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“Nosotros queríamos crear una empresa de snacks diferentes, sabrosos y saludables sin tener que sacrificar la satisfacción que puede generar el disfrute de los mismos. Actualmente en Colombia ya aprobaron la ley que prohíbe la venta de gaseosas en los colegios y esto es ya un paso. Queremos convertirnos en el snack preferido de los niños y adultos y además estamos buscando reducir el porcentaje de plástico en cada uno de ellos y así también aportar a la conservación del planeta”, explican Sebastián Montoya y Sebastián Gálvez, hoy, Galmont Foods.
Quien se lo podría imaginar: dos jóvenes que nacieron en hogares emprendedores donde sus padres dedicaron sus vidas a generar empleo durante más de 30 años, amigos de siempre, lograron que, por una u otra circunstancia de la vida sus hijos se juntaran, unieran esfuerzos y crearan el que promete ser el nuevo emporio del mundo de los refrigerios en paquetes de Colombia.
“Dar comienzo a nuevas empresas en estos momentos no es nada fácil, más cuando estábamos acostumbrados a recibir órdenes, el hecho además de aprender a lidiar con el rechazo cuando uno presenta una idea con ilusión, es muy frustrante, pero la vida es la mejor maestra y esta nos está enseñando a no dejarnos robar y a ver en las tragedias nuevas oportunidades. Hemos también aprendido a ponerle al mal tiempo buena cara y tener confianza en nuestros proyectos y en nosotros mismos. Ahora vendemos 80 mil snacks al mes y esto nos tiene felices y motivados a seguir el camino, pues la receptividad de nuestros clientes potenciales nos dice claramente que estaban habidos de un cambio inmediato, chatarra cambia por saludable”.
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Entonces para los amantes de la famosa “comida chatarra”, la tranquilidad se da por lo siguiente. No contienen colesterol, se fríen en aceite de oliva, no contienen colorantes ni saborizantes artificiales, tampoco azúcar y menos conservantes. Además, han incluido lo poco imaginable en estos: garbanzos, lentejas y arvejas, música para los oídos de millones de padres que sufren a la hora de incluir los granos en la alimentación de los niños y jóvenes.
“Galmont refleja lo que somos como personas y los valores que nos representan: Auténticos, divertidos, familiares, cien por ciento de gran calidad e inspiramos valentía, pues no es nada fácil incursionar en un mercado tan competitivo con jugadores tan grandes”. Enfatizan.
En la actualidad la fusión de ambas empresas, abraza a 12 empleados directos y 36 indirectos y están proyectados para el año 2022 verse posicionados en países como Estados Unidos, México, Canadá y Europa: “En estos países el mercado de snacks saludables es muy relevante, y va muy acorde a las tendencias de consumo mundial, por eso vemos nuestro portafolio como una gran oportunidad para exportación. Es muy gratificante saber que nuestros productos pueden impactar miles de vidas a diario aportando a la salud de los consumidores sin que sientan ningún remordimiento. Queremos seguir este camino, este es nuestro grano de arena a el mejoramiento de la salud de las personas, y también somos conscientes del impacto ambiental de nuestros empaques y por eso constantemente buscamos mejorar cada uno de nuestros procesos”.