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Operativos de erradicación de cultivos de uso ilícito se han venido realizando en el municipio de La Montañita (Caquetá) en los últimos días. Este jueves, 14 policías antinarcóticos se disponían a desarrollar labores de erradicación de cultivos de coca en la vereda Los Alpinos, cuando campesinos los rodearon, impidiendo que los agentes arrancaran los arbustos. En señal de protesta, los uniformados fueron retenidos por los habitantes, quienes exigen que comience la sustitución integral sin el uso de la fuerza, como se pactó en el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.
La petición de la comunidad es que inicie cuanto antes el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS) y sus terrenos sean incluidos en la agenda. De hecho, hace ocho días el Gobierno y las Farc arrancaron con este plan liderado por la Alta Consejería para el Posconflicto, en cabeza del exministro Rafael Pardo. En el programa, los campesinos recibirán una remuneración a cambio de sus plantaciones bajo la obligación de abandonar inmediatamente los cultivos ilícitos. (Lea: Arranca plan de sustitución de cultivos ilícitos)
Así mismo, los campesinos de los departamentos con influencia de plantación de coca, marihuana y amapola consituyeron desde el 20 de enero la Coordinadora Nacional de Cultivadores (COOCAM), que pretende ayudar a construir una solución al problema de las plantaciones de uso ílicito. "Nuestro propósito es crear una ruta de implementación de los acuerdos que beneficien a las familias campesinas que buscan el sustento de sus hogares a través de la siembra de hoja de coca, marihuana y amapola", señaló la COOCAM en un comunicado emitido e mediados del pasado mes. (Lea: "No somos narcotraficantes": cultivadores de coca)
Hasta ahora, El Espectador supo que los habitantes de Los Alpinos se reunieron este jueves 2 de febrero en la escuela de la vereda, con el fin de coordinar la entrega de los uniformados en la Inspección de Policía de la Unión Peneya, planeada para este viernes. Este corregimiento elegido es un emblema de resiliencia para el país, dado que sus habitantes recibieron el Premio Nacional de Paz tras sobrevivir a la presencia de grupos armados durante años.