Pastor que anunció llegada de Jesucristo registró su iglesia desde 2010
Gabriel Ferrer es el representante legal de la Iglesia Cristiana Berea, reconocida por el Ministerio del Interior como entidad religiosa el 6 de diciembre de 2010. El hombre no aparece después de que feligreses le entregaron sus pertenencias para esperar la segunda venida de Jesucristo.
Redacción Investigación
Los feligreses de la Iglesia Cristiana Berea, con domicilio en Barranquilla y sede en Sabanalarga (Atlántico), buscan desesperadamente al pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, quien les prometió que Jesucristo llegaría el pasado 28 de enero y los convidó a renunciar a sus trabajos, vender sus pertenencias y que le entregaran el dinero recaudado. Una vez llegó la fecha, Ferrer desapareció y quienes creyeron en sus palabras ahora se preguntan por sus recursos y por la veracidad de la entidad religiosa. Este diario confirmó que la Iglesia Cristiana Berea fue reconocida en Colombia el 6 de diciembre de 2010, mediante resolución del Ministerio del Interior. (“No somos suicidas, nosotros somos y estamos llenos de vida”: pastor de iglesia Berea)
“Verificado el archivo del registro público de entidades religiosas inscritas ante el Ministerio del Interior, se encuentra que se otorgó personería jurídica especial a la Iglesia Cristiana Berea mediante la Resolución 6026 del 6 de diciembre de 2010. La mencionada iglesia en el artículo 3 de los estatutos dispuso que su duración sería indefinida, por lo tanto la personería jurídica continúa vigente”, aseguró la Dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio de Interior a este diario. (Quitan custodia provisionalmente a padres de niños en ayuno extendido en Sabanalarga)
Según el registro, la Iglesia Cristiana Berea posee un carácter confesional cristiano. La entidad predica el “evangelio de Jesucristo” y tiene como meta llevar la “salvación a la humanidad mediante el conocimiento de Dios a través de su verdad revelada y escrita en la Biblia”. De acuerdo con su página web, la comunidad cree en el libro sagrado, así como en Jesús y su resurrección.
Sobre Gabriel Alberto Ferrer Ruíz se sabe que nació en Montería (Córdoba) y se estableció en Barranquilla (Atlántico), donde ejerció como docente de literatura en la Universidad del Atlántico hasta diciembre del año pasado, cuando renunció a su cargo para esperar la llegada de Jesucristo. “Renuncio a la Universidad del Atlántico porque quiero proseguir al blanco, por ver si logro así aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús”, se lee en su carta de renuncia difundida en medios de comunicación. (Pastor de comunidad que se prepara para el fin del mundo renunció como docente)
La hoja de vida de Ferrer es extensa. Estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Córdoba, realizó maestrías en Literatura Hispanoamericana y en Estudios Teológicos, y tiene un doctorado en Letras Latinoamericanas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus áreas de investigación son humanidades, idiomas, teología y literatura; entiende español, francés e inglés; y reporta varios artículos publicados en revistas especializadas de instituciones educativas como la Universidad de Antioquia la Universidad del Altántico, Universidad pedagógica y la Universidad del Norte.
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Varios de los feligreses de la Iglesia Cristiana Berea aseguran que una hija del pastor Ferrer falleció hace unos meses y que él creía poder resucitarla. Por eso, a comienzos de enero, varias personas en Sabanalarga iniciaron jornadas de ayuno y se concentraron en la sede de la iglesia en el municipio. La comunidad alertó a las autoridades debido a que entre los participantes se encontraban menores de edad. Desde entonces, el tema escaló a la prensa, las redes sociales, la Policía Nacional, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Alcaldía de Sabanalarga.
Según declaraciones de Benjamín Collante, director regional del ICBF, ocho menores de edad que participaban en la vigilia fueron entregados al cuidado de sus familias extensas y con la vigilancia de la entidad. “Las familias que los recibieron firmaron un compromiso para cuidarlos hasta que pase toda esta situación”, explicó el funcionario.
Uno de los denunciantes fue un hombre que relató al diario El Universal que, sin su consentimiento, su pareja vendió todas las pertenencias de la familia y entregó a Ferrer lo que recaudó. “Yo no estaba aquí. Cuando regreso me encuentro que mi esposa vendió todo porque iba a ser raptada por el Señor, cosa que no ocurrió. Ahora estamos en la ruina, en la quiebra, sin nada. Estamos en la calle”, relató el hombre desde el corregimiento Isabel López, jurisdicción de Sabanalarga.
