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Las autoridades confirmaron que un peruano y un venezolano están entre las diez víctimas de una matanza de 10 personas que fueron secuestradas y asesinadas en Venezuela, y que serán repatriadas a Colombia.
El defensor del Pueblo, Volmar Pérez, señaló que aún no hay claridad sobre la autoría del asesinato de esas 10 personas.
"Del grupo de los 10 cadáveres que fueron encontrados en distintas localidades de Venezuela, finalmente se pudo establecer que ocho son colombianos, se encontró el cadáver de un peruano que es compañero de una señora colombiana y hay un venezolano también", dijo el funcionario colombiano.
Pérez está en el estado de Táchira realizando las gestiones para propiciar "el retorno a territorio colombiano de las víctimas" de la masacre.
Asimismo, indicó que ha recibido una colaboración "muy eficaz" de las autoridades venezolanas y precisó que se ha solicitado a ese país realizar una rigurosa investigación que permita determinar las circunstancias del crimen, del cual hay varias hipótesis sobre sus autores.
"Se han difundido distintas versiones y desde luego no podemos comprometernos con ninguna, pero tampoco podemos descartar ninguna", indicó.
El director de la Policía, general Óscar Naranjo, ofreció las capacidades investigativas de las autoridades colombianas para colaborar en las pesquisas y que el caso no quede en la impunidad.
"Es un imperativo que este hecho llegue hasta las últimas consecuencias para probar quiénes son los autores determinantes y materiales de una masacre que lamentamos", agregó.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ordenó este domingo que los cadáveres de los compatriotas suyos que fueron asesinados en Venezuela sean repatriados en un avión estatal.
El anuncio fue divulgado después de que el vicepresidente y ministro de Defensa de Venezuela, Ramón Carrizález, considerara una "tremenda hipocresía" que las autoridades de Colombia aseguraran que no contaban con medios para repatriar los cadáveres de estas víctimas y, al mismo tiempo, se declararan preocupadas por su suerte.
En la comparecencia, el alto cargo confirmó que los cadáveres hallados el sábado en el estado Táchira eran de los comerciantes informales de Colombia que habían sido secuestrados el pasado día 11 en la localidad venezolana de Fernández Feo, hechos que atribuyó a supuestas disputas entre grupos armados ilegales.