Los efectos del paro camionero se sienten fuerte en las regiones
Los transportadores se tomaron vías estratégicas para la movilidad de al menos siete departamentos. Además de afectaciones en el tránsito de pasajeros y carga, se lanzaron alertas por el desabastecimiento de alimentos, gas y gasolina.
Mónica Rivera Rueda
Decenas de lecheros se quedaron ayer con la producción del día sin vender en Boyacá. Mientras algunas comercializadoras anunciaron desde el lunes que si continuaba el paro no podrían recoger el producto por el bloqueo en el sector del Moral en la vía Tunja-Bogotá, otros que sí lo alcanzaron a hacer se quedaron en el camino varados, pues tan solo en la mañana de ayer la Policía registró más de 80 bloqueos de los transportadores sobre las principales vías del país.
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Decenas de lecheros se quedaron ayer con la producción del día sin vender en Boyacá. Mientras algunas comercializadoras anunciaron desde el lunes que si continuaba el paro no podrían recoger el producto por el bloqueo en el sector del Moral en la vía Tunja-Bogotá, otros que sí lo alcanzaron a hacer se quedaron en el camino varados, pues tan solo en la mañana de ayer la Policía registró más de 80 bloqueos de los transportadores sobre las principales vías del país.
“Los camioneros pueden apagar el motor de su vehículo y parar, pero desafortunadamente nosotros no podemos apagar las vacas. Entonces, si no llegan los camiones de las fincas, esa leche se deteriora, se daña y termina uno botándola”, aseguró Juan Manuel Rincón, director de la Asociación de Ganaderos del altiplano cundiboyacense y occidente de Boyacá.
El sector ya ha venido sufriendo por el bajo precio de la leche. Rincón asegura que tan solo en el área que cubre su asociación (22 municipios de Boyacá y 10 de Cundinamarca) se están perdiendo entre 490 y 500 mil litros diarios, que los lecheros deben botar debido a que, ante la cantidad de leche, el producto se daña rápidamente.
Estas afectaciones, según el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, generan tan solo en el departamento pérdidas diarias cercanas a los $600 millones. “Eso es solo en la leche. Sin contar las 1.800 toneladas de alimentos que se dejaron de transportar, el desabastecimiento que se va a generar en Bogotá y la serie de implicaciones económicas en el departamento que ya bastante graves han sido en el sector lechero”.
La situación se replica en diferentes sectores. El efecto del paro de los camioneros preocupa a Analdex y a los arroceros. Por el lado del comercio exterior se proyectan pérdidas de US$300 millones diarias por cuenta de la carga que no se puede mover desde y hacia los puertos; mientras que del lado de los arroceros advierten que este es un momento crítico en el ciclo de este producto, pues durante septiembre se recolectan más de 100.000 hectáreas en todo el país, que suman unas 500.000 toneladas de arroz paddy verde “que en estas condiciones es perecedero, siendo indispensable llevarlo de forma inmediata a las plantas de secamiento”.
Similares circunstancias se evidencian en los departamentos donde se concentraron la mayoría de los bloqueos. En Santander, Febecol alertó desabastecimiento de gasolina en municipios del sur del departamento como San Gil, Barichara, El Socorro y Charalá, mientras que Metrogas advirtió que se vería afectado el suministro del servicio en El Socorro, San Gil, Páramo, Pinchote, Valle de San José, Villanueva y Curití. En ambos casos, por el bloqueo de los ejes viales que llevan a Bucaramanga, que también afectaron el tránsito hacia el aeropuerto.
Sumado a esto, el Comité Intergremial de Santander indicó que el paro tenía frenada la operación logística, el transporte de leche y de ganado a los centros de acopio, así como “hay múltiples vehículos de carga afectados con cosechas, pollo y huevo; que no se han podido distribuir. Se evidencia represamiento de insumos, dificultad para entregar productos terminados, problemas en la recepción de alimentos y materia prima que vienen desde los puertos”, por lo que hicieron alertas por las afectaciones a las cadenas productivas en los próximos días.
En el caso de Norte de Santander, el coletazo se sintió con el aumento de los precios de los alimentos, ante la imposibilidad de transportar los productos, pues de acuerdo con Cenabastos, en los últimos días se ha recibido un 50 % menos de mercancías, lo que ha hecho que los precios hayan subido hasta un 80 %. A esto se suman los bloqueos en el paso de Cúcuta a Táchira, lo que también afecta el comercio internacional por esta zona.
Algo similar se registró en el puente de Rumichaca, en Ipiales, sobre la frontera de Colombia con Ecuador, donde los transportadores bloquearon la vía Panamericana, por lo que una de las principales preocupaciones se centró en los productos que salen y entran del país; mientras que en Cundinamarca y el Meta los bloqueos afectan el suministro de alimentos y el tránsito regular a la capital del país.
En la mayoría de los departamentos afectados por los bloqueos, se permitió el paso intermitente de vehículos, aunque las afectaciones en la movilidad persistían hasta la noche del 3 de septiembre, por lo que varias gobernaciones optaron por instalar Puestos de Mando Unificado (PMU) para mantener el control de los puntos donde se presentan las principales protestas.
A la par, los mandatarios han estado abiertos al diálogo con los manifestantes y han mostrado su interés en no reprimir las manifestaciones, aunque todos concuerdan en hacer llamados al Gobierno nacional a buscar acuerdos concertados lo más pronto posible, ante las afectaciones que ya se sienten en las regiones. “Bucaramanga completa más de 30 horas bloqueada y es justo y urgente que se les escuchen las peticiones a los transportadores. Como Alcaldía hemos acordado corredores humanitarios y todo lo que demandan nuestras competencias, pero ya todo está en manos del Gobierno Nacional”, aseguró el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán.