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Trabajadores de la Empresa Pública de Aseo de Bucaramanga (EMAB) salieron a protestar en la mañana de este jueves 21 de diciembre por cuenta de la decisión judicial que ordenó el cierre del relleno sanitario El Carrasco y que dejaría sin empleo a cerca de 700 personas que trabajan en el lugar.
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La decisión fue tomada por el juez 15 administrativo de Bucaramanga, en respuesta a un incidente de desacato. El fallo ordena seis meses de arresto contra el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, y una multa de 50 salarios mínimos mensuales, así como sanciona al gerente de la EMAB,Herlbert Panqueva, con un mes de arresto, mientras que la alcaldesa de Girón, Yulia Rodríguez, debe pagar 10 salarios mínimos.
El fallo se basa en una acción popular que se resolvió en primera instancia en 2009 y en segunda en 2011, en la que se ordena el cierre del relleno al que llega la basura de 16 municipios, incluida Bucaramanga, pero pese a las denuncias por afectaciones a la salud y el ambiente, además de problemas con el manejo de lixiviados, incendios y deslizamientos, no se han tomado acciones en los últimos 14 años.
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En respuesta, el gerente de la EMAB señaló que la decisión los tomó por sorpresa teniendo en cuenta que se conoció a un día del inicio de la vacancia judicial, así como señaló que el fallo no tuvo en cuenta las múltiples acciones que han determinado que el problema con El Carrasco “no es técnico sino jurídico”.
Por su parte, Cárdenas indicó que “la apelaremos en derecho. El trabajo que hicimos en cuatro años fue ético y transparente, pensando siempre en los intereses de toda la ciudadanía y su bienestar; no en negocios para particulares”.
Además, añadió que desde agosto de 2021 el relleno ha venido operando sin licencia ambiental y los municipios han apelado a la calamidad pública para evitar una crisis en las basuras. “La decisión judicial para el cierre de El Carrasco pone en riesgo la salud pública de los habitantes del área metropolitana, además de la estabilidad laboral de los más de 700 colaboradores y sus familias, quienes dependen del funcionamiento de la Emab”, indicaron, por su parte, las directivas de la EMAB.
Ante estas circunstancias, los trabajadores de la empresa de acueducto salieron a marchar en la mañana de este 21 de diciembre con el fin de visibilizar que el cierre del relleno implicaría una masacre laboral, así como podría desencadenar una emergencia sanitaria en los municipios que aprovechan el relleno. Hicieron plan tortuga y aunque suspendieron su operación en la mañana, la empresa de aseo señaló que se reestableció en el transcurso del día.
Al respecto, Óscar Estupiñán, vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), indicó en Blu Radio que el cierre del relleno obligaría a los municipios a trasladar las basuras al relleno de Chocoa, que es operada por el privado Veolia, lo que, según él, pondría en riesgo la existencia de la Empresa de Aseo de Bucaramanga.