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Un ex policía irrumpió en el edificio, y mató a 23 niños de tan solo dos años mientras dormían. El autor del ataque de este jueves fue un expolicía de 34 años, identificado como Panya Kamrab, quien iba armado con un fusil, una pistola y un cuchillo. La Policía afirmó que después del ataque, asesinó a su esposa e hijastro, para después suicidarse. El centro en donde ocurrió la matanza solía ser frecuentado por el hijastro del victimario, no obstante, no había asistido a este en el último mes. Se desconocen los motivos del ataque. La Policía afirma que Kamrab, el victimario, habría sido despedido de su trabajo en junio por uso de drogas.
Duangphan Patphaothanun es una mujer de 64 años y abuela de uno de los bebés asesinados en el ataque: Pattarawut, de tres años. Su abuela carga fotos de él en su celular, que fueron tomadas pocas horas antes del tiroteo. “Cuando escuché las noticias sobre el tiroteo, me desmayé”, recuerda Duangphan.
(También lea: Masacre en una guardería de Tailandia, uno de los países con más armas en Asia)
Nipha Lawongsechaison, otra abuela de 46 años, perdió tanto a su nieto como a su nieta en el tiroteo. “Estoy llena de dolor y rabia, porque no puedo hacer nada”, comenta.
La incertidumbre, la rabia y el duelo son los sentimientos que inundan a los familiares de las personas que murieron asesinadas. El sobrino de Naliwan Dungkhet, de 27 años, fue asesinado en el ataque. Captain, de dos años, estaba a un mes de cumplir sus tres años. “¿Por qué matar a los niños, cuando ellos no le hicieron nada a él?”, se pregunta Naliwan Dungkhet.
Varios familiares esperaron fuera de la guardería, otros se reunieron en la estación de Policía. Varios ataúdes rosados y blancos adornados con oro rodeaban el lugar. Los cuerpos de los niños fueron llevados hasta una morgue del hospital en Udon Thani.
¿Cómo fue el ataque en la guardería de Tailandia?
El oficial Jidapa Boonsom le informó a la agencia de noticias Reuters que “en un principio las personas pensaron que eran fuegos artificiales”. El atacante entró en el edificio en la hora del almuerzo y disparó a cinco trabajadores de la guardería, logró entrar gracias a que disparó a padres y profesores que esperaban fuera de la guardería, entre ellos, una profesora que tenía 8 meses de embarazada. La profesora Nong Bua Lamphu tenía 25 años y estaba a pocos meses de dar a luz.
Después de entrar a la habitación matando a los profesores, entró en el lugar donde los niños dormían y los asesinó.
Pranee Srisutham, la madre de la profesora embarazada, comentó al medio Al Jazeera que lloró hasta que no quedaron lágrimas para llorar: “ya no puedo llorar, no puedo hablar”, afirma.
Muchas familias se reunieron en el Centro Conjunto de Gestión de Incidentes. Ya habían esperado ocho horas para recibir noticias de la finalización de las autopsias y la devolución de los restos.
Una zona del centro fue establecida para ser utilizada por psicólogos que trabajaban con los familiares y que escucharon sus historias de pérdida, por parte de aquellos que podían hablar. Varios de los psicólogos hicieron todo lo que pudieron para consolar a los familiares, quienes están absolutamente agobiados.
(También lea: Histórico fallo de la Corte Suprema de EE. UU. respalda el porte de armas, ¿qué dice?)
Este no es el único ataque similar que ha ocurrido en Tailandia. En 2020, un oficial del ejército mató a 29 personas en un centro comercial de Nakhon Rachasima. En septiembre de 2020, un sargento asesinó a dos oficiales del ejército en un centro de formación militar, en Bangkok, la capital de Tailandia.