Lo que se sabe de la salud de los cuatro niños rescatados de la selva y su padre
El cuerpo médico Hospital Militar indicó que los menores de edad se encuentran en condiciones aceptables a pesar de lo que vivieron en los últimos 40 días.
Un parte de tranquilidad dio el cuerpo médico del Hospital Militar. Los cuatro niños indígenas que duraron 40 días perdidos en la selva están en condiciones favorables y se encuentran estables, atendidos en el noveno piso del centro de salud en Bogotá.
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“En este momento el equipo de pediatría se encuentra haciendo exámenes diagnósticos, paraclínicos y de imágenes y también han iniciado un tratamiento de recuperación y soporte nutricional y psicológico para poder adecuarse a estas nuevas condiciones”, dijo el médico mayor general Carlos Rincón Arango.
De acuerdo con el funcionario, ya se les realizó la valoración inicial multidisciplinaria en la que se evidenció que la niña Cristín, de un año de edad, se encuentra estable, a pesar de que desde el punto de vista nutricional requiere mayor atención, por lo que necesitará de un tratamiento a mediano plazo. “Condiciones que pongan en riesgo la vida (de los cuatro menores) están descartadas. Están en manos de nuestro equipo multidisciplinario”.
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Sumado a esto, detalló que todos cuentan compromisos nutricionales y lesiones propias de las condiciones que tuvieron que enfrentar en la selva, “tienen algunas lesiones en tejidos blandos, picaduras y lesiones en la piel, pero realmente no hemos encontrado una patología de gravedad”.
Se espera que los niños continúen hospitalizados por dos o tres semanas, mientras se implementa la terapia de soporte nutricional. “No ha iniciado la tolerancia de alimentos vía oral, vamos a iniciar ese proceso después de que completemos el esquema de exámenes paraclínicos que vamos a completar el día de hoy”, resaltó Rincón.
Por su parte, Astrid Cáceres, directora del ICBF, indicó que “no se trató de quién hace qué, sino de que todos hagamos algo”, refiriéndose al trabajo conjunto entre las Fuerzas Militares y los indígenas que llegaron de diferentes partes del país, a apoyar al grupo incial de ocho indígenas, entre los que se encontraba el padre de los niños.
Junto a Manuel Ranoque, el padre de los niños y Delio Mendoza, hermano del líder que también iba en la avioneta, estaban los indígenas Edwin Paki, Nestor Andoque, Faustino Fiagama Hernandez, Jair Rodriguez Mendoza, Miller Manuel Ranoque, Harvy Gomez Furia y Henry Guerrero.
La directora del ICBF agregó que Lesly habló de Wilson, el perro y Cristín “es una mujer muy dulce”, que tienen toda la tranquilidad para trabajar con las enfermeras, mientras que Soleini, la de 9 años, es la que más ha hablado.
Los niños fueron encontrados a cinco kilómetros del lugar del siniestro de la aeronave en la que se movilizaban con su madre Magdalena Mucutuy y el líder indígena Herman Mendoza, el pasado primero de mayo. Sobrevivieron 40 días en la selva y fueron buscados durante 35 días por más de 150 comandos especiales de las Fuerzas Militares y alrededor de 80 indígenas de diferentes comunidades del país.
La búsqueda se dificultó debido a las condiciones de la selva, segun explicó al inicio de la búsqueda Germán Camargo, director operativo de la Defensa Civil del Meta, la selva es espesa y el terreno difícil. “Es una selva virgen, muy tupida y ligada al rio Apaporis, por lo que hay partes que se convierte en fangosa y otras que, por los árboles de más de 30 y 50 metros, es difícil de andar por las grandes raíces. A eso se suma el clima, las tormentas, el calor y los animales de la selva”.
Un parte de tranquilidad dio el cuerpo médico del Hospital Militar. Los cuatro niños indígenas que duraron 40 días perdidos en la selva están en condiciones favorables y se encuentran estables, atendidos en el noveno piso del centro de salud en Bogotá.
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“En este momento el equipo de pediatría se encuentra haciendo exámenes diagnósticos, paraclínicos y de imágenes y también han iniciado un tratamiento de recuperación y soporte nutricional y psicológico para poder adecuarse a estas nuevas condiciones”, dijo el médico mayor general Carlos Rincón Arango.
De acuerdo con el funcionario, ya se les realizó la valoración inicial multidisciplinaria en la que se evidenció que la niña Cristín, de un año de edad, se encuentra estable, a pesar de que desde el punto de vista nutricional requiere mayor atención, por lo que necesitará de un tratamiento a mediano plazo. “Condiciones que pongan en riesgo la vida (de los cuatro menores) están descartadas. Están en manos de nuestro equipo multidisciplinario”.
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Sumado a esto, detalló que todos cuentan compromisos nutricionales y lesiones propias de las condiciones que tuvieron que enfrentar en la selva, “tienen algunas lesiones en tejidos blandos, picaduras y lesiones en la piel, pero realmente no hemos encontrado una patología de gravedad”.
Se espera que los niños continúen hospitalizados por dos o tres semanas, mientras se implementa la terapia de soporte nutricional. “No ha iniciado la tolerancia de alimentos vía oral, vamos a iniciar ese proceso después de que completemos el esquema de exámenes paraclínicos que vamos a completar el día de hoy”, resaltó Rincón.
Por su parte, Astrid Cáceres, directora del ICBF, indicó que “no se trató de quién hace qué, sino de que todos hagamos algo”, refiriéndose al trabajo conjunto entre las Fuerzas Militares y los indígenas que llegaron de diferentes partes del país, a apoyar al grupo incial de ocho indígenas, entre los que se encontraba el padre de los niños.
Junto a Manuel Ranoque, el padre de los niños y Delio Mendoza, hermano del líder que también iba en la avioneta, estaban los indígenas Edwin Paki, Nestor Andoque, Faustino Fiagama Hernandez, Jair Rodriguez Mendoza, Miller Manuel Ranoque, Harvy Gomez Furia y Henry Guerrero.
La directora del ICBF agregó que Lesly habló de Wilson, el perro y Cristín “es una mujer muy dulce”, que tienen toda la tranquilidad para trabajar con las enfermeras, mientras que Soleini, la de 9 años, es la que más ha hablado.
Los niños fueron encontrados a cinco kilómetros del lugar del siniestro de la aeronave en la que se movilizaban con su madre Magdalena Mucutuy y el líder indígena Herman Mendoza, el pasado primero de mayo. Sobrevivieron 40 días en la selva y fueron buscados durante 35 días por más de 150 comandos especiales de las Fuerzas Militares y alrededor de 80 indígenas de diferentes comunidades del país.
La búsqueda se dificultó debido a las condiciones de la selva, segun explicó al inicio de la búsqueda Germán Camargo, director operativo de la Defensa Civil del Meta, la selva es espesa y el terreno difícil. “Es una selva virgen, muy tupida y ligada al rio Apaporis, por lo que hay partes que se convierte en fangosa y otras que, por los árboles de más de 30 y 50 metros, es difícil de andar por las grandes raíces. A eso se suma el clima, las tormentas, el calor y los animales de la selva”.