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Restaurando la historia de San Jacinto de Bolívar

Por su compromiso y dedicación a proteger el patrimonio cultural tanto en el Museo Arqueológico como en la Corporación Folclórica y Artesanal del municipio, Jorge Quiroz es uno de los nominados en la categoría de cultura como un ejemplo de que los héroes anónimos sí existen.

El Espectador
27 de octubre de 2015 - 03:18 a. m.
Jorge Quiroz ha dedicado 30 años de su vida a preservar el patrimonio cultural de San Jacinto de Bolívar. / Carlos Barragán
Jorge Quiroz ha dedicado 30 años de su vida a preservar el patrimonio cultural de San Jacinto de Bolívar. / Carlos Barragán

San Jacinto de Bolívar fue fundado en 1776. Pero la historia cuenta que, mucho antes de que llegara don Antonio de la Torre y Miranda, el territorio ya estaba ocupado por los zenúes, un pueblo indígena que se extendió por los Montes de María y que, hasta el día de hoy, son considerados los primeros pobladores de aquella región. La historia también cuenta que esta población de 370 km² ha sido una de la más azotadas por la presencia guerrillera del Epl y las Farc, y los grupos armados ilegales de extrema derecha como los paramilitares.

De estas dos realidades ha sido testigo Jorge Quiroz. La primera, porque desde hace más de 30 años encaminó su vida a preservar las manifestaciones culturales, arqueológicas y folclóricas de la región en el Museo Comunitario de San Jacinto y en la Corporación Folclórica y Artesanal del municipio. La segunda, porque tuvo que huir de la violencia a la que confinaron a la región los actores del conflicto. “He construido mi proyecto de vida en torno a la defensa y protección del patrimonio cultural de San Jacinto y Montes de María. Este camino, en la parte cultural, ha tenido sus grandes tropiezos y uno de ellos es que en esa época de violencia hacer cultura era peligroso. Tuve que partir, pero regresé en 2008 con más ganas de las que me fui”, aseguró Jorge Quiroz al equipo de Titanes Caracol, concurso en el que ha sido postulado como un héroe anónimo en la categoría de cultura.

Fue en el año de 1984 cuando Quiroz, acompañado por un grupo de jóvenes de la región, se tomó la parte trasera de la alcaldía y puso en marcha la biblioteca pública municipal, el museo y la escuela de formación. “En la puerta de una ventana puse Museo Arqueológico de San Jacinto, puse tres piezas ahí. La gente al ver eso empezó a donar piezas. Llegó el momento en que teníamos 100 piezas y no teníamos dónde meterlas, y ahí nació el museo de San Jacinto”. Y es así también como el museo se ha fortalecido. Gracias a la ayuda de los campesinos que cada tanto donan una pieza que haya sido hallada labrando la tierra. La recompensa: ser accionista del museo.

Con el paso del tiempo el proyecto se ha fortalecido. Hoy el museo es visitado por turistas que curiosean los vestigios de los zenúes, y la Corporación Folclórica y Artesanal enseña a alrededor de 30 jóvenes de la comunidad para que ellos sean los próximos anfitriones de turistas nacionales e internacionales y les den la bienvenida como Quiroz lo ha hecho en estos 30 años. “Él es un visionario, porque vio que en la apropiación del patrimonio cultural hay un motor para el desarrollo local”, dice Juliana Campuzano, arqueóloga de San Jacinto.

Al son de la gaita se seguirá contando la historia de este pueblo. Mientras tanto, Jorge Quiroz sigue soñando con “adecuar los espacios que tiene el museo para que sea un sitio digno para la comunidad de San Jacinto y los niños que se capacitan en él”.

Por El Espectador

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