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Familiares del empresario brasileño Fernando Botti hicieron un llamado a las autoridades colombianas tras cumplirse más de 10 días de su desaparición en Maicao, La Guajira. Según indicó su hija Carol Botti, el hombre llegó al país, de Venezuela, como parte de un viaje que había hecho para concretar un negocio de mariscos.
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“Necesitaba empezar un nuevo negocio y los mariscos es algo que le interesaba. Él estaba allá con un amigo de Venezuela, quien le dijo que esa región es buena para ese mercado”, explicó Carol Botti en redes sociales, donde además indicó que a pesar de tener contacto con la Fiscalía y la embajada brasileña, no han tenido mayor información del hombre.
“Necesitamos hacer mucho ruido para las autoridades locales en Colombia, en Brasil, porque no se puede una persona desaparecer así y dejar atrás a una familia”, dijo la hija de Fernando Botti.
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Según explica la joven, la última vez que se tuvo información de Fernando Botti fue el 11 de mayo, cuando le dijo a un compañero que iría a una reunión, de la que no regresó ni volvieron a contactarlo. A partir de ese momento tienen dos versiones.
La primera es que, estando muy cerca de la frontera, Botti se bajó del carro del amigo y tomó una moto para cruzar la frontera a Venezuela, pese a que le recomendaron no hacerlo. La segunda señala que Botti se bajó de un taxi y dijo que regresaba en una hora, pero no volvió.
Tras conocerse el caso, las autoridades indicaron que intensificaron el bloque de búsqueda, así como se amplió el rango de búsqueda a zonas turísticas como Palomino y límites con el departamento del Magdalena, con el fin de corroborar que el extranjero no esté en cercanías al Tayrona.
La familia de Fernando Botti recordó que el hombre mide aproximadamente 1,75 metros y pesa 95 kilos, además tiene canas, usa gafas y “viste con sencillez y sin adornos”.