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La última familia Yukpa, que estaba asentada en el Parque García Rovira de Bucaramanga, llegó a un acuerdo y fue trasladada a un nuevo lugar durante el fin de semana. “Fuimos todo el tiempo respetuosos de sus derechos fundamentales y costumbres. De esta manera, la Alcaldía de Bucaramanga finaliza el proceso de retorno y retiro voluntario de la comunidad en la ciudad”, dijo Francisco Rey, subsecretario del Interior.
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Después de la entrega de kits de aseo y habitabilidad, además de mercados, las autoridades lograron la concertación con una familia de seis personas (cuatro menores de edad) que, según la alcaldía, estaban pidiendo remuneración económica hasta de $10 millones para abandonar el parque. La familia fue llevada hasta Girón, Santander, en donde la Defensoría del Pueblo gestionó un arriendo.
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En los traslados, principalmente a la Serranía del Perijá, participaron la Personería, Defensoría del Pueblo, Migración Colombia, Policía, la Procuraduría y la Alcaldía de Bucaramanga. La semana pasada, la secretaria del Interior, Melissa Franco, anunció el inicio de las labores de limpieza a cargo de la Empresa de Aseo de Bucaramanga (Emab) y la recuperación del parque junto con la Secretaría de Infraestructura de la ciudad.
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“Hoy nos retiramos voluntariamente al conseguir la solución a nuestra problemática. Agradecemos que hayan sido pacíficos con nosotros”, expresó Alfonso Ramos Romero, indígena Yukpa.
Garantizamos los DDHH de todas las comunidades y con diálogo solucionamos las peticiones de las familias indígenas Yukpa. En campaña la politiquería los utilizó para “sumar votos” prometiéndoles el cielo y atacándonos; luego se quemaron y los abandonaron. Hoy nosotros cumplimos. https://t.co/KuK6QPTXNf
— Juan Carlos Cárdenas (@JCardenasRey) April 3, 2022
Este año, la Alcaldía de Bucaramanga gestionó la salida de 94 indígenas Yukpa, originarios de la Serranía del Perijá, que comprende los departamentos de César, La Guajira y Norte de Santander, así como una parte de Venezuela, quienes llegaron caminando a Bucaramanga desde el estado de Zulia, huyendo de la crisis alimentaria hace cinco años, pero que ante las condiciones de la pandemia y las dificultades para pagar el arriendo en donde estaban viviendo, decidieron tomarse, en diciembre del año pasado, el parque para buscar ayuda, según indicó a Vanguardia, Zenaida Romero Martínez, una de las voceras de la comunidad.