Liquidarán el sistema de transporte masivo de Bucaramanga, Metrolínea
El anuncio lo hizo el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, tras una asamblea de los accionistas.
La precaria situación de Metrolínea, a la que se suma la ineficiencia del sistema de transporte masivo, llevaron a que la asamblea de accionistas tomara la decisión, este miércoles 23 de agosto, de pedir la disolución y posterior liquidación de la empresa bumanguesa.
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El anuncio lo hizo el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, tras la reunión que sostuvieron los mandatarios de Girón, Floridablanca, Piedecuesta y Bucaramanga junto al Gobierno Nacional para establecer salidas a los problemas del sistema de transporte.
“Recoge el sentimiento ciudadano de los habitantes del área metropolitana sobre la histórica ineficiencia en la prestación del servicio de transporte público”, indicó la asamblea en comunicado.
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Ahora, el alcalde de Bucaramanga deberá radicar ante el Concejo de la ciudad un proyecto de acuerdo en el que se establezca la supresión de la empresa y de paso, la creación de un nuevo ente gestor que se encargue del sistema de transporte público de la ciudad y su área metropolitana.
Con la decisión, la alcaldía de Bucaramanga se comprometió a dar los aportes necesarios y solicitar los recursos que falten al Gobierno Nacional para mejorar el sistema de transporte y renovar la flota de buses a energías más limpias. De la misma forma, señalaron que el servicio de transporte público se seguirá prestando como hasta ahora, por lo que la liquidación no afectaría a los usuarios.
Los problemas de Metrolínea van más allá del déficit cercano a los $72.000 millones que dejó la pandemia. Además de que no pudo recuperar los pasajeros previos a la pandemia, la flota de los buses se habría reducido en un 39 %, para el primer trimestre del 2022, mientras que, a la par la calidad se redujo, “puesto que es ineficiente en tiempos de desplazamiento, cuenta con bajos niveles de fiabilidad, no es atractivo para el usuario, las rutas no llegan a todos los puntos del área metropolitana, entre otros elementos que contribuyen a que pierda su carácter esencial, esto es, la accesibilidad que debe brindar a los ciudadanos”, indicó el informe de calidad de vida 2021 de Bucaramanga Cómo Vamos.
Ante los problemas financieros del operador, la Superintendencia de Transporte, que había intervenido el sistema, terminó el proceso de reestructuración en marzo pasado, luego de que la empresa no logró llegar a acuerdos de pago con los deudores. Como última alternativa, la empresa planteó un millonario plan de rescate, pero la asamblea no aceptó, por lo que se esperaba que se avalara la disolución de Metrolínea.
La precaria situación de Metrolínea, a la que se suma la ineficiencia del sistema de transporte masivo, llevaron a que la asamblea de accionistas tomara la decisión, este miércoles 23 de agosto, de pedir la disolución y posterior liquidación de la empresa bumanguesa.
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El anuncio lo hizo el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, tras la reunión que sostuvieron los mandatarios de Girón, Floridablanca, Piedecuesta y Bucaramanga junto al Gobierno Nacional para establecer salidas a los problemas del sistema de transporte.
“Recoge el sentimiento ciudadano de los habitantes del área metropolitana sobre la histórica ineficiencia en la prestación del servicio de transporte público”, indicó la asamblea en comunicado.
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Ahora, el alcalde de Bucaramanga deberá radicar ante el Concejo de la ciudad un proyecto de acuerdo en el que se establezca la supresión de la empresa y de paso, la creación de un nuevo ente gestor que se encargue del sistema de transporte público de la ciudad y su área metropolitana.
Con la decisión, la alcaldía de Bucaramanga se comprometió a dar los aportes necesarios y solicitar los recursos que falten al Gobierno Nacional para mejorar el sistema de transporte y renovar la flota de buses a energías más limpias. De la misma forma, señalaron que el servicio de transporte público se seguirá prestando como hasta ahora, por lo que la liquidación no afectaría a los usuarios.
Los problemas de Metrolínea van más allá del déficit cercano a los $72.000 millones que dejó la pandemia. Además de que no pudo recuperar los pasajeros previos a la pandemia, la flota de los buses se habría reducido en un 39 %, para el primer trimestre del 2022, mientras que, a la par la calidad se redujo, “puesto que es ineficiente en tiempos de desplazamiento, cuenta con bajos niveles de fiabilidad, no es atractivo para el usuario, las rutas no llegan a todos los puntos del área metropolitana, entre otros elementos que contribuyen a que pierda su carácter esencial, esto es, la accesibilidad que debe brindar a los ciudadanos”, indicó el informe de calidad de vida 2021 de Bucaramanga Cómo Vamos.
Ante los problemas financieros del operador, la Superintendencia de Transporte, que había intervenido el sistema, terminó el proceso de reestructuración en marzo pasado, luego de que la empresa no logró llegar a acuerdos de pago con los deudores. Como última alternativa, la empresa planteó un millonario plan de rescate, pero la asamblea no aceptó, por lo que se esperaba que se avalara la disolución de Metrolínea.