El tema causó tanto revuelo que hasta generó polémica en España, donde el pastor Nicolás García tuvo que salir a aclarar que su iglesia, llamada también Iglesia Cristiana Berea, no es la misma registrada en Colombia por el pastor Carlos Ferrer, al que llamó “falso profeta”. “Para aquellos que no lo saben, Gabriel Ferrer no pertenece, ni jamás ha pertenecido a ninguna de nuestras congregaciones. Lamentablemente coincide que se hacen llamar como nosotros, pero no son de los nuestros, ni nunca lo fueron. Se trata de un grupo pentecostal, pastoreado por una persona que afirma haber oído al “espíritu” decirle que el 28 de enero se produciría el arrebatamiento de la Iglesia. Y que resultó haber oído a un espíritu de mentira”, afirmó García en un comunicado en su página web.
Días después de que la noticia se volvió viral y antes de la fecha fijada para la llegada de Jesucristo, Carlos Ferrer publicó un video en su canal de YouTube en el que defendió a su iglesia y aclaró que no se trataba de un suicidio colectivo, como muchos rumoraron.”Ahora mismo muchos están vituperando, diciendo que nos vamos a suicidar, porque decimos que estamos a pocos días para el arrebatamiento (…) los que alientan el suicidio son los apóstatas, porque muchos pastores se han suicidado en Estados Unidos, en Brasil y en sitios de noticias cristianas (…) De esta manera están alentando a que se suiciden, pues no dicen la verdad, porque esos pastores que se han suicidado se han ido al infierno, porque los suicidas se van al infierno”, dijo Ferrer.
“Si alguna iglesia existió o ha existido aquí en Barranquilla o en Colombia, que amaba la vida, es Berea. Porque nosotros somos templo del Espíritu Santo de Dios. No se equivoquen los suicidas. Nosotros no somos suicidas. Nosotros somos y estamos llenos de vida, porque creemos que la vida le pertenece al Señor y ningún hijo de Dios se puede quitar la vida, porque la vida le pertenece al Señor”, agregó Ferrer. Sin embargo, después de ese video y tras acabarse el 28 de enero, el pastor Carlos Ferrer no volvió a ser visto ni por sus feligreses que lo contactaban de manera virtual ni por sus vecinos en su casa de Barranquilla.
Los feligreses de la Iglesia Cristiana Berea, con domicilio en Barranquilla y sede en Sabanalarga (Atlántico), buscan desesperadamente al pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruíz, quien les prometió que Jesucristo llegaría el pasado 28 de enero y los convidó a renunciar a sus trabajos, vender sus pertenencias y que le entregaran el dinero recaudado. Una vez llegó la fecha, Ferrer desapareció y quienes creyeron en sus palabras ahora se preguntan por sus recursos y por la veracidad de la entidad religiosa. Este diario confirmó que la Iglesia Cristiana Berea fue reconocida en Colombia el 6 de diciembre de 2010, mediante resolución del Ministerio del Interior. (“No somos suicidas, nosotros somos y estamos llenos de vida”: pastor de iglesia Berea)
“Verificado el archivo del registro público de entidades religiosas inscritas ante el Ministerio del Interior, se encuentra que se otorgó personería jurídica especial a la Iglesia Cristiana Berea mediante la Resolución 6026 del 6 de diciembre de 2010. La mencionada iglesia en el artículo 3 de los estatutos dispuso que su duración sería indefinida, por lo tanto la personería jurídica continúa vigente”, aseguró la Dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio de Interior a este diario. (Quitan custodia provisionalmente a padres de niños en ayuno extendido en Sabanalarga)
Según el registro, la Iglesia Cristiana Berea posee un carácter confesional cristiano. La entidad predica el “evangelio de Jesucristo” y tiene como meta llevar la “salvación a la humanidad mediante el conocimiento de Dios a través de su verdad revelada y escrita en la Biblia”. De acuerdo con su página web, la comunidad cree en el libro sagrado, así como en Jesús y su resurrección.
