Murió una de las heridas tras caída de un techo en medio de una boda en Valledupar
Hilda Rosa Hernández, de 51 años, es la tercera víctima del colapso, en el que también murieron otras dos mujeres.
En la mañana de este lunes 10 de junio, la Clínica de Valledupar confirmó la muerte de Hilda Rosa Hernández, de 51 años, quien permaneció por ocho días en una unidad de cuidados intensivos (UCI) por las heridas que le produjo el desplome del techo de una casa de campo en la que se realizaba un matrimonio el pasado 1º de junio.
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Hernández, quien vivía en Valledupar y era propietaria de un puesto de comidas rápidas, es la tercera víctima que deja el colapso del techo, que dejo por lo menos 43 personas heridas y provocó la muerte de Naileth Guerra, de 22 años, que era la daba de honor de la novia, y de Saray Varela Manga, niña de 13 años, que viajó desde Barranquilla con su padre para asistir a la boda.
De acuerdo con el reporte del centro médico, la mujer de 51 años sufrió múltiples contusiones, a lo que se sumó un trauma craneoencefálico severo, contusión pulmonar y fracturas, por lo que debió ingresar a la UCI una vez fue atendida, pero no sobrevivió.
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En total fueron 11 de las personas heridas que tuvieron que ser hospitalizadas por la gravedad de las heridas que les produjo el accidente. En el transcurso de la semana se conoció que a uno de los lesionados tuvieron que amputarle una pierna.
La tragedia se registró en la noche del pasado sábado 1° de junio, en medio de la celebración de una boda de la comunidad cristiana “Cristo vive en mí”. Debido a las lluvias que se presentaron ese día, se tuvo que realizar la celebración en el salón de eventos de la casa de campo Riascos, donde, poco antes de las 9:00 p.m. se registró el colapso del techo de la estructura en la que se encontraban cerca de 120 personas.
Sobre lo ocurrido, Petra Romero, jefa de la Oficina de Gestión del Riesgo del Cesar, indicó que primeras indagaciones darían cuenta que el desplome se habría dado por “un taponamiento en los tubos de desagües, debido a que estos se encontraban llenos de hojas y desechos vegetales, los que originó la acumulación de agua. El peso y el volumen del líquido, sobre el techo, habría ocasionado la tragedia de acuerdo a las hipótesis iniciales”. Las autoridades abrieron una investigación para corroborar dicha teoría y suspendieron otra construcción que se realizaba dentro del mismo predio.
En la mañana de este lunes 10 de junio, la Clínica de Valledupar confirmó la muerte de Hilda Rosa Hernández, de 51 años, quien permaneció por ocho días en una unidad de cuidados intensivos (UCI) por las heridas que le produjo el desplome del techo de una casa de campo en la que se realizaba un matrimonio el pasado 1º de junio.
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Hernández, quien vivía en Valledupar y era propietaria de un puesto de comidas rápidas, es la tercera víctima que deja el colapso del techo, que dejo por lo menos 43 personas heridas y provocó la muerte de Naileth Guerra, de 22 años, que era la daba de honor de la novia, y de Saray Varela Manga, niña de 13 años, que viajó desde Barranquilla con su padre para asistir a la boda.
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La tragedia se registró en la noche del pasado sábado 1° de junio, en medio de la celebración de una boda de la comunidad cristiana “Cristo vive en mí”. Debido a las lluvias que se presentaron ese día, se tuvo que realizar la celebración en el salón de eventos de la casa de campo Riascos, donde, poco antes de las 9:00 p.m. se registró el colapso del techo de la estructura en la que se encontraban cerca de 120 personas.
Sobre lo ocurrido, Petra Romero, jefa de la Oficina de Gestión del Riesgo del Cesar, indicó que primeras indagaciones darían cuenta que el desplome se habría dado por “un taponamiento en los tubos de desagües, debido a que estos se encontraban llenos de hojas y desechos vegetales, los que originó la acumulación de agua. El peso y el volumen del líquido, sobre el techo, habría ocasionado la tragedia de acuerdo a las hipótesis iniciales”. Las autoridades abrieron una investigación para corroborar dicha teoría y suspendieron otra construcción que se realizaba dentro del mismo predio.