Lo que se sabe del asesinato de reconocido sacerdote en Ocaña, en medio de un robo

El sacerdote Ramón Montejo Peinado fue asesinado por ladrones que lo abordaron en un parqueadero.

Foto: Archivo Particular

El asesinato del sacerdote Ramón Arturo Montejo tiene consternado a los habitantes de Ocaña, en Norte de Santander. El religioso fue atacado por dos delincuentes, quienes al parecer pretendían robar su camioneta sobre el mediodía del pasado 4 de junio, en el barrio Jesús Cautivo del municipio.

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El crimen se registró cuando el religioso sacaba su camioneta de un parqueadero para dirigirse a realizar su labor pastoral. En ese momento, de acuerdo con testigos y videos de cámaras de seguridad, el sacerdote de 45 años fue abordado por dos sujetos que le exigieron bajarse del vehículo.

Montejo hizo caso omiso y se resistió al hurto, por lo que los delincuentes le dieron dos puñaladas en la espalda, lo bajaron del vehículo y lo lanzaron contra la vía. Pero esto no fue lo único, pues luego de que abordaron la camioneta, atropellaron al sacerdote saliendo del parqueadero, provocándole la muerte en el lugar. “Se escucharon algunos gritos al interior de un parqueadero; inmediatamente salió una camioneta a toda velocidad de este sector”, relató Freddy Arengas, secretario de Gobierno de Ocaña.

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Luego de que se registró el asesinato, según indicó el coronel Néstor Arévalo, comandante de la Policía de Norte de Santander, se activó un plan candado y se inició la persecución de los ladrones, quienes para ese momento se movilizaban en el carro del sacerdote. “Los delincuentes dejaron tirado el automotor y se escondieron en un rastrojo, siendo capturado uno de ellos”, relató el uniformado.

Esto ocurrió en el sector de San Fermín, luego de que los delincuentes, en su intento de evadir a las autoridades, se quitaron las camisetas y los zapatos, para meterse en una zona boscosa. Finalmente, se logró la captura de uno de los responsables en la vereda La Pradera, donde sus habitantes registraron disparos, así como la búsqueda que hizo la Policía del presunto delincuente, mientras que el segundo involucrado, según la Policía de Norte de Santander, fue encontrado en la noche del 3 de junio.

Tras lo ocurrido, el secretario de gobierno señaló que “la administración municipal rechaza ese tipo de hechos de sangre que alteran la tranquilidad ciudadana y alerta a la gente para que denuncie cualquier movimiento sospechoso para neutralizar a los delincuentes”.

Por su parte, la parroquia San José, de la que era sacerdote Montejo, lamentó el crimen. “Se indigna por la manera tan cruel que fue asesinado. Implora al Señor, lo reciba en su santo reino. Es urgente que las autoridades tomen su responsabilidad y les apliquen el peso de la ley a los responsables”.

Sumado a esto, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y administrador apostólico de la Diócesis de Ocaña, pidió a las autoridades investigar de fondo el crimen. “Condenamos profundamente que la violencia irracional haya cobrado la vida de un sacerdote que dedicó su vida a difundir el mensaje de la paz y amor de Jesucristo. Rechazamos categóricamente este acto de barbarie que atenta no solo atenta contra la vida de un ser humano, sino también contra los principios fundamentales de convivencia y humanidad”.

¿Quién era Ramón Arturo Montejo?

El sacerdote de 45 años nació en el municipio de Teorama, Norte de Santander, y era el párroco en San José de Buenavista, en Ocaña. Era reconocido en la región porque, además de ser delegado de la comisión diocesana de reconciliación y paz, participó en varias liberaciones de secuestrados en la región del Catatumbo, como la de Fabián Arias, en diciembre de 2023. De igual forma, lideró varias actividades sociales en la zona.

“Era un sacerdote joven que prestaba el servicio pastoral en la parroquia de Buenavista. Hace tiempo fui a montar bicicleta y maravilloso escuchar de una comunidad, una familia, que estaba agradecida con el padre por su amor a las familias, a los campesinos”, indicó a Noticias Caracol el presbítero Guillermo Jesús García, de la diócesis de Ocaña.

El cuerpo del religioso permanecerá en cámara ardiente en la parroquia San José de Buenavista durante este miércoles 5 de junio, mientras que el jueves 6 de junio será trasladado a la parroquia Isidro Labrador de Teorama, donde finalmente se realizarán las honras fúnebres.