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Todo un misterio hay alrededor de la muerte de una niña de dos años en Bucaramanga. De lo único que se tiene certeza es que el pasado 10 de enero llegó a la Unidad Materno Infantil Santa Teresita un hombre con su hijastra, quien ya no presentaba signos vitales. En medio de la indignación que generó el caso, la madre denunció violencia intrafamiliar, mientras que el hombre fue capturado.
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Todo comenzó en la mañana del pasado miércoles 10 de enero en la habitación 14 del Hostal Paraíso, en el centro de Bucaramanga, donde vivía la menor de edad, junto a su mamá, su hermana, el padrastro y el hijo del padrasto. La madre, llamada Rosa Isabel Rodríguez, había llegado hace cuatro meses de Perú con sus hijas a Bucaramanga, donde la familia de su pareja le ofreció trabajo y posada.
Según narró Javier Páez, administrador del hostal, él nunca se fijó en quienes vivían dentro de la habitación ni escuchó ruidos, pero sí vio cuando el día del accidente los residentes salieron y le pidieron que llamara a la mamá de la niña que estaba trabajando. Cuando le preguntó al hombre qué había pasado, le respondió que la niña estaba muy enferma.
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De allí el sujeto salió a la Unidad Materno Infantil Santa Teresita, donde llegó con la niña en brazos, indicando que se había caído por las escaleras. El personal de salud que atendió el caso recibió a la niña sin signos vitales e indican que su deceso se había dado hacía más de 40 minutos.
Pero el caso no quedó ahí, porque al final deciden llamar a las autoridades, pues pese a la versión que dio el sujeto de que había sido incidente, se dan cuenta de que la menor de edad tiene signos de violencia física crónica, así como heridas que no corresponderían a una caída de las escaleras.
Una vez se conoció el caso, el administrador del hostal corroboró esta versión e indicó que la niña “no se cayó por las escaleras, él la sacó muerta de la habitación. Las cámaras salen cuando la niña está cargada de los brazos, ya estaba muerta”. A esto, un testigo indicó a Vanguardia que en los últimos días, el hombre de 23 años se había comenzado a quedar en el día con las dos niñas y su hijo, mientras que la madre salía a trabajar.
Por esto, las autoridades decidieron entregar al Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) a la otra hija de Rosa Isabel, que tiene cinco años, mientras se logra establecer que ocurrió con la menor de dos años. A la par, el alcalde de Bucaramanga, le pidió a las autoridades esclarecer el hecho. “Como administración actuaremos creando una unidad de reacción inmediata institucional para atender rápidamente cualquier hecho de violencia contra niños en la ciudad”, dijo Jaime Andrés Beltrán.
Este jueves 11 de enero, la madre de la niña habló en medios cuando se acercó a Medicina Legal. Primero señaló que su pareja, con la que no dormía en la misma cama, era violento con ella. “Él se molestaba porque la niña pequeña era muy apegada a mí. Él vivía molesto. Delante mío no la maltrató, pero sí me maltrataba delante de ellas. El sábado le dio una paliza muy dura a su hijo. Por defender a su hijo, me pegó. Me tiró en el piso bocabajo, me dio golpes, me agarró por el cuello, me ahorcaba muy duro. Yo le di una patada como por la costilla”, dijo a Caracol Radio Rosa Isabel.
Sumado a esto, indicó que no creía que la niña se hubiera caído por las escaleras, así como aseveró que los familiares del hombre la estaría amenazando. “Los familiares están amenazando a mi familia. Los están ofendiendo verbalmente. Me están diciendo que van a pagar por todo lo que están diciendo de su hijo”.
Luego de conocerse esto, se supo que las autoridades capturaron al padastro de la niña de dos años, a la espera de su declaración, mientras que se esperan los resultados de Medicina Legal que indiquen las causas de la muerte de la niña y si se trató de una muerte accidental o de un homicidio.