Roberto Payán, con la mitad de su población desplazada en nueve semanas
El alcalde de este municipio de Nariño, la coordinadora local de la Unidad de Víctimas y la Cruz Roja Colombiana hablaron de la crisis humanitaria de más de 6.600 personas y lanzaron SOS al gobierno nacional. Tumaco, Olaya Herrera y Barbacoas, impactados también.
Laura Cortez Palacios
Desde el pasado 7 de mayo han ocurrido siete oleadas de desplazamiento forzado en Roberto Payán, municipio del Pacífico sur con cerca de 13 mil habitantes. El alcalde, Juan Carlos Sinisterra; el enlace municipal de la Unidad de Víctimas, Khaterine Sinisterra, y la coordinadora nacional de proyectos de la Cruz Roja Colombiana, Marcela Castro, expusieron la grave situación en el programa Revista Colombia Afro TV.
Desplazamiento masivo
A raíz de los enfrentamientos armados entre los grupos ilegales Oliver Sinisterra y el frente 30 de las FARC, la población rural de Roberto Payán ha tenido que desplazarse a la cabecera municipal San José para salvaguardar su vida.
Sin embargo, al no contar con la infraestructura para albergar a todos los ciudadanos, estos también han sido ubicados en municipios como Barbacoas, Tumaco y Olaya Herrera (45, 156 y 345 familias, respectivamente).
Hasta el momento, 2.597 familias y más de 6.657 personas han tenido que salir de sus veredas, ya que según el alcalde Juan Carlos Sinisterra se vulneran sus derechos humanos con desplazamiento, confinamiento, restricción a la movilidad, amenazas, desaparición forzada, daño en bien ajeno, entre otros”
Situación humanitaria
Cada día llegan familias en situación de desplazamiento a la cabecera municipal y no hay lugar donde albergarlos. La administración municipal ha dispuesto 24 inmuebles, seis públicos y 18 privados, pero no tienen más capacidad para recibir a la población.
En los albergues existe hacinamiento, lo que puede causar brotes de Covid-19 y agudiza las problemáticas de salud pública como enfermedades infecciosas, dengue y malaria; además de afecciones a la salud mental derivadas de la violencia constante a las que los ciudadanos han sido sometidos.
La Cruz Roja Colombiana participó en la atención a los habitantes albergados en la cabecera municipal. Marcela Castro, quien lideró una de las misiones de la entidad, anotó que ante el crecimiento diario de población desplazada se superaron las expectativas sobre la intervención, que tuvo un enfoque en la atención asistencial a salud física y mental, por lo que un equipo de atención psicosocial realizó intervenciones individuales y colectivas con un alcance estimado de 848 personas.
Aunque la administración municipal, con el apoyo de grupos de cooperación internacional, ha hecho entrega de kits de alimentación, kits de aseo y kits de hábitats, estos han sido insuficientes por el flujo de personas que ingresan a la cabecera municipal de San José.
Otra situación preocupante es que actualmente en Roberto Payán se encuentran 1789 niños y niñas en condición de desplazamiento en los que se presentan brotes de diversas enfermedades que están siendo tratadas. “El ICBF hizo un ejercicio muy bueno con las 5 unidades móviles que atendieron a la población”, resalta Katherin Sinisterra, coordinadora de la Unidad de Víctimas.
La Cruz Roja Colombiana recomienda celeridad en la respuesta a las necesidades que tienen las personas. Durante el mes de julio, con financiación de Cruz Roja Noruega, se realizará otra misión en el municipio con el objetivo de entregar 1.100 kits de higiene familiar, 900 kits de higiene individual, y elementos de protección personal para el Hospital las Mercedes ESE. También 3 dotaciones así como capacitaciones a comités comunitarios en Roberto Payán, Magüí Payán y Barbacoas con la financiación de la Cruz Roja Noruega.
También puede leer: Masacre en Ambalema, Tolima: cuatro personas fueron asesinadas
El alcalde, Juan Carlos Sinisterra, agradece y resalta la cooperación de organismos internacionales pero hace un llamado al Gobierno nacional en tres sentidos:
i) pide “una atención inmediata a la situación que está viviendo Roberto Payán”, ii) solicita “una intervención necesaria a los territorios con el fin de recuperar el control que el Estado debe ejercer”, y iii) una vez pasada la situación “restaurar los bienes públicos, así como los servicios en el municipio, pero también generar condiciones de dignidad para la población hoy vulnerada en sus derechos fundamentales”
Las condiciones de vida de los habitantes de Roberto Payán son insostenibles. En los años posteriores a la firma de los acuerdos de paz han padecido el recrudecimiento de la violencia, con continua violación de sus derechos humanos.
