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Una gran conmoción ha causado en Norte de Santander el asesinato del médico cirujano Julián Quintero, a quien el pasado 8 de noviembre sujetos armados le dispararon, mientras se movilizaba con su familia por la vía que comunica a Ocaña con Cúcuta, a la altura del municipio de Sardinata.
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El crimen se presentó cuando Quintero iba con su familia en una camioneta. Los delincuentes dispararon directamente contra el hombre, quien iba manejando, por lo que perdió el control y chocó directamente contra un costado de la vía. Su familia tuvo heridas menores.
Sobre lo ocurrido, el coronel Néstor Rodrigo Arévalo, comandante de la Policía de Norte de Santander, indicó que ya se realizaron las inspecciones en la zona. “Encontramos elementos materiales probatorios, como la ojiva que impactó al médico. Y otros aspectos de tipo técnico que hizo la Policía Judicial y el Gaula que nos van a ayudar a esclarecer este homicidio”.
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Sobre los atacantes se ha dicho que pudieron ser dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta o un posible retén ilegal ubicado en la zona. “No existen móviles claros alrededor de lo que pudo pasar. (...) De pronto lo querían impactar para que parara, pero, cuando vieron que perdió el control y lo asesinaron, salieron del lugar”.
El asesinato ha sido rechazado por varias organizaciones como el Colegio Médico Colombiano, que señaló: “Este atroz suceso, que ha cobrado la vida de un profesional dedicado al servicio de la salud, es un recordatorio doloroso de la inseguridad histórica y estructural que azota a nuestro país y que amenaza tanto a la Misión Médica como a la comunidad en general”.
Por su parte, la defensora del Pueblo, Iris Marín, resaltó el trabajo de Quintero. “Era un médico comprometido y querido por la gente de la región. Esta tragedia nos toca directamente como Defensoría del pueblo, porque Julián era primo de una analista del sistema de alertas tempranas, quien trabajó en formular una alerta temprana que advertía la situación de inseguridad de la vía”.
Marín se refiere a la alerta lanzada en junio del año pasado en la que se advertía “el propósito expansivo regional de las Facciones disidentes de las antiguas FARC, que incluye entre otras acciones, ejercer presión sobre los transportadores que se movilizan por el eje vial Ocaña-Cúcuta, así como a la cadena extractiva del carbón en estos municipios”.
Sumado a esto, la alerta señalan que sobre la misma vía son recurrentes los retenes ilegales, “en sectores como El Tarrita, El Alto del Pozo y el sector la Curva, en límites con el municipio de Bucarasica, con cierta frecuencia desde el año 2021″.
La familia de Quintero asegura que el médico no había recibido amenazas. Las honras fúnebres se realizaron este lunes 11 de noviembre en el municipio de Ocaña, mientras sus compañeros del hospital Emiro Quintero Cañizares salieron a marchar el domingo contra los violentos que asesinaron al joven médico.