Panamá cierra frontera por COVID: Mil migrantes varados en Necoclí, Antioquia
La Alcaldía informó que más de mil migrantes de distintas nacionalidades están atrapados en las playas del municipio, por eso se declaró emergencia sanitaria y humanitaria. Además del riesgo de propagación de COVID-19, a la administración le preocupan las precarias condiciones en las que se encuentran estas personas, ya han identificado desnutrición en varios niños y niñas.
Cerca de mil migrantes se encuentran atrapados en este municipios antioqueño. “Este es un efecto colateral de la pandemia (por el cierre de la frontera con Panamá) los migrantes están represados en nuestro municipio”, dijo el alcalde de Necoclí, Jorge Tobón Castro.
De acuerdo con Tobón, Necoclí no cuenta con los recursos para atender la situación, pues la pandemia dejó un gran déficit en sus ingresos. “Nos vemos obligados a declarar la emergencia sanitaria y humanitaria. Tenemos más de 1.000 migrantes informales en nuestras playas”, añadió.
Una de las preocupaciones de la administración local es la propagación del coronavirus, pues tampoco están dadas las condiciones para realizar pruebas y tamizajes a los migrantes, algunos se están quedando en carpas. El alcalde le pide a la población mantener todos los protocolos de bioseguridad.
“Pedimos ayuda al Gobierno para que nos acompañe y poder encontrar una solución. Algunos migrantes visitaron la administración municipal y hay niños con desnutrición, llevamos varios al hospital”, afirmó.
Colombia hace parte de una de las rutas más grandes de migración rumbo a Estados Unidos y Canadá. El Urabá antioqueño y chocoano se convirtió en una región clave para las personas que llegan desde Asia, África e islas del mar Caribe. En zonas como Acandí, Turbo, Capurganá o Necoclí, la presencia de migrantes provenientes de África o Haití - que buscan llegar a Estados Unidos - ha comenzado a desbordar las capacidades de las administraciones locales. Un panorama al que se han sumado los accidentes y naufragios que han cobrado vidas. El 4 de enero una embarcación con 16 migrantes haitianos naufragó en el corregimiento de Capurganá.
Leer: La frontera entre Colombia y Panamá: la otra cara de la migración
Las autoridades han identificado dos rutas de llegada de Brasil y Ecuador. En el primer caso el ingreso es por Leticia, desde donde tienen que navegar hasta llegar a Puerto Asís, en Putumayo, y posteriormente tomar un transporte terrestre para llegar a Turbo. En el caso de los que ingresan por Ecuador, el viaje es por tierra desde Ipiales hasta Medellín y de ahí a Turbo. Una vez en la región de Urabá emprenden el camino hacia Panamá atravesando el Darién, una travesía que puede durar entre seis y ocho días, dependiendo de las condiciones climáticas en una zona en la que no hay caminos y muchos puntos son de difícil acceso.
Cerca de mil migrantes se encuentran atrapados en este municipios antioqueño. “Este es un efecto colateral de la pandemia (por el cierre de la frontera con Panamá) los migrantes están represados en nuestro municipio”, dijo el alcalde de Necoclí, Jorge Tobón Castro.
De acuerdo con Tobón, Necoclí no cuenta con los recursos para atender la situación, pues la pandemia dejó un gran déficit en sus ingresos. “Nos vemos obligados a declarar la emergencia sanitaria y humanitaria. Tenemos más de 1.000 migrantes informales en nuestras playas”, añadió.
Una de las preocupaciones de la administración local es la propagación del coronavirus, pues tampoco están dadas las condiciones para realizar pruebas y tamizajes a los migrantes, algunos se están quedando en carpas. El alcalde le pide a la población mantener todos los protocolos de bioseguridad.
“Pedimos ayuda al Gobierno para que nos acompañe y poder encontrar una solución. Algunos migrantes visitaron la administración municipal y hay niños con desnutrición, llevamos varios al hospital”, afirmó.
Colombia hace parte de una de las rutas más grandes de migración rumbo a Estados Unidos y Canadá. El Urabá antioqueño y chocoano se convirtió en una región clave para las personas que llegan desde Asia, África e islas del mar Caribe. En zonas como Acandí, Turbo, Capurganá o Necoclí, la presencia de migrantes provenientes de África o Haití - que buscan llegar a Estados Unidos - ha comenzado a desbordar las capacidades de las administraciones locales. Un panorama al que se han sumado los accidentes y naufragios que han cobrado vidas. El 4 de enero una embarcación con 16 migrantes haitianos naufragó en el corregimiento de Capurganá.
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Las autoridades han identificado dos rutas de llegada de Brasil y Ecuador. En el primer caso el ingreso es por Leticia, desde donde tienen que navegar hasta llegar a Puerto Asís, en Putumayo, y posteriormente tomar un transporte terrestre para llegar a Turbo. En el caso de los que ingresan por Ecuador, el viaje es por tierra desde Ipiales hasta Medellín y de ahí a Turbo. Una vez en la región de Urabá emprenden el camino hacia Panamá atravesando el Darién, una travesía que puede durar entre seis y ocho días, dependiendo de las condiciones climáticas en una zona en la que no hay caminos y muchos puntos son de difícil acceso.