*De la Fundación Color de Colombia.
Desde el pasado 7 de mayo han ocurrido siete oleadas de desplazamiento forzado en Roberto Payán, municipio del Pacífico sur con cerca de 13 mil habitantes. El alcalde, Juan Carlos Sinisterra; el enlace municipal de la Unidad de Víctimas, Khaterine Sinisterra, y la coordinadora nacional de proyectos de la Cruz Roja Colombiana, Marcela Castro, expusieron la grave situación en el programa Revista Colombia Afro TV.
Desplazamiento masivo
A raíz de los enfrentamientos armados entre los grupos ilegales Oliver Sinisterra y el frente 30 de las FARC, la población rural de Roberto Payán ha tenido que desplazarse a la cabecera municipal San José para salvaguardar su vida.
Sin embargo, al no contar con la infraestructura para albergar a todos los ciudadanos, estos también han sido ubicados en municipios como Barbacoas, Tumaco y Olaya Herrera (45, 156 y 345 familias, respectivamente).
Hasta el momento, 2.597 familias y más de 6.657 personas han tenido que salir de sus veredas, ya que según el alcalde Juan Carlos Sinisterra se vulneran sus derechos humanos con desplazamiento, confinamiento, restricción a la movilidad, amenazas, desaparición forzada, daño en bien ajeno, entre otros”
Situación humanitaria
Cada día llegan familias en situación de desplazamiento a la cabecera municipal y no hay lugar donde albergarlos. La administración municipal ha dispuesto 24 inmuebles, seis públicos y 18 privados, pero no tienen más capacidad para recibir a la población.
En los albergues existe hacinamiento, lo que puede causar brotes de Covid-19 y agudiza las problemáticas de salud pública como enfermedades infecciosas, dengue y malaria; además de afecciones a la salud mental derivadas de la violencia constante a las que los ciudadanos han sido sometidos.
La Cruz Roja Colombiana participó en la atención a los habitantes albergados en la cabecera municipal. Marcela Castro, quien lideró una de las misiones de la entidad, anotó que ante el crecimiento diario de población desplazada se superaron las expectativas sobre la intervención, que tuvo un enfoque en la atención asistencial a salud física y mental, por lo que un equipo de atención psicosocial realizó intervenciones individuales y colectivas con un alcance estimado de 848 personas.
Aunque la administración municipal, con el apoyo de grupos de cooperación internacional, ha hecho entrega de kits de alimentación, kits de aseo y kits de hábitats, estos han sido insuficientes por el flujo de personas que ingresan a la cabecera municipal de San José.
Otra situación preocupante es que actualmente en Roberto Payán se encuentran 1789 niños y niñas en condición de desplazamiento en los que se presentan brotes de diversas enfermedades que están siendo tratadas. “El ICBF hizo un ejercicio muy bueno con las 5 unidades móviles que atendieron a la población”, resalta Katherin Sinisterra, coordinadora de la Unidad de Víctimas.
La Cruz Roja Colombiana recomienda celeridad en la respuesta a las necesidades que tienen las personas. Durante el mes de julio, con financiación de Cruz Roja Noruega, se realizará otra misión en el municipio con el objetivo de entregar 1.100 kits de higiene familiar, 900 kits de higiene individual, y elementos de protección personal para el Hospital las Mercedes ESE. También 3 dotaciones así como capacitaciones a comités comunitarios en Roberto Payán, Magüí Payán y Barbacoas con la financiación de la Cruz Roja Noruega.
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El alcalde, Juan Carlos Sinisterra, agradece y resalta la cooperación de organismos internacionales pero hace un llamado al Gobierno nacional en tres sentidos:
i) pide “una atención inmediata a la situación que está viviendo Roberto Payán”, ii) solicita “una intervención necesaria a los territorios con el fin de recuperar el control que el Estado debe ejercer”, y iii) una vez pasada la situación “restaurar los bienes públicos, así como los servicios en el municipio, pero también generar condiciones de dignidad para la población hoy vulnerada en sus derechos fundamentales”
Las condiciones de vida de los habitantes de Roberto Payán son insostenibles. En los años posteriores a la firma de los acuerdos de paz han padecido el recrudecimiento de la violencia, con continua violación de sus derechos humanos.
*De la Fundación Color de Colombia.