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El registrador nacional Alexander Vega anunció que las elecciones en los municipios de Ricaurte, en Nariño, y Santiago, en Putumayo, se volverán a repetir, tras los hechos de orden público que obligaron a suspender las elecciones en dichas poblaciones.
En Ricaurte se alcanzaron a abrir los puestos rurales, pero no todas las mesas que se habilitaron en el casco urbano, debido a que manifestantes exigieron mayor seguridad en la jornada, tras conocerse las amenazas que recibió el candidato Jaime Caicedo, quien se presentó a la alcaldía de Ricaurte por el partido MAIS.
En el caso de Santiago, en Putumayo, hubo una asonada, por cuenta de simpatizantes de dos campañas que ingresaron a un puesto de votación y rompieron votos y urnas. “Fue muy impresionante. Llegaron mirando con ira, tiraron todos los votos al piso y empezaron a rasgarlo uno a uno. Tuvimos mucho miedo y los jurados electorales fueron agredidos”, dijo un habitante de la zona en redes sociales.
Sumado a esto, Vega señaló que en total tuvieron que trasladarse doce puestos de votación. La mayoría de los casos estuvieron relacionados con la ola invernal, mientras que en Samaniego se trasladaron los puestos de cuatro corregimientos en los que se registró desplazamiento forzado en agosto.
Los puestos trasladados fueron los de la localidad de Lozano Torrijos Cuangara, en Olaya Herrera; en Quiribial, en el municipio de Mosquera; en Tabacal y Elsan de Frontera en Tumaco; en el corregimiento San Pablo, de Vijagual, y en los corregimientos de El Decio, El Salado, Betania y San Diego en Samaniego, donde hubo desplazamientos forzados en agosto.
“Damos las gracias por haber tenido una jornada pacífica, a todos los funcionarios que lograron cubrir las mesas, a los registradores, a la procuradora, Margarita Cabello, al defensor del pueblo, Carlos Camargo, y eterna gratitud a todos los soldados de la patria, a nuestra policía, a la armada y al ministro del Interior”, dijo el registrador.