Sobre Gabriel Alberto Ferrer Ruíz se sabe que nació en Montería (Córdoba) y se estableció en Barranquilla (Atlántico), donde ejerció como docente de literatura en la Universidad del Atlántico hasta diciembre del año pasado, cuando renunció a su cargo para esperar la llegada de Jesucristo. “Renuncio a la Universidad del Atlántico porque quiero proseguir al blanco, por ver si logro así aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús”, se lee en su carta de renuncia difundida en medios de comunicación. (Pastor de comunidad que se prepara para el fin del mundo renunció como docente)
La hoja de vida de Ferrer es extensa. Estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Córdoba, realizó maestrías en Literatura Hispanoamericana y en Estudios Teológicos, y tiene un doctorado en Letras Latinoamericanas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus áreas de investigación son humanidades, idiomas, teología y literatura; entiende español, francés e inglés; y reporta varios artículos publicados en revistas especializadas de instituciones educativas como la Universidad de Antioquia la Universidad del Altántico, Universidad pedagógica y la Universidad del Norte.
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Varios de los feligreses de la Iglesia Cristiana Berea aseguran que una hija del pastor Ferrer falleció hace unos meses y que él creía poder resucitarla. Por eso, a comienzos de enero, varias personas en Sabanalarga iniciaron jornadas de ayuno y se concentraron en la sede de la iglesia en el municipio. La comunidad alertó a las autoridades debido a que entre los participantes se encontraban menores de edad. Desde entonces, el tema escaló a la prensa, las redes sociales, la Policía Nacional, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Alcaldía de Sabanalarga.
Según declaraciones de Benjamín Collante, director regional del ICBF, ocho menores de edad que participaban en la vigilia fueron entregados al cuidado de sus familias extensas y con la vigilancia de la entidad. “Las familias que los recibieron firmaron un compromiso para cuidarlos hasta que pase toda esta situación”, explicó el funcionario.
Uno de los denunciantes fue un hombre que relató al diario El Universal que, sin su consentimiento, su pareja vendió todas las pertenencias de la familia y entregó a Ferrer lo que recaudó. “Yo no estaba aquí. Cuando regreso me encuentro que mi esposa vendió todo porque iba a ser raptada por el Señor, cosa que no ocurrió. Ahora estamos en la ruina, en la quiebra, sin nada. Estamos en la calle”, relató el hombre desde el corregimiento Isabel López, jurisdicción de Sabanalarga.
El tema causó tanto revuelo que hasta generó polémica en España, donde el pastor Nicolás García tuvo que salir a aclarar que su iglesia, llamada también Iglesia Cristiana Berea, no es la misma registrada en Colombia por el pastor Carlos Ferrer, al que llamó “falso profeta”. “Para aquellos que no lo saben, Gabriel Ferrer no pertenece, ni jamás ha pertenecido a ninguna de nuestras congregaciones. Lamentablemente coincide que se hacen llamar como nosotros, pero no son de los nuestros, ni nunca lo fueron. Se trata de un grupo pentecostal, pastoreado por una persona que afirma haber oído al “espíritu” decirle que el 28 de enero se produciría el arrebatamiento de la Iglesia. Y que resultó haber oído a un espíritu de mentira”, afirmó García en un comunicado en su página web.
Días después de que la noticia se volvió viral y antes de la fecha fijada para la llegada de Jesucristo, Carlos Ferrer publicó un video en su canal de YouTube en el que defendió a su iglesia y aclaró que no se trataba de un suicidio colectivo, como muchos rumoraron.”Ahora mismo muchos están vituperando, diciendo que nos vamos a suicidar, porque decimos que estamos a pocos días para el arrebatamiento (…) los que alientan el suicidio son los apóstatas, porque muchos pastores se han suicidado en Estados Unidos, en Brasil y en sitios de noticias cristianas (…) De esta manera están alentando a que se suiciden, pues no dicen la verdad, porque esos pastores que se han suicidado se han ido al infierno, porque los suicidas se van al infierno”, dijo Ferrer.
“Si alguna iglesia existió o ha existido aquí en Barranquilla o en Colombia, que amaba la vida, es Berea. Porque nosotros somos templo del Espíritu Santo de Dios. No se equivoquen los suicidas. Nosotros no somos suicidas. Nosotros somos y estamos llenos de vida, porque creemos que la vida le pertenece al Señor y ningún hijo de Dios se puede quitar la vida, porque la vida le pertenece al Señor”, agregó Ferrer. Sin embargo, después de ese video y tras acabarse el 28 de enero, el pastor Carlos Ferrer no volvió a ser visto ni por sus feligreses que lo contactaban de manera virtual ni por sus vecinos en su casa de Barranquilla.