“Nunca tuvimos retenida a hija adoptiva de Rodolfo Hernández”: Eln
La dirección nacional de esa guerrilla asegura que es falso que Juliana Hernández Oliveros hubiese desaparecido o muerto en manos de alguna sus estructuras.
Desde las montañas de Colombia y a través de un escueto comunicado fechado este 8 de junio, la dirección nacional del Ejército de Liberación Nacional (Eln) aseguró que esa guerrilla no tuvo participación alguna en el secuestro de Juliana Hernández Oliveros, hija del candidato santandereano Rodolfo Hernández, quien el próximo 19 de junio, en la segunda vuelta presidencial, disputará con Gustavo Petro la primera magistratura del país.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Desde las montañas de Colombia y a través de un escueto comunicado fechado este 8 de junio, la dirección nacional del Ejército de Liberación Nacional (Eln) aseguró que esa guerrilla no tuvo participación alguna en el secuestro de Juliana Hernández Oliveros, hija del candidato santandereano Rodolfo Hernández, quien el próximo 19 de junio, en la segunda vuelta presidencial, disputará con Gustavo Petro la primera magistratura del país.
(Lo invitamos a leer: Las lluvias siguen sin dar tregua en el país)
“Después de hacer las indagaciones respectivas le informamos al país que nunca tuvimos retenida a Juliana Hernández Olivero hija adoptiva de Rodolfo Hernández, quién según él desapareció en el 2004 en la región de Ocaña, Norte de Santander”, señala un aparte del comunicado publicado en la página oficial de esa organización subversiva.
Enseguida, el Eln explica que ninguna de sus estructuras en la región tuvo responsabilidad directa ni indirecta en ese caso. “Es falso que ella hubiese desaparecido o muerto en manos del Eln; nunca nos comunicamos con Rodolfo Hernández para solicitar dinero por su liberación porque ella no estaba con nosotros, ni teníamos informaciones al respecto”.
La cúpula de esa guerrilla expresó que no descarta que alguna banda, en complicidad con los organismos de inteligencia, se haya comunicado utilizando el nombre del Eln para exigir dinero por su liberación.
Según Rodolfo Hernández lo de su hija fue un secuestro extorsivo y ha insistido en que los captores llegaron a exigirle $7.500 millones para liberarla, pero él decidió no pagar. Al momento de su desaparición, en 2004, Juliana Hernández Oliveros tenía 23 años de edad.
Lo que se sabe del secuestro de Juliana Hernández
Según registros de la época, el plagio ocurrió en 2004, en una finca en Ocaña (Santander). La hija del candidato estaba acompañada de varias compañeras de la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga, donde todas estudiaban Derecho. De acuerdo con la versión de testigos, hombres armados sin identificar entraron al predio y secuestraron a Juliana Hernández y a otra amiga.
“Al día siguiente, nos llamaron y nos dijeron que había sido secuestrada”, relató Mauricio Hernández, hermano de Juliana, a El Tiempo, en donde agregó que su familia buscó ayuda hasta en entes gubernamentales para lograr su liberación. Lo que supieron los investigadores es que la víctima fue trasladada al Catatumbo, específicamente a Tibú (Norte de Santander), región históricamente dominada por el Eln.
Según la familia, al comienzo del plagio recibieron pruebas de supervivencia de Juliana Hernández, entre ellas fotos donde ella estaba vestida con uniformes de la guerrilla del Eln. El propio Rodolfo Hernández ha explicado que él mismo tuvo comunicaciones con el grupo criminal que secuestró a su hija y que fue extorsionado y chantajeado, para “sacarle plata”.
“Yo soy víctima del Eln. Quiero que los colombianos sepan: mi hija Juliana fue secuestrada por el Ejército de Liberación Nacional en 2004. El año pasado acordamos –mi esposa, mis hijos y yo–, declarar la desaparición forzada de ella y la declaramos muerta. O sea que el Eln me mató una hija. Sin embargo, quiero decirles a los colombianos que la tragedia que yo sufrí con mi hija no se la quiero trasladar a ellos”, manifestó Hernández en enero pasado.
La familia Hernández sigue si saber el paradero de su hija. Hoy esa duda, 18 años después del secuestro, sigue latente.