mientras que en Puerto Leguízamo, los Comandos hacen patrullajes sobre el río, según denuncian los habitantes del sector, a la vista del Ejército que hace presencia en la zona.

“Hay mucha tensión. En un video que mandaron dijeron que supuestamente iban a estar quietos sobre la ribera del río Putumayo, pero lo que dicen los de Carolina Ramírez es que entrarán a todo el departamento. Por eso ha aumentado la violencia”, indica el líder.

Es por esto que se pide la presencia del gobierno. Sobre esto, el sacerdote de la diócesis de Mocoa indicó a NTN24, tras los más recientes enfrentamientos, que los grupos armados se atrincheraron en las casas, lo que motivó la salida de habitantes de la vereda Las Delicias.

“Hacemos un llamado muy especial al gobierno nacional para que nos apoye una comisión del Alto Comisionado de Paz para que se acerque al territorio. Nosotros no queremos escuelas, no queremos carreteras, lo que nosotros realmente queremos es vivir en paz, la prioridad debe ser esa “Paz total” que tanto anhela el presidente Petro”, indicó el cura.

Al respecto, el mandatario señaló que entre los grupos armados “se matan entre sí como si fueran desechables”, así como cuestionó lo que ocurre en el departamento “¿ustedes creen que esos son los conflictos propios de una guerrilla política que quiere tomarse el poder nacional y hacer una revolución?, lo que vimos en el Putumayo es el conflicto entre las disidencias que dicen ser de las antiguas Farc masacrándosela de manera dantesca”.

Ante esto, lo que esperan las comunidades son acciones concretas, ya que cada vez que ocurre un hecho de interés nacional en la zona, se instalan mesas, pero el conflicto continúa, bajo la amenaza de que cada vez son más lo que se ven obligados a salir de sus territorios, con el único fin de proteger sus vidas.

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