Por comprar nueva moneda de $10.000 se registraron peleas en varias ciudades
Las experiencias de los colombianos al tratar de conseguir la moneda en homenaje a Policarpa Salavarrieta no han sido positivas. Se presentaron riñas y filas hasta de tres horas.
Después de que se anunció la salida a circulación de la moneda de 10.000 pesos, en homenaje a Policarpa Salavarrieta, una de las figuras femeninas de resistencia e independencia nacional más importantes de la historia de Colombia, muchas personas salieron de sus casas con el fin de conseguirla y guardarla como un tesoro, por su valor histórico.
(Puede leer: Estos son los útiles escolares que no pueden pedir en los colegios, según la Ley)
A raíz de eso, cientos de colombianos y colombianas acudieron a las sedes del Banco de la República de las ciudades más importantes del país. Con sombrillas, cachuchas y buena dosis de bloqueador esperaron con paciencia hasta que les llegara el turno para comprar esta moneda tan especial.
(Puede leer: Continúan las afectaciones que dificultan el transporte terrestre hacia Pasto)
Los minutos fueron pasando y se convirtieron en horas, frustración, enojo y desesperación. En varias ciudades bajo el rayo del sol las personas esperaron cerca de tres horas para poder adquirir la moneda. Las filas alcanzaban las tres cuadras y la desesperación y afán aparecieron. Hasta las autoridades tuvieron que intervenir en las riñas que se formaron por la larga espera y algunas personas que se colaron y no respetaron los turnos.
Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali y Manizales fueron las ciudades es las que se presentaron contratiempos y peleas entre quienes aspiraban a quedarse con un ejemplar de la moneda, con el rostro grabado de La Pola, según un retrato que hizo José María Espinosa, en 1855.
(Puede leer: El ICA ha erradicado 27 de los 39 focos de influenza aviar en el país)
“El tema logístico es preocupante, sobre todo una entidad tan importante. Debería tener una mejor organización para entregar este objeto histórico. Llevó tres horas acá. El avance es muy lento. He visto altercados. Algunos querían colarse. Tuvo que llegar la policía”, fueron la palabras de un ciudadano residente en Bucaramanga, quien narró su experiencia en Caracol Radio.
Después de que se anunció la salida a circulación de la moneda de 10.000 pesos, en homenaje a Policarpa Salavarrieta, una de las figuras femeninas de resistencia e independencia nacional más importantes de la historia de Colombia, muchas personas salieron de sus casas con el fin de conseguirla y guardarla como un tesoro, por su valor histórico.
(Puede leer: Estos son los útiles escolares que no pueden pedir en los colegios, según la Ley)
A raíz de eso, cientos de colombianos y colombianas acudieron a las sedes del Banco de la República de las ciudades más importantes del país. Con sombrillas, cachuchas y buena dosis de bloqueador esperaron con paciencia hasta que les llegara el turno para comprar esta moneda tan especial.
(Puede leer: Continúan las afectaciones que dificultan el transporte terrestre hacia Pasto)
Los minutos fueron pasando y se convirtieron en horas, frustración, enojo y desesperación. En varias ciudades bajo el rayo del sol las personas esperaron cerca de tres horas para poder adquirir la moneda. Las filas alcanzaban las tres cuadras y la desesperación y afán aparecieron. Hasta las autoridades tuvieron que intervenir en las riñas que se formaron por la larga espera y algunas personas que se colaron y no respetaron los turnos.
Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali y Manizales fueron las ciudades es las que se presentaron contratiempos y peleas entre quienes aspiraban a quedarse con un ejemplar de la moneda, con el rostro grabado de La Pola, según un retrato que hizo José María Espinosa, en 1855.
(Puede leer: El ICA ha erradicado 27 de los 39 focos de influenza aviar en el país)
“El tema logístico es preocupante, sobre todo una entidad tan importante. Debería tener una mejor organización para entregar este objeto histórico. Llevó tres horas acá. El avance es muy lento. He visto altercados. Algunos querían colarse. Tuvo que llegar la policía”, fueron la palabras de un ciudadano residente en Bucaramanga, quien narró su experiencia en Caracol Radio.