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La gobernación de Risaralda dio a conocer las imágenes del presunto asesino de Diego Valencia, el niño de nueve años que desapareció el pasado 16 de diciembre, luego de que salió de su casa en el municipio de la Virginia hacia la iglesia, donde iba a preguntar por el horario en el que se rezarían las novenas.
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Las imágenes corresponden a capturas de pantalla de un video de una cámara de seguridad en el que se identifica al hombre, quien al parecer es habitante de calle y se habría llevado al niño. Según la gobernación, se trata de un hombre trigueño, de estatura media, delgado, que usa gorra, gafas y bufanda para cubrir un tatuaje que tiene en el rostro.
Las imágenes se suman a la recompensa de $30 millones que anunciaron el pasado 23 de diciembre por información del responsable del asesinato de Valencia, quien fue encontrado muerto en una finca en el corregimiento de Caimalito de Pereira, cuatro días después de que se registró su desaparición.
Se ofrecen $30 millones por información que permita capturar al responsable del crimen del niño de 11 años en Caimalito.
— Gobernación de Risaralda (@Gob_Risaralda) December 23, 2024
Denuncia al 3102630820 / 3185176625. ¡Tu voz puede marcar la diferencia! Reserva garantizada.#JusticiaParaDiego #Risaralda pic.twitter.com/aUHBcPUuhE
Tras la revelación de las imágenes, Astrid Carolina Valencia Camayo, hermana mayor de Diego, indicó a Caracol Radio que no reconoce al sujeto, ni nunca lo ha visto. “Los indicios que nos han dado es que al parecer es que es un habitante de calle y sobre el equipo telefónico que tenía mi hermano, ya cuenta con otra simcard y ya no está disponible”.
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El niño salió sobre las 9:00 a.m. del pasado 16 de diciembre de su casa hacia la iglesia. Una hora después, ante la demora, lo llamó la mamá a la que le dijo que se había ido a jugar con unos amigos. Ella le reclamó, pero en ese momento se cortó la llamada.
A lo largo del día le escribieron a WhatsApp, pero solo leía los mensajes. Según la familia, la última hora de conexión fue a las cinco de la tarde, por lo que el paradero del teléfono y el rastreo de la línea eran claves para las autoridades.
La sepultura del niño se realizó el pasado sábado 22 de diciembre en una emotiva y multitudinaria despedida en el municipio de La Virginia, en la que exigieron justicia y celeridad en las investigaciones alrededor del caso.